En un país cada vez más convulsionado por la ola de criminalidad y la reciente desconfianza en el sistema bancario, surge una pregunta que cada vez más peruanos se hacen: ¿Hay formas más seguras de proteger el dinero? Hace algunos días, el sistema de seguridad digital de un banco fue vulnerado y junto a ella, los cimientos de la confianza pública en el sistema financiero también cayeron. A medida que crece el temor a ser víctima de extorsiones y fraudes, el oro, un activo con una historia de valor duradera, se presenta como una opción de refugio para los ciudadanos de a pie que buscan alternativas seguras para sus ahorros.
Sencillo, pero con riesgo
La fascinación por el oro no es nueva, y su rol como activo de refugio lo convierte en una opción atractiva en tiempos de crisis e incertidumbre económica. Sin embargo, Claudia Susano Morante, abogada y especialista en temas financieros, advierte que “no es difícil ahorrar en oro, pero sí es riesgoso”.
El valor del oro tiende a aumentar en periodos de crisis, pero también enfrenta fluctuaciones que pueden asustar a inversores primerizos. Además, la falta de regulación en ciertos mercados informales puede exponer al comprador a precios elevados o incluso a engaños.
“No es difícil ahorrar en oro, pero sí es riesgoso”.
Claudia Susano Morante, abogada y socia del estudio SSL ABOGADOS SCRL
“Deben ser asesorados por un especialista de confianza o que cotice en la bolsa, porque los precios pueden variar y haber pérdidas”, explica Susano.
A pesar de estos desafíos, el oro ofrece ciertas ventajas que pueden justificar su adopción. Este metal precioso no solo es resistente a las fluctuaciones de mercado que afectan a otras inversiones, sino que también representa una forma de independencia del sistema bancario.
Diversas maneras de ahorrar en oro
Rafael Weber, analista en Capitaria, broker de trading que lidera en Latinoamérica, explica que aunque no es sencillo para todos, existen formas seguras y legales de adquirir oro, incluso para el ciudadano promedio.
“Para ahorrar en oro, una persona natural cuenta con varias alternativas: puede adquirir oro físico, como lingotes o monedas, o invertir en oro a través de instrumentos financieros, como el trading de oro spot. Esta última opción, disponible en diversas plataformas de trading como Capitaria, permite a los inversores comprar y vender contratos de oro en tiempo real, lo que facilita aprovechar los movimientos del mercado sin la necesidad de almacenamiento físico”, dice Weber.
"Para ahorrar en oro, una persona natural cuenta con varias alternativas: puede adquirir oro físico, como lingotes o monedas, o invertir a través del trading de oro spot".
Rafael Weber, analista de estudios en Capitaria.
Sin embargo, debemos tener en cuenta algunos aspectos relacionados a las diversas maneras de ahorrar en oro; como, por ejemplo, el comprar oro físico, ya sea en lingotes o en monedas, requiere su almacenamiento en un lugar seguro, como una caja de seguridad en un banco.
“Las cajas de seguridad ayudan a evitar el riesgo de robo en el hogar, algo que en el Perú se convierte en una preocupación real”, recomienda Weber.
En relación a la alternativa del “trading de oro spot”, una modalidad en la que el oro se negocia de manera digital y elimina la necesidad de almacenamiento físico. Esta opción permite al inversor mantener su inversión en plataformas digitales reguladas y certificadas, donde se garantiza la transparencia en la compra y venta de activos.
“Para mayor seguridad, también se puede optar por inversiones en oro digital, como ETFs respaldados por oro o el trading de oro spot, que eliminan la necesidad de tener el metal físico en posesión. Estas alternativas permiten asegurar el valor del dinero sin exponerse a los riesgos de almacenamiento físico, ofreciendo así una protección adicional en contextos de inseguridad”, comenta Weber.
No obstante, quienes optan por el trading digital deben tener en cuenta las comisiones asociadas y la necesidad de comprender el funcionamiento de las plataformas financieras, que pueden ser complejas para quienes se acercan a ellas por primera vez.
País minero
Es importante tener en cuenta que el Perú cuenta, además, con una ventaja adicional: su estatus como uno de los productores principales de oro a nivel mundial. Esto no solo ha impulsado la economía del país a través de la exportación de este recurso, sino que también permite que el mercado local tenga acceso relativamente fácil a este metal.
“Al ser un país con grandes recursos mineros, contamos con diversas compañías locales que se dedican a la extracción del oro, las cuales brindan más alternativas a tener exposición indirecta al metal si tomamos posición en sus acciones”, explica José Silva, Senior Strategy Associate en Inteligo SAB, Sociedad Agente de Bolsa que cumple la función de intermediaria del mercado bursátil.
"Contamos con diversas compañías locales que se dedican a la extracción del oro, las cuales brindan más alternativas a tener exposición indirecta al metal si tomamos posición en sus acciones".
José Silva, Senior Strategy Associate en Inteligo SAB.
Y es que, en momentos de crisis, el mercado local podría beneficiarse de esta ventaja, aunque las políticas de exportación y la regulación interna del comercio de oro juegan un papel clave en determinar cuán accesible resulta realmente para el ciudadano peruano.
“Perú, siendo uno de los principales productores de oro y otros metales preciosos, se beneficia económicamente a través de la exportación de estos recursos, lo cual fortalece la balanza comercial y atrae divisas. Esta abundancia de recursos mineros también puede significar un acceso más directo al oro en el mercado local. Esto representa una ventaja relativa frente a otras economías menos diversificadas en recursos naturales”, complementa Weber.
Además de ello, Silva resalta que se debe tener en cuenta la valoración que tiene este metal en otros países, además de lo que el oro significa para el ciudadano de a pie, que por lo general es más que una simple mercancía; es un refugio, un testamento de confianza en tiempos inciertos.
“En países desarrollados donde las personas naturales cuentan con mayor acceso a instrumentos financieros y mayor grado de sofisticación, se considera al oro principalmente como un activo de diversificación, en algunos casos de tipo defensivo (activo de refugio) y en otros hasta especulativo (apuesta por altos rendimientos)”, resalta.
Poca volatilidad
Conocido como “el activo de refugio”, el oro es deseado en momentos de tensión geopolítica y crisis económica, y eso lo convierte en una inversión valiosa para los ahorradores peruanos, ansiosos de resguardar su patrimonio.
Desde el punto de vista económico, el oro tiene una capacidad de retención de valor que puede superar la de activos como el dólar o las criptomonedas, cuyos precios tienden a ser más volátiles.
La estabilidad histórica del oro, junto con su creciente valorización durante períodos de recesión y crisis económica, lo convierte en una alternativa viable, aunque no exenta de riesgos.
Sin embargo, como explica Rafael Weber, el oro no es un recurso infinito ni se puede dividir fácilmente para operaciones pequeñas, lo cual lo convierte más en una opción de ahorro a largo plazo, ideal para quienes pueden permitirse no tocar su inversión por periodos prolongados.
"Por nada del mundo, acudir a tramitadores, mineros ilegales, ya que no tendrán forma de demostrar el incremento de sus inversiones".
Claudia Susano Morante, abogada y socia del estudio SSL ABOGADOS SCRL.
Para muchos ciudadanos, invertir en oro puede parecer un lujo reservado solo para quienes disponen de grandes sumas de dinero. Pero Claudia Susano sugiere que existen opciones en el mercado peruano para quienes quieren empezar con poco.
“Se deben contratar empresas o especialistas de confianza que puedan dar el soporte necesario para verificar tus inversiones en oro, es decir certificados o que coticen en bolsa para mayor seguridad. Por nada del mundo, acudir a tramitadores, mineros ilegales, ya que no tendrán forma de demostrar el incremento de sus inversiones, ya que siempre se debe ver cómo fluctúan los precios a nivel nacional e internacional”, recomienda.
En el caso de los pequeños ahorristas, la compra gradual de pequeñas cantidades de oro podría ser una alternativa menos riesgosa que hacer una inversión considerable de una sola vez, y permite proteger el dinero sin comprometerlo por completo.
Todos lo desean
El oro no solo es apreciado en Perú; Países como China y Estados Unidos han sido testigos de cómo sus ciudadanos recurren al metal como una especie de seguro financiero.
En China, el oro es símbolo de prosperidad, un obsequio tradicional durante el Año Nuevo Lunar que infunde una sensación de seguridad en quienes lo poseen. En Estados Unidos, los inversores se encuentran en el oro un refugio ante la volatilidad del mercado de valores, un instrumento de protección en tiempos de crisis económica.
Este sentido de resguardo parece extenderse en Perú, un país rico en recursos mineros que ofrece ventajas a sus ciudadanos para el acceso a este metal.
Para aquellos peruanos que no confían en lo digital ni en el papel moneda, el oro representa algo tangible, algo que no puede desaparecer de la noche a la mañana. Esta creencia se ve fortalecida por las ventajas de invertir en este metal, como la alta liquidez, que permite a los inversores convertirlo en efectivo casi en cualquier parte del mundo, y su habilidad de “cubrir” la inflación, una cualidad que pocos activos ofrecen.
El Instituto de Ingenieros de Minas del Perú recuerda que el oro ha crecido un 11% anual en promedio en los últimos cincuenta años, siendo una de las inversiones más seguras a lo largo del tiempo.
No obstante, como lo señala el Consejo Mundial del Oro en un informe reciente, el oro no es inmune a los problemas. La crisis provocada por la pandemia de Covid-19 demostró que incluso los activos más sólidos pueden fluctuar. Sin embargo, su demanda como refugio sigue creciendo, especialmente en momentos de inflación alta y cuando otros activos parecen perder valor.
Según el mismo informe, una inversión del 2 al 10% en oro puede mejorar el rendimiento de una cartera, reduciendo la volatilidad y brindando un resguardo en tiempos difíciles.
La fiebre del oro en el Perú no es solo un fenómeno financiero; es el reflejo de un país que busca en lo tangible la seguridad que las instituciones le han negado. En un territorio donde la riqueza convive con la incertidumbre, el brillo del oro se convierte en un refugio en tiempos de desconfianza, un metal que no promete rendimientos exorbitantes, pero sí la certeza de algo sólido y eterno en un mundo cada vez más volátil.
Mientras los bancos flaquean ante amenazas y brechas de seguridad, los peruanos, aquellos que ven el peso del dinero desvanecerse en el aire, encuentran en el oro una respuesta casi instintiva, un anhelo por anclar su esfuerzo en algo que ni el tiempo ni la tecnología podría deshacer.