En un mundo donde cada vez más personas viven preocupadas por los problemas cotidianos, desde inconvenientes laborales, cargas familiares y asuntos personales de compleja resolución - como las enfermedades -, es común que se busquen alternativas viables que ayuden a paliar los efectos que dichas adversidades pueden ocasionar en la salud, tanto física como mental.
Hay quienes optan por realizar algún deporte o se entregan a la naturaleza para encontrar un poco de paz. Otros sugieren una alternativa más conservadora y abrazan su fe - o creencia en algo o alguien - para salir de ese laberinto que no les permite progresar.
En la actualidad, millones de personas en todo el mundo realizan Yoga o Falun Dafa, dos interesantes prácticas espirituales que buscan, a través de la meditación y la práctica de ciertos ejercicios físicos, que el ser humano logre el máximo bienestar, en lo corporal y espiritual.
¿Qué es el Falun Dafa?
El Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) surgió en China en el año 1992 y fue originalmente enseñado por Li Hongzhi. Se trata de una práctica espiritual arraigada en la tradición budista, cuyo sistema de creencias brinda la posibilidad de alcanzar el crecimiento espiritual a través de la práctica disciplinada.
En 1999, el Partido Comunista Chino inició una campaña de persecución contra las casi 100 millones de personas que, en ese entonces, practicaban esta disciplina en el gigante asiático. En su momento se denunció arrestos masivos, torturas, destrucción de libros y encarcelamientos.
Según cita falundafa.org, las enseñanzas de Falun Dafa “animan a los estudiantes a soltar apegos poco saludables mientras se esfuerzan por armonizar sus vidas con las características fundamentales del universo: verdad, benevolencia y tolerancia”.
Esta disciplina, además, se basa en dos componentes principales: mejorar mediante el estudio de las enseñanzas y practicar suaves ejercicios y meditación. En la actualidad, Falun Dafa se practica en más de 80 países y las enseñanzas de su creador se han traducido a más de 40 idiomas.
En el Perú se practica Falun Dafa desde el año 2000 y la enseñanza se lleva a cabo de forma gratuita en parques de diferentes distritos limeños como Miraflores, San Borja, San Isidro, Magdalena, Jesús María, Surquillo y San Juan de Lurigancho.
¿Cuáles son los beneficios del Falun Dafa? Aquí unos testimonios
El Comercio consultó a cinco personas que en la actualidad practican esta disciplina. Todas ellas dieron a conocer cómo sus vidas han cambiado para bien desde que descubrieron y pusieron en práctica sus enseñanzas.
“Falun Dafa me ha ayudado a mantener una buena salud a mis 65 años. Hace 20 años que no visito a ningún médico. Hoy me encuentro muy bien con mucha energía y vitalidad. Las enseñanzas de Falun Dafa me han fortalecido, tengo una perspectiva muy positiva de la vida. Los problemas los tomo como oportunidades para practicar la compasión, la tolerancia y para mirarme a mi misma en el sentido de que debo cambiar yo para que esto no ocurra. Gracias a ello los problemas puedo superarlos con más facilidad”, indicó a El Comercio la señora Violeta Vásquez.
Añadió que, en el plano emocional, esta práctica le ayudó a superar su nerviosismo y eliminar sus miedos. “Aprendí a manejar bien mis emociones tendiendo al equilibrio. Sigo avanzando y creo que hasta el último día de mi vida estaré bregando para ser una mejor persona”.
“Me ayudó a ser feliz”
Para Clara Solís, de 34 años, el Falun Dafa le ha ayudado en varios aspectos de su vida, como en la salud mental y física. “Me ha ayudado a estar tranquila y feliz, con buena salud, a comprender a los demás, poniéndome en el lugar de los otros cuando hay algún problema, ser más comprensible y tolerante con los demás”, indicó.
“Se la recomiendo a todos, porque les traerá beneficios en todos los aspectos de la vida, buena salud y elevación de los valores morales, lo cual es beneficioso para nuestra sociedad”, apuntó.
“Estoy sana, nada me duele”
En el caso de Geni Alves de Oliveira, de 52 años, su primer contacto con el Falun Dafa fue en 2020, en pleno inicio de la pandemia del Covid-19.
Ella cuenta a El Comercio que esta práctica ha cambiado su vida porque “cuando yo empecé, estaba muy enferma de colon irritable, y con la disciplina de los ejercicios y la lectura empecé a mejorar día a día”.
“Cuando ya tenía un mes de haber iniciado la práctica ya no sentía ni los dolores ni la tristeza que tenía y también ya no estaba con miedo de la pandemia. Ahora soy una persona que ve la vida diferente. Tengo mi cuerpo sano, nada me duele. Siento más energía para hacer las cosas”, aseguró.
“Tengo buena salud, es extraño que me enferme”
Oswaldo Solís cuenta que conoció el Falun Dafa hace 20 años, gracias a una amiga que le alcanzó un volante y que realizaba las prácticas en el Campo de Marte, de Jesús María.
“En la parte corporal se alcanza a tener buena salud. Esta práctica permite mover y abrir todos los canales de energía que están dentro del cuerpo, a través de movimientos suaves y lentos. Por medio de la practica he logrado tener buena salud, es extraño que me enferme. Eliminé la migraña, que me había afectado muchos años”, contó.
“Los beneficios son muchos, trabajo con más energía”
La señora Clara Quispe, a sus 67 años, dice sentirse más saludable y con mayor energía para realizar sus actividades cotidianas; eso, desde que comenzó a practicar Falun Dafa hace casi 18 años.
Ella cuenta que los ejercicios y la meditación le ayudaron a superar algunos problemas de salud que no le permitían llevar una vida normal.
“El primer día que realicé los ejercicios me sentí muy bien, más relajada y con menos dolor, me refiero a un dolor tan agudo en la columna que sufría. A mis 67 años me siento muy energética y saludable. Los beneficios son muchos. Trabajo con mas energía. Mi mente esta otra vez muy activa, muy clara. La memoria que con la vejez se va disminuyendo, la he recuperado. Camino mucho sin cansarme”, dijo a El Comercio.
“Yo la definiría como una excelente, maravillosa y efectiva practica adecuada para estos momentos difíciles en el mundo. Ejercicios fáciles de realizar. El estudio de un libro guía en el tiempo que uno disponga. Realizando actividades domésticas, aun trabajando o estudiando se puede practicar”, añadió.