Al revisar las características de un vehículo es común descubrir que la potencia del motor es de tantos CV o HP. Estos términos hacen referencia a los caballos de fuerza que puede tener un auto. Pero son muy pocos lo realmente importante que es este dato para la decisión de compra.
El inicio de esta unidad de medida de potencia tiene su inicio en el Siglo XVIII. Con la llegada de la energía de vapor, muchos anticiparon la “jubilación” de los caballos jornaleros. En esa misma época, el inventor e ingeniero escocés James Watt buscaba cómo promover su versión nueva y mejorada de la máquina de vapor.
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El conflicto que enfrentó Watt fue encontrar la forma de medir el beneficio de su creación de manera que despierte interés. Así, se interesó en los caballos de trabajo que maniobraban con cargas pesadas en fábricas, molinos y minas. Así, quiso demostrar que su máquina los podría superar en fuerza de forma fácil.
Los caballos de un molino, amarrados a radios que conectaban a un eje central y que giraban en alrededor de un círculo de siete metros de diámetro a 144 veces por hora, fueron los primeros que el inventor observó. Determinó que estos empujaban una fuerza de 75 kilos.
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Watt calculó que un caballo de potencia equivale a un caballo ejerciendo unos 45.000 Nm de trabajo en un minuto. Esto es como decir que un caballo es capaz de levantar una caja de 15 kilos desde el fondo de un pozo de 300 metros de profundidad en solo un minuto, explica el sitio especializado Car and Driver. Ese trabajo es igual a un caballo de potencia.
Esta medida le valió para estimar el trabajo de su máquina de vapor estacionaria en comparación a un caballo. Fue su estrategia de marketing de lo que fue una revolución en la industria del transporte, a la que luego le siguieron los barcos y las famosas locomotoras a vapor.
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Esa estimación, por otro lado, es la que se conoce como CV y es la que se emplea para estimar la potencia del motor de los autos. Mientras que en honor a Watt se nombró a otra unidad de potencia, el vatio. Aunque este último no equivale a lo mismo que un CV. Unos 1.000 vatios (1kW) es igual a 1,3 CV. Así, un foco de 60 vatios consume 0,08 CV.
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