Hace poco se llevó a cabo un estudio acerca del Valle del Rift de África Oriental (EARS, por sus siglas en inglés) que ha logrado llamar la atención de los equipos científicos a causa de sus posibles repercusiones geológicas que se daría en los próximos años, es decir, se podría generar el sexto océano en el planeta. Todo sobre este acontecimiento en la siguiente nota.
¿QUÉ SE SABE SOBRE EL NUEVO OCÉANO EN LA TIERRA?
Un grupo de científicos del Instituto Politécnico de Virginia publicó en el Journal of Geophysical Research donde reveló que utilizó tecnologías avanzadas, como el GPS y el modelado en 3D con el objetivo de investigar el desempeño interno del Valle. Los resultados indicaron que un fenómeno llamado como la ‘superpluma’ africana estaría causando las deformaciones anómalas observadas en dicho lugar.
Asimismo, los especialistas estiman que esta ‘superpluma’, que involucra el ascenso de manto caliente desde lo más profundo de la Tierra, estaría causando fuerzas que ayuden a la expansión del Valle del Rift y, por lo tanto, a la formación de un nuevo océano en el mundo. Estas investigaciones vienen confirmando que las fuerzas de flotabilidad litosférica, cuyas promotoras de las alteraciones perpendiculares a la grieta, son también las propulsoras del proceso de apartamiento en la zona.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL FONDO DEL OCÉANO PACÍFICO Y LAS PLACAS TECTÓNICAS?
Un grupo geocientíficos publicó en la revista Geophysical Research Letters en la cual explicaron que en el fondo del Océano Pacífico existe una placa tectónica, que las conforman grandes mesetas suboceánicas, tienen inmensas fallas, por lo que estarían “desgarrando” el fondo del océano.
“Se pensaba que, como las mesetas suboceánicas son más gruesas, deberían ser más fuertes, pero nuestros modelos y datos sísmicos muestran que en realidad es lo contrario: las mesetas son más débiles”, dijo Erkan Gün, uno de los principales autores del estudio.
Aunque los expertos sostuvieron que no pueden afirmar nada aún ya que las mesetas se encuentran muy lejos de la superficie de la Tierra, es decir, a miles de metros de profundidad del mar por lo que causa dificultad enviar barcos de investigación para obtener información relevante.
“Ahora sabemos que el daño de esta falla está desgarrando el centro de una placa oceánica, y esto podría estar relacionado con la actividad sísmica y el vulcanismo. Un nuevo hallazgo como éste anula lo que hemos entendido y enseñado sobre la Tierra activa”, explicó Russell Pysklywec.
“La teoría no está escrita en piedra y todavía estamos descubriendo cosas nuevas. El estudio muestra que todavía existen misterios radicales incluso sobre el gran funcionamiento de nuestro planeta en evolución”, añadió.
¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO CON LA CORTEZA TERRESTRE QUE ESTÁ DEBAJO DEL TÍBET?
La Unión Geofísica Americana presentaron un estudio en una conferencia que realizan cada año la cual indicaban que el Tíbet se estaría partiendo en dos a causa de la dinámica por la cual pasan ahora las placas india y euroasiática. Y es que, al momento de colisionar dos diferentes tipos de placas se realiza el proceso de subducción, es decir, la oceánica se desliza por debajo de la continental. Mientras que, si chocan dos placas continentales no se podría saber cuál terminará debajo de la otra, pues ambas tienen misma densidad, caso que ocurre ahora al sur del Tíbet, donde está el Himalaya.
No obstante, geólogos de China y Estados Unidos han logrado descubrir un tercer caso que no se consideraba y es la placa india que se está separando por la mitad, así como una lata de atún. Aunque, a esto se le conoce como una ruptura horizontal y no vertical, como suele pasar en las placas divergentes, ya sea de África e Islandia.
Asimismo, el hallazgo de la ruptura de la placa india se conoció tras revisar ondas sísmicas a partir de 94 estaciones sismológicas que están en Asia y así identificar que dicha estructura cuenta por un lado con unos 200 kilómetros de profundidad y el otro cerca de 100 km.
“No sabíamos que los continentes podían comportarse de esta manera y eso, para la ciencia de la Tierra sólida, es bastante fundamental”, explicó Douwe van Hinsbergen, geodinámico de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) y uno de los logró participar del reciente estudio.