El clásico entre Universitario y Alianza Lima es el partido más importante del fútbol peruano por un sinfín de razones. Es el duelo que más gente congregaba en las gradas antes de la pandemia y, probablemente, el único que es capaz de colmar un estadio Monumental con 80 000 almas extasiadas, tal como pasó la última vez que se vieron las caras. Nuestro alicaído balompié nacional cada vez está más opacado por las ligas europeas. Con el respeto que se merecen el resto de instituciones, hoy ver un Manchester City vs. Brentford se presenta mucho más atractivo para el hincha peruano promedio que un Alianza Atlético vs. Melgar. La ecuación es sencilla y a nadie le tendría que molestar. Aunque claro, eso cambia cuando los compadres se juntan en el mismo terreno de juego por noventa y pico minutos. Es otra película, otra nota musical.
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Además, son los dos equipos más populares del país, los más históricos, sobra la rivalidad y es el duelo más picante de todos. El encuentro entre cremas y blanquiazules podría resultar siendo un bodrio en cuanto al juego, pero la pierna fuerte y el morbo que hay de por medio equipara la balanza volviéndolo bastante apetecible al paladar. Y, este miércoles, pese a que habrá un Estadio Nacional vacío por una crisis sanitaria a nivel mundial que posiciona, como corresponde, al fútbol en segundo plano, el clásico sigue siendo clásico. No hay discusión. Y, a continuación, le damos un vistazo a las diferencias y similitudes futbolísticas de estudiantiles y victorianos.
Apuestan por una línea de tres
Tanto Ángel Comizzo como Carlos Bustos juegan con tres defensores en el fondo. Los de Ate alienarían a Brayan Velarde, Federico Alonso y Nelinho Quina, quienes cuentan con presentes distintos. El joven zaguero empezó a tener continuidad nuevamente, y el uruguayo y la ‘Moto’ han dejado de ser confiables, no han podido emular el gran nivel con el que cerraron la temporada pasada. Solo han sido una sombra de aquella dupla que en su momento parecía infranqueable. Lo de Alianza luce mucho mejor. Jefferson Portales tiene más aciertos que errores, el liderazgo y experiencia de Pablo Míguez han caído como anillo al dedo y Yordi Vílchez ha cumplido. Además, los números ratifican lo dicho antes: los ‘íntimos’ tienen la defensa menos vencida de la Fase 2 con solo 2 tantos encajados, a los cremas ya les anotaron 9 dianas en seis encuentros.
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La dependencia por un solo futbolista
Si la ‘U’ quiere goles y generar peligro en ataque, Hernán Novick debe frotar la lámpara. Hay partidos en los que el cuadro de Comizzo ha sido Novick y diez jugadores más. Existe una ‘Novick dependencia’ que alarma porque las estadísticas le sonríen al uruguayo, pero no al técnico. La ‘U’ sufre una barbaridad para hacerle daño al rival cuando el ‘Gringo’ es bien tapado por los rivales. Las ocho veces que marcó el exPeñarol a los cremas les fue más que bien: lograron tres victorias, cuatro empates y solo cayeron una vez. Del total de goles marcados por Universitario en esta temporada del torneo local (22), el uruguayo es autor del % 36.36.
A la otra orilla está Hernán Barcos, un veterano y trotamundos del fútbol sudamericano que viene jugando con la frescura de aquel jovencito que se cansó de romper redes en Olmedo y LDU de Ecuador. El ‘Pirata’ es el que dice este barco es mío cuando su equipo se empieza a hundir en lo futbolístico al verse superado por su rival en el trámite. Se muestra siempre, pide el balón, hace jugar al equipo, guapea, se posiciona como el nueve que recibe ladrillos y devuelve flores y, cuando la jugada lo pide, aparece como un fino número diez . El argentino marcó cinco conquistas y ha sido la máxima figura del conjunto aliancista. En Matute deben cuidarlo hasta de un resfrío, no tiene suplente.
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No hay pólvora en ataque
Quitando a Barcos, entre Aldaír Rodríguez (1), Wilmer Aguirre (1) y Sebastián Gonzales Zela (0) suman apenas dos goles en 21 partidos. El exBinacional no termina de acomodarse, el ‘Zorrito’ no ha tenido los minutos que hubiera querido en cancha y lo del exSport Boys sigue siendo bastante discreto. Los que vienen de más atrás son los que han tenido la puntería afilada: Arley Rodríguez (2), Jairo Concha (3), Pablo Míguez (2)…
Al frente la situación es muy distinta. Alex Valera pelea, marca bien los pases y no le quema el balón, pero con el gol todavía está en deuda. Y no se puede quejar, pues en los últimos partidos ha sido abastecido con múltiples asistencias. El exDeportivo Llacuabamba tienen en la mochila solo tres celebraciones en 903 minutos disputados a nivel local. Muy poco para lo que se esperaba de él. Alberto Quintero sigue siendo la principal carta para anotar, pero es irregular. De un partido al otro, el delantero de la selección panameña pasa de ser una pantera intratable para los defensores a un jugador intrascendente en el juego. Enzo Gutiérrez debe ser el refuerzo más criticado y Alexander Succar, quizá, es la excepción a la regla. Ha sacado petróleo de los pocos minutos (97′) que ha tenido haciéndose presente en el marcador en dos oportunidades. Puede ser el revulsivo que necesita el cuadro del ‘Indio’ si el partido se presenta cuesta arriba.
Lo que sí tienen en común ambos es que les urge ganar este clásico. Los aliancistas quieren cuidar el liderato y los merengues tienen una oportunidad maravillosa de volver a la senda del triunfo para regresar a pelear por los primeros lugares. Después de casi un año y medio el país nuevamente se partirá en dos. Sin hinchadas, sin la atención que tendría en otro contexto, pero con la misma pasión de siempre.
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