Un padre obliga a su hijo a jugar 17 horas seguidas con el móvil como castigo

En la actualidad, debido a que los niños nacen prácticamente con un celular en la mano, es un poco difícil separarlos de ese aparato y que hagan sus deberes. Y cuando esto no sucede, lo usual es que los padres castiguen a sus hijos quitándoles el móvil; sin embargo, no todos aplican esto.

Este es el caso del señor Huang, un hombre de nacionalidad china, quien se ha vuelto viral en las redes sociales en poco tiempo por implementar un curioso castigo a su hijo de 11 años.

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Todo ocurrió un día en el que el señor llegó a su casa y se sorprendió al encontrar a su hijo con el celular en la mano. En lugar de regañarlo o castigarlo, decidió ponerlo a jugar durante 17 horas seguidas.

Esta historia ha dado la vuelta al mundo, pues el papá decidió compartir su experiencia a través de Douyin, una plataforma china como TikTok. En el video se aprecia que el castigo duró hasta que el niño rompió en llanto por el cansancio.

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Tras este pequeño problema, ambos llegaron a un acuerdo en el que limitaban las horas del uso del móvil para el niño. De hecho, el pequeño escribió una carta en la que describía todo lo que se comprometía a hacer para que no vuelva a tener que pasar por ese castigo.

“Desde la 01:00 hasta las 18:00. He jugado durante 17 horas. Prometo que después del colegio llegaré a casa, cenaré, comenzaré a escribir lo que ha ocurrido en el día y realizaré los deberes de mi maestra y mi padre”, se podía leer las fotos del escrito que venían acompañadas de fotos del niño con su pijama mientras cumplía con la sanción que le puso su progenitor.

Y sigue: “Después de hacer ejercicio y leer durante una hora, terminar de comer fruta, ducharme, limpiar mis dientes y dormir. Prometo que debo ir a la cama antes de las 23:00. Prometo no jugar con el teléfono antes de irme a dormir”, concluyó.

¿QUÉ DIJO EL PADRE AL SER CONSULTADO POR LA RAZÓN DEL INUSUAL CASTIGO?

Según lo que recoge MeriStation de las redes sociales, el señor Huang admitió que hizo esto como último recurso y que claramente no recomienda a los demás padres de familia hacer lo mismo.