La alcachofa es una planta herbácea del género Cynara en la familia Asteraceae. Es cultivada desde la antigüedad como alimento en climas templados. (Foto: Pixabay)
La alcachofa es una planta herbácea del género Cynara en la familia Asteraceae. Es cultivada desde la antigüedad como alimento en climas templados. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

La es un alimento muy completo, pues al tener un alto contenido en agua, fibra e inulina es recomendado para la digestión, quema de grasa y control del colesterol. Además, porque posee propiedades que inhiben el desarrollo de células cancerígenas del páncreas.

Aunque esta flor no madura de la alcachofera tiene una gran cantidad de variedades, pocas de ellas se cultivan. Esta planta herbácea tiende a ser de color verde la mayoría de las veces, pero también las hay de color violeta.

De seguro te preguntaste más de una vez cuál es la manera correcta de comer alcachofa. Si es así, no te preocupes que te mencionaremos la mejor forma de prepararla para consumirla; no sin antes darte a conocer las propiedades y valor nutricional que posee.

VALOR NUTRICIONAL DE LA ALCACHOFA

Según el portal , cada 100 gramos de alcachofa tiene 83 gramos de agua, 3 gramos de proteína vegetal, 2 de carbohidratos, 0 contenido en grasa, 9 gramos en fibra dietética y aportan solamente 23 kilocalorías.

También posee alto contenido en vitamina C o ácido L-Ascórbico, vitamina B3 o niacina, vitamina E o tocoferol, vitamina B6 o piridoxina, vitamina B1 o tiamina, vitamina B2 o riboflavina, vitamina B9 o ácido fólico y vitamina A o caroteno.

Respecto a los minerales que tiene están el potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio, hierro, yodo, zinc y selenio.

Tras el agua, el componente mayoritario de las alcachoferas son los hidratos de carbono, entre los que destaca la inulina y la fibra. (Foto: Pixabay)
Tras el agua, el componente mayoritario de las alcachoferas son los hidratos de carbono, entre los que destaca la inulina y la fibra. (Foto: Pixabay)

¿CÓMO COMER ALCACHOFA CORRECTAMENTE?

Las alcachofas tienen la fama de ser difíciles de cocinar y aunque es una verdura un poco dura y parece tener solo hojas y espinas, lo cierto es que su preparación no tiene nada del otro mundo.

Primero, deberás cortar las puntas de las hojas con el fin de que se pueda comer fácilmente. Tras ello, se recomienda cocinarlas a vapor, pero si la hacer hervir en agua que sea una cantidad mínima, si lo haces con mucha agua tenderá a volverse marrón. Sabrás que está lista cuando puedas atravesar el tallo con facilidad usando un tenedor.

Luego deberás escurrirla volteándola con el tallo arriba. Una vez que esté seca podrás disfrutarla arrancando hoja por hoja. Ten en cuenta que solo debes comer los trozos de la parte inferior de la hoja.

Cuando llegues al centro, notarás que tiene mucha carnosidad, que está cubierta por unas hojas finas. Retíralas y encontrarás una peluda capa encima del corazón. Para deshacerte de ella, usa una cuchara y listo. Disfrútala.

La alcachofa se utiliza en forma de extractos secos y de otras preparaciones médicas. (Foto: Pixabay)
La alcachofa se utiliza en forma de extractos secos y de otras preparaciones médicas. (Foto: Pixabay)

BENEFICIOS DE LA ALCACHOFA

Digestivo. Al tener propiedades digestivas y gracias a su fibra, ayuda a regular el estreñimiento y diarreas.

Disminuye el colesterol. Además, ayuda a aliviar la acidez, flatulencias, problemas de cálculos en la vesícula biliar y a reducir el colesterol y la tensión alta.

Diurético. Ayuda a eliminar las toxinas y la retención de líquidos.

Antioxidante. Contribuye a que los tejidos del organismo se mantengan en buenas condiciones y previenen la aparición de enfermedades degenerativas y cardiovasculares.

Contra el cáncer. Al poseer apigenina y luteolina, inhiben el desarrollo de células cancerígenas del páncreas, según estudios in vitro de la Universidad de Illinois, EE.UU.

Prebiótico. Actúa como fertilizante porque estimula el crecimiento de bacterias sanas en el intestino.

Para el hígado. Contribuye a mejorar las funciones del hígado. El consumo de alcohol, medicamentos y malos hábitos alimenticios pueden ser la causa de dolencias hepáticas como hígado graso.

Diabetes. El gran contenido en fibra dietética de la alcachofa hace que no tengamos picos de azúcar en sangre porque ésta se va absorbiendo lentamente.

Contra el estreñimiento. Ayuda a tener un buen tránsito intestinal de manera regular, previniendo de esta forma el cáncer de colon.

Esta planta podría ser originaria de Egipto o del Norte de África. La planta denominada Cynara ya era conocida por griegos y romanos. (Foto: Pixabay)
Esta planta podría ser originaria de Egipto o del Norte de África. La planta denominada Cynara ya era conocida por griegos y romanos. (Foto: Pixabay)

RECETAS CON ALCACHOFA

El portal nos da algunas preparaciones de comida en base a esta verdura.

ALCACHOFAS GUISADAS Ingredientes: 1,5 kilos de alcachofas frescas, 3 cucharadas de salsa de tomate, 1 vaso de vino blanco, 2 zanahorias, 1 cebolla, un chorrito de aceite de oliva, 1 limón y sal al gusto.

Preparación: Retira las hojas exteriores hasta que se parezca a un capullo de flor. Luego corta el tallo, pero no del todo para que las hojas no se suelten. Después, corta un dedo de la superficie para que dejes expuesto el interior. Tras ello retira la parte morada y pelusa, para después frotarla con limón y ponerlas en agua fría. Cocínalas con sal por 20 minutos y escúrrelas.

Calienta un chorrito de aceite en una cazuela y sofríe la cebolla y las zanahorias picadas hasta que estén doradas. Añade la salsa de tomate, las alcachofas y el vino blanco. Deja que cueza todo junto durante 15 minutos.

ALCACHOFAS AL AJILLO Ingredientes: 3 limones cortados en gajos, 4 alcachofas grandes o 8 pequeñas, 110 ml de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta recién molida, al gusto, y 4 a 6 dientes de ajo pelados y picados.

Preparación: Llena una cazuela con agua hasta sus 2/3 partes y añade el jugo de 1 limón. Realiza el mismo procedimiento para limpiar y cocinar la pulpa de la alcachofa. Agrega las alcachofas en el agua con limón y ponlas a cocer durante 20 minutos. Escúrrelas y que sequen.

En una sartén grande a fuego medio alto, calienta aceite de oliva y espolvorea la sartén con sal y pimienta negra. Echa las alcachofas, añade dientes de ajo picados, y ve mézclalos hasta que estén uniformemente doradas. Incorpora los restantes gajos de limón en la sartén, reduce el fuego y deja que se cocine durante 5 minutos más. Tras ello esperar que repose.