Aquí te presentamos cinco puntos básicos en tu vehículo que debes revisar antes de salir de viaje. Si has tenido cuidado con el mantenimiento, este proceso será rápido. Caso contrario, haz una revisión detalallada o considera que tu auto podría averiarse a la mitad de tu destino y que podrías poner en riesgo tu vida y la de tus acompañantes.
1. Revisa las llantas: si presentan desgaste, no te arriesges. Toma en cuenta que con una llanta desgastada, tu vehículo no solo consume más combustible, sino que podría ‘patinar’ sobre superficies húmedas.
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2. Revisa el sistema de frenado: asegúrate que el estado de las balatas, discos y/o tambores y el líquido de frenos sea bueno. Considera que si el líquido de frenos está bajo, las balatas podrían estar llegando al final de su vida útil.
3. Realiza un chequeo general del motor: si tu auto cuenta con sus mantenimientos al día, es muy probable que su nivel de aceite sea óptimo. Sino, hazle un servicio de cambio de aceite y filtro, así como un lavado de inyectores.
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4. Sistema de enfriamiento: si tu vehículo tiene fugas o las mangueras están dañadas, es probable que el motor se recaliente. Por ello, revisa el radiador y depósito del refrigerante; si lleva bandas de motor, asegúrate cambiarlas entre 30.000 a 50.000 kilómetros de recorrido.
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5. Limpiaparabrisas: muchos conductores obvian el cuidado de este elemento, pero en zonas de mucha lluvia, es fundamental. Si las plumillas están desgastadas, cámbialas y así estarás fuera de riesgo por falta de visibilidad.
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