El último día de octubre y los primeros de noviembre tienen un especial significado debido a la celebración de importantes fechas como la de Halloween o el Día de Muertos que, aunque coinciden en algunas cosas, tienen aspectos distintivos. Entonces nos preguntamos, ¿cuál es la diferencia entre ambas?
En principio, su origen tiene explicación en ámbitos culturales, pero es su creación geográfica es la que marca un distintivo: el Día de Muertos es una tradición mexicana de origen prehispánico que se conmemora el 1 y 2 de noviembre, mientras que Halloween se festeja el 31 de octubre.
Sobre el Día de Muertos, como fue mencionado, es una tradición en México, incluso anterior a la llegada de los españoles. Según su concepción, los indígenas atribuían varias entidades anímicas a cada individuo, lo que significaba que tendrían un destino distinto al morir.
En cuanto a las celebraciones de Halloween, esta se destaca por las fiestas de disfraces, donde los niños son los más entusiastas al recolectar dulces u otras golosinas. Proviene de un festival celta hace más de tres mil años y es la contracción de All Hallow’s Eve, traducido como la Víspera de Todos los Santos.
De este modo, con aunque en fechas distintas, se puede apreciar cómo ambas celebraciones poseen una temática enfocada en las personas que ya no están con nosotros. Eso sí, ambas festividades son motivo de alegría a su modo y coinciden en la marcada unión con la que se realizan.
¿POR QUÉ SE FESTEJA HALLOWEEN EL 31 DE OCTUBRE?
La celebración de Halloween el 31 de octubre tiene sus raíces en antiguas tradiciones celtas. Originalmente, esta fecha estaba asociada con la festividad celta llamada Samhain, que marcaba el final del verano y el inicio del invierno.
Samhain tenía un significado especial, ya que se creía que en esa época del año, los límites entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se volvían más delgados, permitiendo que los espíritus de los difuntos regresaran a la Tierra.
¿QUÉ SE SABE DEL ORIGEN DEL DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO?
La Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos es un día que tiene gran importancia dentro de las Iglesias católicas. Este día es el 2 de noviembre, en el cual llegan las almas a las ofrendas por última vez. El motivo de esta fecha es rezar por aquellos fieles que han finalizado su paso por la tierra.
Como todo acontecimiento histórico, esta expresión cultural tuvo que pasar por un proceso que duró muchos años. Con el ‘edicto de Milán’ del emperador Constantino y la liberación de la Iglesia, las casas de oración dedicadas a la adoración de dioses paganos se volvieron cristianos.
Luego de varios episodios históricos, entre los años 731 y 741 el papa Gregorio III consagró un sitio en el Vaticano para que se pueda dar culto a los santos, quienes antes fueron recordados en los cementerios y algunas fosas que se hallaban en lugares cercanos a Roma.
Para ser más exactos, el origen del Día de los Difuntos tiene que ver con el monje San Odilón, quien en el 988 instituyó la fecha en Francia. Este acto célebre fue adoptado por Roma en el siglo XVI y a partir de allí es celebrado por todos los católicos en el mundo.
Después de varios años y episodios en donde la iglesia católica sufrió severos cambios, la tradición llegó a América en los tiempos en donde se forjó la Conquista de los españoles. Ellos combinaron aspectos de los indígenas o prehispánicos con los de la religión que ellos profesaban.