Las barras de luces LED de alta intensidad son un problema, ya que la luz que proyecta deslumbra a los conductores que circulan en sentido contrario. Esto, principalmente, se permite porque el Reglamento Nacional de Vehículos está desactualizado y carece de medidas para regularlas, explica el Jefe del Laboratorio de Transporte de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el ingeniero Rubén Bejarano Linares.
“Estamos refiriéndonos a un Reglamento que tiene casi 20 años y que no ha sido actualizado sustancialmente”, sostiene.
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Este tipo de luces está orientado para un uso Off-Road, pero algunos conductores las mantienen prendidas circulando por zonas urbanas. Incluso los taxis y mototaxis también han sido vistos utilizando este accesorio.
El actual Reglamento data del 2003
Bejarano Linares precisa que no hay alguna regulación sobre este tipo de luces. “Acorde a los avances tecnológicos en las luces para autos, no se ha limitado el máximo de lúmenes permitido. En ninguna parte del Reglamento Nacional de Vehículos se establece un tope “, explica.
El especialista sostiene que los criterios técnicos establecidos en el citado documento se basan en la tecnología del tiempo en que se elaboró, en 2003 según el Decreto Supremo N°058-2003-MTC. Hoy ya está desfasado, porque desde entonces solo recibió modificaciones sin revisiones fundamentales.
Vacío en el Reglamento Nacional de Vehículos
El Reglamento Nacional de Vehículos solo establece el mínimo de potencia eléctrica que debe cumplir la luz de los autos. Sin embargo, evita establecer un máximo y tampoco brinda las especificaciones técnicas para un mínimo de calidad en las bombillas de luz.
Según esta tabla recogida de dicho reglamento, para vehículos menores a las 3,5 toneladas, la luz baja debe tener un mínimo de 45W (500-620 lúmenes) y 55W (700-850 lúmenes) para luz alta.
La norma hace referencia a las bombillas halógenas por ser la única en el mercado en 2003 e ignora la introducción de otras tecnologías como luces de xenón y LED. Esta situación dificulta la fiscalización de los dispositivos luminosos.
Las barras de luces LED de alta intensidad tienen una media de 150W (14.000 lúmenes). Es decir, 20 veces más de potencia luminosa si la comparamos con las luces halógenas de hace 20 años.
De este vacío se valen los vendedores de barras LED de alta intensidad para comercializar estos dispositivos sin regulación alguna. Mucho menos se dictan disposiciones para establecer la ubicación de estas luces.
En algunos casos, una mala ubicación de la barra de luz LED sobre el techo genera que la luz se proyecte directamente contra el conductor que circula en contra. En otras situaciones, se instalan en el parachoques delantero y trasero. En este último caso es más peligroso aún, ya que reduce la visibilidad del conductor que circula detrás.
En contraste con la realidad peruana, las barras LED de alta intensidad están prohibidas en la Unión Europea, en países de Centroamérica, así como Colombia y Chile en la región. Así lo regulan sus respectivas normativas.
Para el presidente de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, el problema parte porque hay una falta de educación vial.
“Como no está prohibido (las barras LED), lo instalan, sin medir las consecuencias que puede traer su uso”, explica.
Invoca al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a que tomen acciones a la falta de regulación para la instalación de luces en los vehículos.
¿Cómo se puede medir la intensidad de las luces de los autos?
Existen dos medidas a tomar en cuenta: lúmenes y kelvin. Un lumen es una unidad de producción de luz, una medida de la cantidad total de luz visible emitida por una fuente por unidad de tiempo en el Sistema Internacional de Unidades. Es decir, mientras más lúmenes tenga el faro mayor será su brillo o flujo luminoso. Mientras que los Kelvin indican la temperatura de color de la bombilla, lo que determina que la luz sea cálida o fría. A menor Kelvin, más amarillenta es la luz y, por el contrario, cuando la temperatura de color o kelvin sea mayor, el color de luz será cercano a la luz solar natural.
¿Cuál es la potencia luminosa que tiene el faro de mi auto?
Tenemos tres tipos de iluminación: luces halógenas, es la más antigua y su iluminación tiene una potencia lumínica de entre 700-1.200 lúmenes. Luces HID o xenón, proyectan un haz de luz más blanca de 3.000 lúmenes en promedio. Por último, las luces LED varían entre 2.000 y 4.000 lúmenes.
¿Cuántos lúmenes se necesita para una buena iluminación delantera?
No existe una recomendación de ningún ente estatal para establecer la potencia lumínica de los autos. Sin embargo, tomando como referencia el detallado Manual de Reformas de Vehículos (Revisión 7ª) de España, varía entre 700 y 4.000 lúmenes. Por lo que, una barra LED de alta intensidad de 14.000 lúmenes es muy peligrosa cuando se utiliza en zona urbana o en carreteras muy transitadas.
¿Las barras de luces LED de alta intensidad pueden afectar la vista?
“El alto brillo de los faros de los vehículos (por encima de 4.000 lúmenes) puede generar accidentes en otros conductores debido al deslumbramiento que ocasionan, por lo que es importante mantener los faros adecuadamente alineados. El rango de lúmenes permitidos para los faros de los vehículos oscila entre 2000-4000 lúmenes”, señala el médico oftalmólogo Manuel Pérez Martinot.
Además, agregó que la luz podría causar daños fotópicos sobre las células sensibles de la retina del ojo (fotoreceptores) aunque, este es un daño transitorio. Cuando el estímulo luminoso es prolongado se podrían ocasionar daños estructurales permanentes.
La médica oftalmóloga de la Clínica Ricardo Palma Verónica Talavera Linares comparte la misma opinión y agrega que también se podría generar mayor sensibilidad en la retina. Además, sostuvo que la luz halógena es más dañina para la vista que la luz LED, porque produce una radiación ultravioleta mayor. Recalcó que exponerse a un faro con alta luminosidad en un tiempo prolongado puede ser dañino para la vista, aunque aseveró que no produce ceguera.