“La casa de papel: Corea”: ¿cuál es el origen de las máscaras que aparecen en la serie?

Una de las últimas producciones de Netflix que ha generado gran expectativa entre sus suscriptores es “La casa de papel: Corea”, remake de la popular serie española.

En esta nueva entrega podremos observar algunos cambios, como el lugar del atraco. En la versión española era la Casa de Moneda, y en este caso, veremos un escenario ficticio en el que Corea del Norte y del Sur unifican sus economías.

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Ahora bien, otro cambio que observamos son las máscaras. Como se recuerda, en la versión original veíamos máscaras con rasgos de Salvador Dalí, las cuales han sido objeto de disfraces para Halloween, cosplayers, convenciones frikis y otros eventos.

Sin embargo, en la versión coreana veremos una nueva y misteriosa máscara, la cual tomó por sorpresa a muchos y seguramente querrán saber su origen, el cual se remonta a una añeja tradición local.

¿Cuál es el origen de las máscaras de “La casa de papel: Corea?

De acuerdo con la información revelada por Netflix, los personajes en “La Casa de Papel: Corea” usan los clásicos trajes rojos de la franquicia junto con una máscara estilo Hahoe con una gran sonrisa.

Según el sitio web del Museo de la Máscara Hahoe-Dong, este tipo de máscaras representan un “preciado patrimonio cultural” en el país. Originalmente, estas estaban compuestas por 12 modelos diferentes que representan personas, de las que sólo quedan nueve originales.

Dichas máscaras se usan en una tradicional danza del siglo XII, que forma parte de la ceremonia Hahoe byeolsingut talnori, en la que existen 2 de león. En el caso de la serie, se utilizó la llamada Yangban, que representa a un adinerado y poderoso aristócrata.

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Cuenta la leyenda que las máscaras aparecieron luego de que una deidad le diera la tarea a un hombre de crear 12 máscaras, las cuales nadie debería ver. Sin embargo, mientras fabricaba la última, una chica la espió por un hoyo y provocó que lo castigaran los dioses con la muerte. Por esta razón, la última máscara que realizaba, Imae, quedó inconclusa, careciendo de mentón.

Fuente: Milenio