Un anciano de 90 años recorre más de mil kilómetros semanales para repartir periódicos | Foto: AFP
Un anciano de 90 años recorre más de mil kilómetros semanales para repartir periódicos | Foto: AFP
Redacción EC

Charl Francois Hugo, un anciano de 90 años conocido como Frans, lleva 40 años emprendiendo un largo viaje desde Calvinia, una ciudad de menos de 3.000 habitantes situada en medio del sur de , hasta un lugar desértico para repartir periódicos.

De no realizar esta actividad, probablemente su ejemplares, en lengua afrikaans, desaparecerían con él. Por ello, sin importar el largo viaje de 18 horas, donde recorre 1.200 kilómetros, el anciano sale sin falta cada jueves con una toalla en mano para protegerse del sol, un termo de café y unos huevos duros para recorrer de norte a sur los pueblos pequeños.

Charl Francois Hugo recorre 1.200 kilómetros para entregar periódicos. | Foto: AFP
Charl Francois Hugo recorre 1.200 kilómetros para entregar periódicos. | Foto: AFP

¿CÓMO EMPEZÓ TODO?

Durante su juventud, Frans fue periodista por 20 años en su ciudad natal, Ciudad del Cabo; sin embargo, luego se mudaría a Namibia por otros diez años para seguir ejerciendo la profesión, hasta que se cansó de trabajar día y noche y se mudó a Karoo, dejando todo atrás.

“El dueño de la imprenta de Calvinia me preguntó si me interesaba. En esa época mi hija estaba interesada, así que pensé que con mi yerno podrían llevar el negocio y yo les ayudaría. Al cabo de unos meses, se aburrieron y acabé con esto”, recuerda.

Actualmente, Frans, su esposa y tres empleados son quienes se encargan de seguir con el legado, en un momento difícil para los periódicos escritos que intentan sobrevivir a la era digital. Para ello, publican un ejemplar semanalmente en afrikaans, una de las once lenguas oficiales de Sudáfrica, aunque de vez en cuando incluyen algún ejemplar en inglés.

Charl Francois Hugo tiene su propio diario que lanza semanalmente. | Foto: AFP
Charl Francois Hugo tiene su propio diario que lanza semanalmente. | Foto: AFP

Finalmente, para Frans, la supervivencia de sus periódicos demuestra que los habitantes aislados de esta región semidesértica necesitan mantener una conexión, según recoge .