El cambio climático está causando una proliferación inusual de insectos que infestan los pinos en Estados Unidos, principal exportador de árboles de Navidad a México, lo que genera el riesgo de un impacto muy agresivo para las especies endémicas, advirtió a Efe un experto.
El director de Inspección de Vida Silvestre y Fitosanitaria en Puertos, Aeropuertos y Frontera de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Javier Navarrete, dijo a Efe que el cambio climático está causando el aumento de plagas en los árboles de Navidad debido al incremento en la temperatura en Estados Unidos.
Esos insectos no son calificados de plagas prioritarias en aquella nación, pero sí están catalogados como tales en México.
Se trata de entre 25 y 30 plagas de distintos organismos, entre los que figuran escarabajos barrenadores, escarabajos descortezadores, polillas y avispas, entre otros, que van al alza debido al cambio climático ya que el calor les permite aumentar su rango de presencia en territorios que antes les estaban vedados.
El funcionario federal recordó que México es de los países más diversos en cuanto a pinos, y de propagarse una plaga extranjera se corre el riesgo de un impacto muy agresivo para las especies endémicas nacionales de estos árboles, que son los más usados como ornamento navideño.
Relató que la verificación e inspección fronterizas de este tipo de árboles no es 100% efectiva para detener plagas, por lo que existe un trabajo binacional ara controlar a “estos bichos”.
Navarrete precisó que "se tiene un acuerdo con Estados Unidos para que, desde el origen de estos árboles, se les hagan revisiones exhaustivas para evitar este tipo de vectores".
Con todo, reconoció que “nunca existirá un riesgo cero; solo se puede actuar teniendo recursos humanos capacitados para contener las plagas, para así dar certeza de que en más del 90% se detuvo la entrada de bichos extraños a México”.
Informó que en 2018 se revisaron 651.000 árboles de Navidad, de los que 7.600 fueron devueltos a su país de origen debido a que portaban plagas. La Profepa tiene 14 años revisando los árboles de Navidad en las fronteras.
Este año se revisarán unos 700.000 árboles en unos 800 contenedores de tráiler que atraviesan las garitas fronterizas, cantidad que puede variar debido a las exigencias del mercado.
De acuerdo con Navarrete, “los inspectores están capacitados para detectar plagas”, pero indicó que “no podemos revisar todos los árboles, sino que se hace muestreo aleatorio de cada embarque, que por lo regular consta de unas 800 unidades”.
“En caso de tener enfermedad o plaga y de significar un riesgo para ecosistemas mexicanos se le evita el paso al país”, abundó.
RECORTES PRESUPUESTALES
Puntualizó que desde el Gobierno mexicano ha realizado ajustes presupuestales a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, lo que ha provocado reducción total de casi 40% de los recursos de la institución en los últimos cinco años. Ello provoca que haya menos dinero para equipos, tecnología y otros rubros.
Debido a esta realidad de austeridad, el organismo federal tiene proyectos con instancias internacionales para obtener recursos del exterior, fondos que por políticas de transparencia son administrados por Naciones Unidas.
México importa principalmente de Estados Unidos casi 60% de la demanda nacional total de árboles navideños, que este año se estima sea de alrededor de 1,1 millones, mientras que de producción nacional será de unos 440.000 especímenes.
Los árboles importados en su mayoría provienen de los estados de Oregon y Carolina del Norte (EEUU), que pueden representar un riesgo debido a las plagas y enfermedades que podrían contagiar a los ecosistemas forestales nacionales.
Por su parte, Eduardo Rendón Salinas, subdirector de Ecosistemas Terrestres de la organización ambientalista WWF México, indicó a Efe que “es esencial el cuidado de los bosques que están afectados por sequías y plagas, que se han estresado por el cambio climático”.
“Un ejemplo es la Reserva Mariposa Monarca, así como la producción maderera en todo el país que se ha visto afectada por este fenómeno natural”, expuso.
Añadió que “las plantaciones de árboles de Navidad se han establecido en sitios antes agrícolas y que conllevan diversos beneficios de recuperación de suelos, y su producción para la Navidad es esencial por las ventajas que provee en los ecosistemas”.
Rendón enfatizó que “el reto que enfrentan los productores locales es la falta de una buena comunicación y el mercadeo”.
“Los ejidatarios deben saber vender sus árboles para así competir de buena forma contra las importaciones legales e ilegales. Se deben implantar esquemas de mercadotecnia adecuados para subsistir con sus plantaciones”, acotó.
EFE