Con la bolsa al hombro, paso lento y cabizbajo, Rafael Nadal se despidió del primer Grand Slam del año. Una vez más los problemas físicos volvieron a aparecer y esta vez fue la cadera la que le impidió competir en su máximo nivel frente a Mackenzie McDonald, contra el que perdió por tres sets seguidos.
Cabe mencionar que el tenista español era el favorito de la competición, por eso su molestia cuando tuvo que retirarse. Fue durante el segundo set cuando aparecieron los dolores y aunque Nadal puso resistencia, acabó cediendo ante el estadounidense con un marcador ajustado de 6-4, 6-4 y 7-5.
“Estoy cansado, triste, decepcionado”, expresó Nadal luego del partido en la sala de prensa. “A partir de aquí, supongo que cuando las cosas avancen se tomarán las decisiones adecuadas, porque quiero seguir jugando al tenis. Dicho esto, no penséis que quiero dar un paso atrás, no es el caso, pero mis sensaciones actuales son malas”.
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El español de 36 años se sinceró ante la presión y comentó acerca de esta situación que últimamente se ha hecho más habitual. Como se recueda, esto se ha ocurrido en los tres últimos Grand Slam, donde ha culminado con importantes lesiones que lo han llevado a largos paros de recuperación, según informa la página oficial del ATP Tour.
“Es evidente que es otra vez, que en los últimos tres Grand Slam no he podido terminar ninguno en condiciones: dos roturas de abdominal, aquí no sé qué pasa en la cadera…”, recordó el campeón de 22 Grand Slam. “Podemos venir aquí, poner buena cara —que lo hago— y aceptar las cosas —que también lo hago— pero uno no tiene que engañarse a sí mismo y hacer un discurso optimista cuando no lo es a día de hoy”.
A pocas horas de haberse despedido del Australia Open, el tenista no ocultó su decepción: “Nunca he estado en condición de quejarme. La vida me ha dado y me da tantas cosas positivas que no tengo derecho a quejarme, pero es evidente que van sucediendo cosas y a nivel deportivo el vaso se va llenando y llega un momento dado en el que el agua puede salir por fuera. Hay que ser realistas”.
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Eso sí, no dejó pasar las cosas positivas que le dejó el torneo, en el cual disputó cuatro partidos, recalcando que con tantas horas de entrenamiento pudo mejorar ciertos aspectos de su condición física.
“Necesitaba pasar días en el circuito. Estas tres semanas han sido positivas, creo que al menos he podido recuperar muchas cosas a nivel de movilidad y competitividad”, añadió. “Espero no tener que pasar ahora mucho tiempo fuera, porque es muy difícil coger la forma. Cuando continuamente tienes parones, se hace difícil y aún más con una edad avanzada”.
Nadal también comentó que el siguiente paso es hacerse una resonancia para evaluar la magnitud de su lesión, teniendo en cuenta que tiene como próximas competiciones el ATP Tour de Doha y Dubai.
“No queda más que, como siempre, poner la cabeza sobre los hombros, esperar, aceptar las cosas como vienen y después seguir las indicaciones. Hacer las cosas de la mejor manera posible e intentar estar listos para cuando pueda volver a jugar”, indicó. Aún resta un mes hasta entonces.