Se acerca el verano y una de las frases que más resuenan esta temporada es “¡alquilemos una casa de playa!”. Ya sea para recibir el nuevo año como para pasar una pequeña temporada frente al mar, pensar en mudarse a un inmueble de estas características nos lleva a pensar si acaso no es más rentable plantearse la compra de un ‘depa’ o casa propia lejos del centro de la ciudad.
Esto, a su vez, nos deja pensando si comprarse una casa de playa es un lujo que pocos se pueden permitir, por lo que quizás podría tornarse en un proyecto demasiado ambicioso y de largo plazo. Estas dudas, sin embargo, se disiparán poco a poco, conforme tengamos claro nuestro perfil como consumidor y para esto debemos comenzar, por supuesto, con calificar en un punto muy importante: amar vivir cerca al mar.
Una oferta muy variada
Gestionar la compra de un departamento o casa de playa tiene un procedimiento muy parecido al de cualquier adquisición de un inmueble, nos explica Jair Peralta, especialista en derecho inmobiliario y protección al consumidor, en entrevista con El Comercio.
“En términos de complejidad, el trámite es el mismo. Vas a tener un vendedor de un lado y un comprador del otro lado y los documentos que te van a suscribir serán los mismos de un contrato de compraventa, es decir, existirá una escritura pública y una inscripción en registros públicos. La diferencia, de repente, en comparación a la compra de un departamento en la ciudad o en una zona urbanizada, es que con las casas de playa vas a encontrar, quizás un poco más de variedad porque puede ser que encuentres a alguien que venda terrenos, o casas de estreno o de segundo uso y, por supuesto, departamentos. Así que, de repente, tienes una oferta un poquito más variada que si hablamos estrictamente de venta de inmuebles en ciudades”.
Los departamentos, una tendencia in crescendo
Y en contraste con las casas, es precisamente la compra de departamentos frente al mar lo que viene desarrollándose en los últimos cinco años en nuestro país. Así nos lo hace saber Luciano Barredo, gerente de marketing de Urbania, en diálogo con este diario. “Después de la pandemia muchas personas comenzaron a ver con buenos ojos vivir lejos de la ciudad (sur chico) porque tampoco es que son viviendas tan alejadas del centro de Lima. A esto hay que sumarle el cambio de vida de muchos profesionales que permanecen muchas horas en casa debido al Home Office y al que se les ha hecho atractivo el costo del metro cuadrado en esta zona del país”.
San Bartolo a la cabeza del sur chico
En cuanto a los distritos con más demanda para comprar una casa o departamento de playa, Barredo señala que “al 2024, en el sur chico es San Bartolo el que lidera la lista con un 13,3% seguido de Punta Hermosa con 13%. Asia, por su parte, tiene una demanda del 38,8%”, según información de Urbania.
Si hablamos de precios, Barredo explica que en el caso de la compra de un inmueble playero, varía mucho el costo del metro cuadrado. “De hecho en las playas, el metro cuadrado es más económico que en la ciudad, sin embargo, para hablar de cifras, habría que ver con qué distrito de Lima lo comparamos. No obstante, en promedio, la compra de un departamento de más de 100 metros cuadrados en San Bartolo puede estar costándote entre 200 y 250 mil dólares mientras que en Punta Hermosa, alrededor de 350 mil dólares”.
Proyecciones 2024-2025
De cara a lo que queda del 2024 y 2025, Barredo se muestra optimista con las proyecciones que apuntan al desarrollo e incremento de la demanda en el sur chico. No solo por el crecimiento de proyectos inmobiliarios sino en inauguraciones de grandes proyectos comerciales como KM40 (Lurín), cuyo inversionista es el exjugador Jefferson Farfán, y Boulevard Puntamar (Punta Hermosa) que cuenta entre sus inversionistas con Claudio Pizarro.
“Hasta hace unos años, la gente no se animaba a irse a vivir definitivamente al sur chico pero, actualmente, con el crecimiento inmobiliario que estamos viendo, la gente ya tiene cerca todo lo necesario para cubrir sus necesidades básicas”.
¿Cómo elegir la mejor casa de playa?
Para responder esta pregunta, primero debemos tener claro nuestro perfil de comprador. En ese sentido, saber perfectamente para qué deseo adquirir un inmueble de estas características. ¿Quiero alquilar? ¿Quiero vivir ahí? ¿Con cuánto dinero cuento?.
Teniendo claro este punto, podremos elegir el lugar de acuerdo a nuestras necesidades. “De acuerdo a mis posibilidades, yo puedo comprar casas en Asia, en Punta Hermosa, en cualquier zona del sur, pero debo tener en cuenta que cada zona tiene una particularidad, tiene algo que le da al usuario. Por ejemplo, Punta Hermosa tiene los restaurantes y es una playa cercana a todo, eso es un gran atractivo. De lo contrario, si la gente lo que quiere es exclusividad, clubes cerca o una vida social activa se va a Asia. Si quieres tranquilidad para estar en familia, te vas a San Bartolo o Santa María, que, además, es muy segura y tiene la playa muy cerca”, explica Paul Saurré, broker de RE/MAX, en conversación con El Comercio.
Algo que debes tener en cuenta al adquirir una casa de playa es que probablemente dependiendo de la zona a donde vayas, tendrás que cumplir con las condiciones de convivencia del lugar. Es decir, con ciertas normas de playa, Por ejemplo, el color de tu fachada, el ruido hasta una hora determinada, etc.
“¿Qué tipo de persona eres? es otro factor importante que debes tener en cuenta. Si eres una persona joven y sola, con familia, con pareja”, acota Barredo.
En este proceso de compra de un inmueble de playa, debemos tener en cuenta también una serie de ventajas y desventajas. “Todos sabemos que en las playas a partir de mayo casi ya no hay gente, entonces la vacancia es grande. Por ejemplo, la demanda estacional es buenísima, vas a tener un montón de clientes durante el verano, o Semana Santa o en algún feriado largo, esto te genera plusvalía. ¿Pero qué pasa durante el resto del año? En este caso, si vas a invertir, tienes que considerar también los riesgos. ¿Tengo una estacionalidad muy baja? ¿Cómo le daré mantenimiento a ese inmueble el resto de año? Este es un tema muy importante dada la corrosividad del lugar”, agrega Saurré.
Y esto aplica a ambos casos, al inmueble no habitado como en el habitado todo el año, ya que el desgaste de la propiedad suele ser mayor que en Lima justamente por el tema de la brisa marina y la humedad.
Asesórate y conoce el lugar personalmente
Tal y como sucede en todo proceso de compra de un inmueble en la ciudad, lo recomendable al evaluar una adquisición de estas características es informarse bien con un especialista en el tema.
“Creo que en estos casos es más aconsejable acudir con un especialista y se verifique la propiedad personalmente porque el agente puede aconsejarte pero eres tú el que finalmente vivirá ahí y eres tú el que debe verificar personalmente el estado general de la propiedad. Que el agua y la luz lleguen con fluidez, que haya Internet, que haya acceso a la playa como me han ofrecido. Caminar por la noche, por la tarde, ver qué cosa tengo al costado, si hay una posta cerca, si hay vigilancia, que el entorno sea seguro”, explica Saurré.
Errores que debes evitar
Hasta este punto y con los consejos de los especialistas aclarándote el panorama, es preciso tener claro también los errores que debes evitar en un proceso de compra de la magnitud de una casa de playa.
1. No prestarle atención a la parte legal. “Actualmente existen en el mercado muchos desarrolladores que te presentan incluso esquemas de inversión que parecen muy atractivos a primera vista, pero revisando la situación legal de los terrenos donde se piensa desarrollar el proyecto, puedes encontrar que, de repente, lograr una habilitación urbana está todavía muy lejos de concretarse, entonces la inversión que tú puedes proyectar para a corto plazo, podría terminar siendo realmente algo a largo plazo”, señala Peralta.
2. La elevada expectativa de ingreso. Muchas veces la emoción que te da el poder adquirir una casa de playa o la experiencia de alguien cercano que alquila constantemente a un inmueble en esta zona, te hace creer que siempre va a ser un buen negocio sin tomar en cuenta en qué playa estás invirtiendo, qué tan cerca está del mar está el inmueble que quieres comprar, cuál es su valor agregado (el número de habitaciones que tiene, el número de estacionamientos, si cuenta o no con piscina, etc.).
3. El sobrecosto en la inversión. Si no tengo una buena planificación podrías terminar gastando mucho más, por ejemplo, amoblando el departamento de lo que inicialmente tenía pensado, lo que desembocará en afectar tu curva de rentabilidad.
Considerando lo expuesto, ¿Te animarías a invertir en una casa de playa?