La diferencia más notoria entre autos eléctricos y a combustión es su fuente de energía. Los primeros se alimentan por electricidad y carece de combustibles fósiles. Así, evitan la emisión de gases y generan menos ruido en el funcionamiento de su motor.
La energía que pone en funcionamiento el motor eléctrico de estos vehículos se genera en una batería. Esta la almacena al ser cargada de un enchufe externo o por regeneración y recuperación cuando la unidad desacelera o frena.
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Cabe precisar que la forma de obtener y almacena energía es el gran desafío de esta tecnología. Requieren de baterías muy grandes y con suficiente capacidad para completar rendimientos similares a los motores de combustión. Lo que hace que sus costos se eleven.
Por otra parte, su funcionamiento es mucho más sencillo. También es más fácil de fabricar. Un motor eléctrico, incluida la batería, consta de unos 200 componentes, mientras que el de combustión es más de 1.000, explica el sitio El Motor.
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Estos vehículos suelen ser de tipo síncrono. Estos funcionan de forma más sencilla, con el campo magnético y el rotor girando a la misma velocidad, con el eje de rotación girando en el mismo sentido. Mientras que los asíncronos tienen al rotor girando ligeramente más lento que el campo rotante.
El campo magnético se genera al acelerar, y a la vez inyectar una corriente eléctrica. Por esta razón son los más empleados entre los vehículos eléctricos.
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Es común que los vehículos eléctricos cuenten con uno o dos motores eléctricos colocados sobre el eje motriz. También hay con tres motores y hasta cuatro, ubicados en el eje contrario de cada rueda, estos suelen ser los más potentes y deportivos.
El sistema de cuatro motores es reversible y genera electricidad en dirección contrario. De esta forma, añaden energía a las baterías cuando el vehículo desacelera o frena.
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Por otro lado, este tipo de vehículos no suele tener caja de cambios. No los necesita. Pero sí tienen un grupo reductor que desmultiplica las revoluciones del motor hacia los neumáticos.
Al ser los motores de corriente alterna y las baterías de corriente continua, necesitan de un inversor de corriente. Los primeros funcionan con altas tensiones de entre 400 y 800 voltios, las luces o el sistema de infoentretenimiento puede hacerlo con 12 voltios.
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