La historia relatada por este cosplayer cuya característica es vestir el traje de Deadpool se ha convertido en un desgarrador viral de Facebook.
La historia relatada por este cosplayer cuya característica es vestir el traje de Deadpool se ha convertido en un desgarrador viral de Facebook.

Un artista que se hace llamar a si mismo Painkiller Cosplay ha protagonizado una desgarradora historia que se ha convertido en viral en . El conmovedor relato de los hechos tiene que ver con una de las actividades que realiza este cosplayer que suele utilizar el disfraz de .

Painkiller Cosplay pertenece a una organización llamada Cosplayers Care, que se ubica en Reading, Pensilvania. Dicha agrupación de cosplayers se dedica a brindar momentos de alegría a niños con enfermedades terminales y hacen presentaciones en hospitales e, incluso, visitas a casas privadas. Justamente sobre una de ellas versa la publicación en Facebook.

El cosplayer, cuya característica es disfrazarse de Deadpool, relató con detalle en Facebook una de sus últimas visitas a la casa de Tony, un niño de once años con cáncer cerebral a quienes sus padres querían organizar un evento para el sábado pasado. Sin embargo, como la situación del pequeño se había vuelto crítica, se le pidió adelantar la visita para el lunes.

"Spider-Man y Deadpool son sus personajes favoritos, por lo que mi organización sin fines de lucro Cosplayers Care, me pidió que hiciera una aparición. Debido a su esperanza de vida, nos querían el martes, a las 7:30 a.m. Aaron, mi spider-Man no estaba disponible en tan poco tiempo. Así que hice mi misión para ir allí", relata en Facebook.

Así, Painkiller Cosplay se levantó antes de las cinco de la mañana, con unas pocas horas de sueño, para ir a visitar a Tony. Lo que encontró lo dejó impactado: una casa en la que ya casi no habían recursos porque todo el dinero se había ido en tratar de mantener vivo al niño. Y donde el pequeño yacía en una cama, conectado a un respirador y siendo alimentado a través de un tubo. "Se veía sin vida, y yo tenía que mirar su pecho para ver si estaba respirando", comenta en Facebook.

"Entonces por un momento... sólo un breve momento... sus ojos apenas se abrieron y me miró directamente a los ojos. Lo tenía apretado y puse mi cabeza en la suya. Y le dije lo fuerte que era y lo valiente que era. Cerró los ojos y me dijeron que era hora de irse". Tony había fallecido.

"Cuando llegué a casa, me colapsé en el sofá. Estaba exhausto físicamente por la falta de sueño y casi tres horas en el camino. Yo también estaba mentalmente y emocionalmente agotado. Yo quería llorar. No pude. He tratado de dormir. No pude. Me he puesto enfermo en el trabajo y no podía dejar de pensar en Tony. En verlo morir delante de mí. En cómo mentí acerca de cómo "todo va a estar bien". Y, sobre todo, acerca de lo jodidamente injusto que es que la vida de un niño sea cortada tan pronto. Maldito cáncer. En serio, maldito cáncer", dice el cosplayer en Facebook.

La desgarradora historia de Painkiller Cosplay ha repercutido en la red social. Ha generado más de 7.500 reacciones y la han compartido unas 4.800 veces. Acá no hay que hablar de un viral que la gente ha amado, sino de una historia triste que revela lo más profundo de la naturaleza humana.

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