A nosotros los humanos la rutina puede llegar a agobiarnos, cansarnos e incluso deprimirnos. Para nuestros engreídos ocurre todo lo contrario. Cuando tenemos un perro de mascota es fundamental establecer ciertos hábitos para evitar que se estresen. Ellos necesitan un horario que se respete para pasear, dormir y para comer.
En cuanto a la alimentación, puedes ir haciéndoles un horario a partir de los cuatro meses. Es importante que tengas en cuenta que, cuando son cachorros, necesitarán consumir pequeñas raciones tres veces al día para sentirse satisfechos.
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A partir de los 10 a 14 meses de edad, debes dividir la porción de alimento en dos comidas diarias, o darle una vez al día. La cantidad te la recomendará su veterinario y el horario dependerá de tu disponibilidad de tiempo. Recuerda que tu engreído debe adaptarse a ti y no al revés.
Ten en cuenta que después de comer tu perro debe reposar para digerir bien. Así evitarás la fatal torsión gástrica que afecta, sobre todo, a los canes grandes que realizan ejercicios después de alimentarse.
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Si tienes la costumbre de dejarle el plato siempre con comida lo mejor es que vayas armando su nuevo horario de alimentación. Para eso, coloca por 30 minutos su ración y retírala. Así sabrá que si no la prueba durante ese momento deberá esperarse hasta el siguiente turno.
Es saludable crearles un horario para comer, ya que esto te permitirá controlar mejor el momento en que defeque y evitarás problemas de salud como gastritis, obesidad, colitis, diarreas y anemias, entre otros.