El fenómeno habría tenido epicentro al valle del Mississippi. (Foto: Twitter @jkarmill)
El fenómeno habría tenido epicentro al valle del Mississippi. (Foto: Twitter @jkarmill)
Redacción EC

El pasado 5 de julio, las en se llenaron de imágenes que mostraban un fenómeno que, cuanto menos, era sorprendente. El cielo adquirió una tonalidad verdosa fluorescente en ciertas partes del país norteamericano, lo que llamó la atención de curiosos hasta llegar a oídos de expertos. Entonces, ¿por qué sucedió esto y en qué lugares se apreció? Aquí los detalles.

En principio, según lo que menciona el portal , se trataría de un fenómeno relacionado con el clima el cual se le denomina ‘derecho’. Este consiste en un conjunto de tormentas eléctricas en proceso de expansión, que lo hace capaz de viajar a cientos de kilómetros e invadir el espacio de varios estados al mismo tiempo.

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Según los reportes de los propios ciudadanos y autoridades locales, este singular hecho pudo ser apreciado en Dakota del Sur, Iowa, Nebraska, Minnesota e Illinois, pues su extensión sería de aproximadamente 160 kilómetros de ancho. Las fuertes corrientes de viento complementaron la peculiar atmósfera durante su desarrollo.

Por ejemplo, en Huron, los vientos alcanzaron los 150 km/h; en Agar se llegó a registrar 146 km/h; mientras que en Miner se superó la marca de 160 km/h. Jurisdicciones como Dewey presentaron 135 km/h, pero fue el granizo lo que los sorprendió, pues estos habrían tenido un tamaño considerable que equipararon al de una pelota de beisbol.

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CAUSAS Y EFECTOS DEL ‘DERECHO’ EN ESTADOS UNIDOS

Entre sus causas, la Sociedad Meteorológica Estadounidense aseguró que el ‘derecho’ habría sido provocado por un domo de calor de alta presión que tuvo como epicentro el valle del Mississippi, que se encontraba rodeado por tormentas catalogadas como “corredores de crestas”.

Vidrios rotos, líneas eléctricas desplomadas, cobertizos hechos añicos e incluso árboles que fueron derribados sobre algunas casas y vehículos fueron los incidentes más reportados. Sin embargo, la entidad especializada aseguró que para que los estragos sean continuos, el ‘derecho’ debería alcanzar unos 640 kilómetros de radio y un ancho de 95 kilómetros, lo cual, en buena hora, no sucedió.

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