James Dean: La maldición del Porsche que le provocó la muerte
James Dean: La maldición del Porsche que le provocó la muerte

Hoy se cumplen 60 años del trágico accidente de James Dean a bordo de su Porsche 550 Spyder, que terminó costándole la vida a uno de los grandes íconos en la historia del cine. Dean a pesar de solo vivir 24 años fue considerado uno de los mayores talentos de Hollywood. Su filmografía se reduce a solo tres películas: Al Este del Paraiso, Rebelde sin causa y Gigante, las dos últimas estrenadas tras su muerte.

Pero la muerte de Dean esconde una historia que parece sacada de una película de suspenso. La maldición de su Porsche 550 Spyder, apodado Little Bastard (Pequeño bastardo).

Todo empieza cuando Dean estaba filmando Rebelde sin Causa y decidió cambiar su Porsche 356 por un 550 Spyder, el mismo que llevó a donde el famoso preparador de autos de películas, George Barris, quien le colocó asientos de tartán y le puso a la carrocería franjas rojas y el número 130 en las puertas, capot y tapa del maletero. Poco después se le colocó la inscripción “Little Bastard”.

El 23 de septiembre de 1955, James Dean se encontró con el también actor Alec Guiness, conocido por su papel de Obi-Wan Kenobi en la primera trilogía de La Guerra de las Galaxias. Este al ver su auto le dijo que tenía un aspecto siniestro y que si se subía a ese auto iba a terminar muerto. Una semana después sufrió el fatal accidente.

James Dean falleció el 30 de setiembre de 1955. (Fotos: Difusión)

 Tras esto empezaron una serie de hechos que aún no se explican, George Barris compró por 2.500 lo que quedaba del auto de Dean, poco después el auto se resbaló del tráiler donde estaba y rompió la pierna de Barris.

No paso mucho para que Barris venda el motor y toda la transmisión a Troy McHenry y William Eschrid. Ambos colocaron distintas partes de “Little Bastard” a sus autos y cuando se enfrentaban en una carrera McHenry perdió el control y terminó impactando contra un árbol muriendo al instante, el auto de Eschrid, por su parte, se volcó luego de que se bloqueara súbitamente dejándolo gravemente herido. A su vez Barris vendió dos neumáticos del 550 Spyder, poco después ambas reventaron  provocando que su nuevo dueño se despiste.

Por si fuera poco unos ladrones ingresaron a donde Barris guardaba lo que quedaba del Porsche de James Dean, a uno se le desgarro el brazo al tratar de tomar el timón y el otro se hirió al intentar remover el asiento de tartán.

Con la seguidilla de hechos Barris decidió esconder el auto pero fue convencido por la Patrulla de Carreteras de California que se lo entregue para ser exhibido, sin embargo nunca llegó a ponerse en exhibición ya que en un primer intento el garaje de la casa donde se encontraba se incendió y en una segunda oportunidad resbaló del estrado del colegio donde se exhibía y terminó rompiendo la cadera de un estudiante.

Poco después el camión que trasladaba las partes del auto sufrió un accidente y cuando la entidad californinana decidió que no debían tener el auto y se lo iban a devolver a Barris este desaparecio repentinamente. Hasta hoy no se sabe con exactitud que paso con el resto del Porsche 550 Spyder maldito de James Dean. 

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