Ferrari 365 GTC4 Beach car: por qué se construyó este único auto de playa de la marca

En la década de 1970, el emir de Qatar Sheik Al Thani, consideró impropio pasear por la Costa Azul de la Riviera italiana en el económico Fiat 500, el “beach car” que desmontaba su techo y puertas. Así que decidió hacer una petición más de acorde a su estatus: un Ferrari.

En 1975, el Emir llamó al importador suizo de vehículo de lujo Willy Felber. Este lo contactó con el carrocero turinés Giovanni Michelotti para diseñar una versión para la playa del Ferrari 365 GTC4. Este sería al estilo del Citroën Méhari, indica el sitio especializado El Motor.

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Luego de tres meses de trabajo en las peticiones del emir, se logró un biplaza único en el mundo. Se basó en el chasis 16017 del 365 GTC4, modelo que en 1972 compró el profesor suizo de cirugía Frédéric Saegesser. Así, este nunca fue producido a escala. Mientras que el “beach car” se presentó en el Salón del automóvil de Ginebra de 1976.

El modelo fue tan exclusivo que el emir de Qatar Sheik Al Thani no pudo el dinero suficiente para pagar su capricho. Esto por la crisis del petróleo de 1973 que padeció el mundo hasta varios años después.

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La falta de comprador hizo que el Light Metallic Blu con el que se pidió en un inicio sea repintado con un Bronze Metallic. Conservó el cuero azul del interior. Así lo cuidaron un par de propietarios hasta que arribó a Suiza.

Según registros, desde que fue ensamblado, hasta la actualidad, solo recorrió 6.534 kilómetros. Y ahora será subastado por MonacoCarAuctions junto a otros modelos –como el Ferrari Enzo del piloto Fernando Alonso-.

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Se desconoce la estimación que hizo la organización del valor real del vehículo. Trascendió que tendría un precio de venta inicial que oscila entre los US$ 700.000 y US$1.300.000.