¿Quién fue San Longinos y por qué es una figura tan importante en Semana Santa?

La Semana Santa está ingresando a su recta final. Los fieles aprovechan estos últimos días para acercarse mucho más a Dios y reflexionar sobre la vida, pasión y muerte de Jesucristo. En este sentido, hay algunos personajes sumamente trascendentes y poco conocidos en esta festividad. Este es el caso de San Loginos, de quien a continuación te contamos su historia.

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Viernes Santo: ¿Quién fue San Longinos y por qué su figura trasciende en esta Semana Santa?

Según ACiprensa, San Longinos fue el centurión colocado por Pilatos. Él se encargó de acompañar a los soldados al pie de la cruz de Nuestro Señor y es el que atravesó su lanza a un costado del cuerpo de Jesús. Además, Longinos fue quien, al notar cómo sufría Jesucristo por las heridas, dijo la icónica frase que posicionó como el primer convertido a la fe cristiana: “Verdaderamente, Este era Hijo de Dios”.

Se dice también que sufría, pues se venía quedando ciego con el paso del tiempo. No obstante, al ejecutar la lanzada, una gota de sangre de Jesús se posó sobre sus ojos, sanándolo para siempre.

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Luego de comprobar este milagro, y ser testigo del poder de Dios, decidió abandonar su puesto de soldado. Con el paso de los años, y tras su redención, dedicó su vida a servir en Cesárea, Capadocia. Es en este lugar donde predicó las sagradas escrituras.

Viernes Santo: ¿cómo fue el final de la vida de San Longinos?

Lamentablemente su final fue trágico. Fue atrapado por sus perseguidores, se negó a ofrecer sacrificio y como castigo recibió muchos golpes y le cortaron la lengua.

Sin embargo, San Longinos agarró un hacha y destrozó los ídolos que lo rodeaban, lo que provocó que apareciera una horda de demonios que tomaron el cuerpo del gobernador. Al final, el santo le dijo a dicha autoridad que solo matándolo podría libarse de esas entidades malignas.

Apenas fue ejecutado San Longinos, el gobernador quedó libre de los espíritus malignos. Como muestra de agradecimiento, el resto de su vida se encargó de servir a Cristo.