En la actualidad, adquirir un auto es la meta personal de muchos. Lo que pocos saben es que no es un pago único, sino también se debe considerar, el trámite de la licencia de conducir, exámenes, seguro, mantenimiento y mucho más. Para todos aquellos que tienen en mente comprar un carro, los invitamos a revisar la siguiente nota en la que te contaremos qué países de Sudamérica cuentan con los precios más altos para adquirir un auto.
¿Qué país de Sudamérica es el más caro para adquirir un auto?
Según estudios realizados por Scrap Car Comparison, reveló que Sudamérica tiene un panorama más complicado del promedio. Es decir, la población presenta mayores obstáculos para adquirir un auto, siendo así Argentina el segundo país a nivel mundial con los costos más altos de compra y mantenimiento de auto.
Por otro lado, según un informe de Statista, en el contexto económico actual de Argentina es sumamente difícil la adquisición de un vehículo por los costos generados. Además, el mantenimiento del vehículo llega a representar gran porcentaje de los gastos mensuales y anuales. Se ha complicado mantener la misma calidad de vida en plena crisis económica, sin embargo; por lo menos el país presenta uno de los precios más bajos de combustible, según reportes de Global Petrol Prices.
TOP 4 de países más caros para comprar un auto
- Argentina
Argentina lidera este top 4 de Sudamérica, presentando el costo más alto en adquisición y mantenimiento de un auto. Los gastos son el equivalente al 515,8% del salario anual argentino por persona.
- Colombia
El segundo lugar del top sudamericano se lo lleva Colombia, la inversión en comprar un auto equivale al 508,9% del salario anual del país.
- Uruguay
El tercer lugar se lo lleva Uruguay, (uno de los países de Latinoamérica con el mayor costo de vida), el gasto de adquirir un auto equivale al 443,7% del salario anual uruguayo.
- Brasil
Para terminar, Brasil es el último país del top 4. La compra de un carro supone el equivalente del 441,9% del salario anual de un ciudadano promedio del país.
