Conoce la increíble historia de Amanda Santos. (Foto: Cattitude / Difusión)
Conoce la increíble historia de Amanda Santos. (Foto: Cattitude / Difusión)
Redacción EC

Si uno pudiera escoger su trabajo de ensueño, muchas personas dejarían sus empleos actuales y esto fue lo que hizo , aunque de una manera singular. Pasó de ser publicista a vivir como cuidadora de gatos. ¿Le va bien o mal? ¿Subsiste solo con este empleo? Aquí te contamos su .

Desde sus años trabajando en la publicidad, sus compañeros sabían de su pasión por los gatos y le pedían que cuide a sus mascotas cuando estos debían viajar. Naturalmente, no podían llevarlos con ellos y Amanda era la persona idónea para encargarse de esa labor.

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Sin embargo, de un momento a otro, se vio en una situación difícil al ser despedida en plena Nochebuena de 2017. Lejos de quedarse de brazos cruzados y debido a notar que los más de 130 millones de mascotas que viven en Brasil son ahora más exigentes con su cuidado, puso en marcha un plan.

Así fue como, luego de un estudio de mercado propio de la profesión en la que fue forjada, logró conseguir que 30 personas le paguen por este singular servicio. ¿Por qué? Pues ellos viajaban y no tenían a nadie que cuide a sus gatos. Ese ese experimento se convirtió a lo que hoy es Cattitude.

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Una labor simple, pero que requiere seriedad

Según el portal ‘’, el haber sido voluntaria en una ONG enfocada en el rescate de gatos abandonados en 2011, la hizo llevar un curso de dos meses y medio como auxiliar veterinaria. Con este conocimiento previo, la credibilidad de su nuevo proyecto incrementó y lo siguiente fueron solo éxitos.

Fuente: Cattitude / Difusión
Fuente: Cattitude / Difusión

¿Cómo es su trabajo? Días antes se encarga de visitar el domicilio para completar algunos datos y familiarizarse con la mascota. Ya el día previsto, va a la casa del dueño, juega con el gato, le cambia su arena, les da de comer y beber; incluso puede cortarles las uñas de ser necesario.

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De este modo, con tres o cuatro visitas por semana en semanas menos concurridas, suele ganar entre 70 y 85 reales por hora (alrededor de 50 y 60 soles peruanos), dependiendo de la ubicación. Y es que el empleo es, en líneas generales, sencilla debido a que los gatos son animales bastante independientes. Sin embargo, cuando es necesario, ella está ahí para cumplir con su labor, algo muy parecido a un pasatiempo para ella.

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