La secuenciación del genoma del panda rojo, un mamífero en peligro de extinción nativo del este del Himalaya y el suroeste de China, ha mostrado la existencia de dos especies distintas.
El hallazgo crea una base teórica para emprender esfuerzos de conservación más específicos.
Con anterioridad, los científicos habían divido los pandas rojos en dos subespecies utilizando el río Nujiang, ubicado en la provincia suroccidental china de Yunnan, como una frontera geológica.
Aquellos ejemplares al este del río fueron clasificados como pandas rojos chinos y los del oeste como pandas rojos himalayos. Sin embargo, dicha clasificación ha sido debatida durante mucho tiempo.
En el último estudio, investigadores del Instituto de Zoología de la Academia de Ciencias de China llevaron a cabo una secuenciación del genoma de 69 pandas rojos.
También se analizó el ADN mitocondrial, que se hereda sólo por vía materna, de 49 ejemplares y la secuenciación del cromosoma Y de 49 pandas rojos machos.
Los investigadores reportaron en la versión en línea de Science Advances que los pandas rojos, sobre la base de los resultados del análisis, se dividen en dos grupos genéticos que son suficientemente distintos como para ser clasificados como dos especies diferentes.
También sostuvieron que la línea de división entre las dos especies debe ser el río Yarlung Zangbo, precisando que la divergencia entre el panda rojo himalayo y el chino ocurrió hace unos 220.000 años.
El análisis genético también arrojó que el panda rojo chino había experimentado dos cuellos de botella de población, mientras el himalayo había sufrido tres.
Un cuello de botella de población se refiere a un drástico descenso en la cantidad de ejemplares por causas medioambientales.
También se encontró que los pandas rojos himalayos tienen más mutaciones genéticas que pueden ser dañinas, junto con una reducida diversidad genética, lo que supone que la especie se enfrenta a un mayor riesgo de reducción poblacional frente a desastres o graves cambios climáticos.
Los investigadores subrayaron que las medidas de protección deben ser más específicas en el futuro. Asimismo, se debe evitar el mestizaje entre las dos especies en cautiverio, lo que puede ser perjudicial.
Con una población silvestre estimada en menos de 10.000 ejemplares, el panda rojo fue clasificado como “en peligro de extinción” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.