Motor turbo: cómo destacan de los motores convencionales y por qué

Los motores turbo se diferencian de los tradicionales de combustión de los autos en, básicamente, tener una mayor obtención de aire para que este sea comprimido antes de pasar a los cilindros. De esta forma, se logra que el vehículo obtenga una mayor potencia.

Desde hace unos años, las marcas de autos empezaron a equipar sus modelos con motores turbo para también generar menos gases contaminantes. Así como la ya antes citada cualidad de aumentar su potencia. De este modo, son cada vez más comunes en vehículos a gasolina.

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En un motor tradicional, el aire pasa junto con la presión atmosférica para que llegue a los cilindros. En los turbo, primero se almacena en un termocompresor. Así, se aprovechan los gases del tubo de escape para lograr la potencia antes mencionada.

Los motores turbo necesitan de menos cilindrada. Esto porque los atmosféricos requieren de una mayor para alcanzar más potencia, lo que a su vez hace incrementar las revoluciones. Por eso también, los turbo tienen mejor respuesta a bajas revoluciones.

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Por otro lado, los motores turbo no padecen de dificultades cuando son sometidos a grandes alturas. Mientras que los tradicionales varían su desempeño al depender de la presión atmosférica por la menor cantidad de oxígeno presente.

Finalmente, se pueden resumir sus bondades en: genera menos ruido, reducen las emisiones de gases contaminantes y representa un ahorro de hasta 20% en combustible. Pero también, tiene altos costos de reparación, requiere de mantenimientos sostenidos y periódicos; y requiere de aceites de buena calidad y sintéticos.