Gabriela Delgado

El 24 de enero de 1995, , ex estrella del fútbol americano de la NFL, enfrentó en el llamado “juicio del siglo”, una acusación por el doble asesinato de su ex esposa Nicole Brown Simpson y de un amigo, Ron Goldman del que fue declarado inocente después de 17 meses en medio de una gran cobertura mediática y varias dudas al respecto. Veintinueve años después, ‘The Juice’, como se le apodaba al ex deportista, es nuevamente noticia debido a su fallecimiento a los 76 años, producto de un cáncer de próstata.

OJ Simpson rodeado por sus abogados defensores del Dream Team desde la izquierda, Johnnie L. Cochran Jr., Peter Neufeld, Robert Shapiro, Robert Kardashian y Robert Blasier, al cierre de argumentos de la defensa jueves 28 de septiembre de 1995. AP
OJ Simpson rodeado por sus abogados defensores del Dream Team desde la izquierda, Johnnie L. Cochran Jr., Peter Neufeld, Robert Shapiro, Robert Kardashian y Robert Blasier, al cierre de argumentos de la defensa jueves 28 de septiembre de 1995. AP

Como sucede con muchas “estrellas”, la vida de O. J. Simpson, sufrió un severo revés y así pasó de ser idolatrado por millones de estadounidenses que admiraban su origen pobre -el cual le produjo raquitismo en las piernas pero que no impidió que llegase a la NFL donde en 1968 ganaría el trofeo Heisman, en 1973, el premio al jugador más valioso y en 1985, entrar al Salón de la Fama de la reconocida liga deportiva- a ser protagonista del mencionado doble crimen y posteriores acusaciones de secuestros y robo a mano armada.

Un ”Dream Team” para defender a O.J. Simpson

Quien ubica a O.J Simpson, recuerda la impresionante persecución que protagonizó a mediados de 1994, posterior a la muerte de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman. A bordo de su camioneta Ford Bronco blanca conducida por su mejor amigo Al Cowlings, el ex atleta apuntándose la cabeza con un arma, hizo que la policía lo siguiera a baja velocidad durante una hora por la autopista interestatal 405.

El hecho hizo que todas las cadenas de televisión interrumpieran su transmisión para narrar a tiempo real “la fuga de Simpson”. Esta persecución sería el prólogo del “circo mediático” en que se convirtió su caso. Ya arrestado, O.J Simpson fue a juicio meses después y para ello contrató a cotizados abogados criminalistas como Robert Shapiro, Robert Kardashian, Alan Dershowitz, Johnnie Cochran, Carl Douglas, Shawn Chapman Holley, Gerald Uelmen, F. Lee Bailey, Barry Scheck, Peter Neufeld, Robert Blasier y William Thompson.


Manchas de sangre como otras pruebas físicas parecían indicar que el juicio a O.J. Simpson se resolvería en su contra. A esto, hay que sumarle los antecedentes de violencia física denunciados por la ex esposa del deportista. Sin embargo, el buen trabajo de sus abogados inclinó la balanza a favor del ex atleta.

Otro factor que jugó en contra de los fiscales que acusaron a O.J. Simpson fue el abuso imperante que existía aquella época por parte de la policía hacia los ciudadanos negros. Este hecho quedó en evidencia cuando se filtró un video en el que se veía cómo un grupo de policías blancos golpeaba sin piedad a un conductor negro.

Cinco meses después de iniciado el juicio, la recordada “prueba de los guantes” daría por finalizado el juicio con un O.J. Simpson triunfante.


¿Qué decía la evidencia?

Recordemos primero la escena del crimen. El 12 de junio de 1994, en su casa de Brentwood, en Los Ángeles, California, Nicole Brown, ya separada de Simpson fue encontrada apuñalada en la cabeza, en las manos y en la arteria carótida. Metros más allá, el cuerpo de Ron Goldman yacía apuñalado también. En el lugar, fueron encontrados unos guantes negros con manchas de sangre, entre otras marcas.

Llegado el juicio, los fiscales acusaron a Simpson de asesinar a Brown y Goldman por celos. En junio de 1995, los fiscales le hicieron probarse a O.J. Simpson unos guantes negros similares a los encontrados en el lugar del crimen pero este demostró torpeza al ponérselos. “Están demasiado apretados”, dijo. Esta acción fue inmediatamente aprovechada por los abogados del acusado.

Simpson muestra al jurado un par de guantes extragrandes similares a los guantes encontrados en la escena del crimen. AFP
Simpson muestra al jurado un par de guantes extragrandes similares a los guantes encontrados en la escena del crimen. AFP
/ VINCE BUCCI

“Si no encaja, debe absolverlo”, sostuvo Johnnie Cochrane, uno de los abogados estrella de O.J. Simpson, quien junto al resto de la defensa argumentó que la policía racista sembró esas pruebas en contra de su defendido.

Ante esto, el jurado, integrado por una mayoría de afroamericanos declaró inocente a Simpson. “El jurado ha considerado las pruebas y rendido su veredicto. Nuestro sistema judicial requiere respeto hacia su decisión”, señalaron, dando por concluido el largo juicio.

Años después, el fiscal Christopher Darden, en entrevista a la revista People dijo que “esos guantes cabían muy bien en las manos de Simpson” y que esa fue una “gran actuación del acusado”.

En 2012, esta vez en una entrevista al programa de televisión norteamericano TODAY, el fiscal en mención acusó a Johnnie Cochran de rasgar el forro de los guantes. “Creo que Johnnie rompió el revestimiento (...) Hubo algunos desgarros adicionales en el forro, por lo que los dedos de O.J. no pudieron llegar hasta el guante”.

Simpson (D) junto a F. Lee Bailey durante un descanso en la sesión judicial, el 10 de marzo de 1995. AFP
Simpson (D) junto a F. Lee Bailey durante un descanso en la sesión judicial, el 10 de marzo de 1995. AFP
/ REED SAXON
DATO

El famoso abogado F. Lee Bailey, parte del "Dream Team" de abogados que logró la absolución de O. J. Simpson, murió en 2021. Su presencia dominante en los tribunales lo convirtió en uno de los abogados más prominentes de la nación. En el famoso juicio, Bailey neutralizó a un detective de la policía de Los Ángeles en el juicio contra el exjugador, acusándolo de manipular las pruebas de la escena del crimen y de albergar motivaciones racistas.