No hay país que se salve de tener caminos con algún que otro bache. Ya sea por el lógico desgaste, la falta de mantenimiento o el exceso de peso que se les aplica, las vías terminan sufriendo y los conductores también.
Ante esta situación, Ford equipó a su Fusion V6 Sport –la versión de 325 HP de su clásico sedán- con un sistema de suspensión que evita dañar el vehículo ante potenciales agujeros en la pista.
Para esto, el sistema con doce sensores lee el camino cada dos milisegundos y al detectar el borde de lo que sería un bache, endurece el amortiguador para que se retraiga a su máxima posición, minimizando cualquier daño.
La marca señaló que el sistema fue puesto a prueba en Bélgica, sobre varios kilómetros de caminos dañados. Por ahora solo llega al mercado estadounidense.