Durante los primeros días de diciembre, época en la que ya se respira la Navidad, viajamos a Trujillo (La Libertad) con el Hyundai Tucson, el carro más vendido de la firma coreana a nivel mundial y uno de los SUV más populares en el Perú. Nosotros probamos la versión AT Premium Plus, la más equipada del modelo recientemente renovado. Aquí te contamos nuestros resultados.
La prueba fue realizada en la Autopista Panamericana Norte. Asimismo, el vehículo fue ocupado por dos personas que representan un peso máximo de 150 kg. De igual forma, siempre fue usado con el aire acondicionado encendido al mínimo y casi siempre lo manejamos en el modo de conducción eco.
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Antes de salir a la ruta, fuimos al grifo a llenar el depósito de combustible de 54 litros (14,3 galones) y, tras ello, el cluster digital de 12,3″ nos marcó una autonomía de 620 kilómetros. Lo cual era suficiente para llegar a Trujillo (560 km), al menos, eso fue lo que pensamos al ver esa proyección.
Nosotros salimos al promediar las 4:00 p.m. desde Lima Centro, por lo que el tráfico pesado de Lima Norte nos alcanzó, retrasando nuestro viaje y aumentando el gasto de combustible. Para retratar mejor esta situación, te contamos que cuando salimos de madrugada nos demoramos una hora en llegar hasta Chancay, pero en esta ruta con el Tucson nos tomó 2 horas y 30 minutos.
El tráfico intenso inició desde el distrito de San Martín de Porres hasta Puente Piedra y durante este trayecto la computadora a bordo nos reportó un consumo promedio de 9,6 km/litro o 36 km/galón.
Después, en Ancón el tráfico disminuyó y encontramos una Autopista libre hasta Trujillo, por lo que obtuvimos un consumo de 13,1 km/litro o 50 km/galón. ¿A qué ritmo? Siempre intentamos manejar respetando los límites máximos en carreteras; es decir, sin superar los 100 km/h. De igual forma, en algunos tramos conducimos con el control de velocidad crucero activado.
Bajo estas circunstancias, el Tucson llegó a Trujillo ya habiéndose prendido el aviso del tanque en reserva de combustible. Apenas quedaron 40 km, por lo que al llegar nos dirigimos a repostar en el grifo.
Analizando, nos pareció que tuvo un desempeño correcto, considerando que es un vehículo pertenece al segmento C. Estamos ante un SUV que mide 4,640 m de largo, 1.865 m de ancho y 1,665 m de alto, además tiene un peso aproximado de entre 1.650 y 1.700 kg. En ese sentido, no es tan pequeño ni tampoco ligero, como lo podría ser el Hyundai Venue u otro.
El New Tucson cuenta con un motor de 2,0 litros aspirado que genera 154 hp y casi 200 nm; su relación peso-potencia es 10,7 kg/hp, una cifra equilibrada.. La versión que probamos se acopla a una transmisión automática de 6 velocidades y una tracción delantera (2WD).
Ahora, también hay que decir que el hecho de llegar a Trujillo nos sorprendió en cierto modo, ya que hace poco viajamos al mismo destino con un SUV del segmento B (más ligero y con motor más compacto) y se quedó a 47 km de Trujillo. En un vehículo más voluminoso y con un motor más grande como el Tucson no teníamos una gran expectativa en lo que respecta a la autonomía. Pero, contrariamente a lo que pensábamos, cumplió su objetivo.
Pasando a otro ámbito, el New Tucson desarrolla una aceleración buena, pero no excelente. Acelera de 0 a 100 km/h en alrededor de 11 segundos y, por ende, termina siendo superado por sus rivales en la categoría en uno o dos segundos. Esto podría deberse a que se mantiene el mismo motor en una carrocería más grande y pesada.
Pero, lo antes mencionado no implica que tengamos complicaciones en los adelantamientos, ya que una de las ventajas del motor del Tucson es que brinda una sensación de soltura. Es decir, llegas a las 3.500 rpm y el motor transmite que puede más o que no se “ahoga”.
Si hay una cosa importante para destacar de su motor es que Hyundai lo ha ido perfeccionando a lo largo de diez años. Posiblemente, algún crítico podría señalar que no sea lo suficientemente potente para este SUV, lo cierto es que la tecnología que lleva compensa mucho y permite que el motor viaje sin saturarse a 100 km/h.
En cuanto a la experiencia de conducción, la comodidad en marcha es agradable en bajas y altas velocidades. Esto se debe a su esquema de suspensión independiente en ambos ejes. El sistema McPherson mejora la respuesta de la dirección en eje delantero, mientras que el Multi-link del eje trasero le otorga más estabilidad en las curvas. Además, los neumáticos tienen una medida de 235/55R19, que le brindan una buena amortiguación en baches o rompemuelles.
La dirección es asistida electrónicamente. Esto se traduce en que obtenemos un giro del volante suave cuando estacionamos y una mayor firmeza a altas velocidades. En lo que refiere al frenado, se percibe de una respuesta contundente y eso es gracias a que utiliza frenos de disco en las cuatro ruedas.
Por la noche, el New Tucson ofrece una excelente visibilidad porque equipa luces delanteras LED. De igual modo, aun en neblina, los conductores podrán observar las luces traseras sin dificultad porque también son LED, asimismo cuenta con neblineros posteriores. Un punto a considerar es que carece de un sistema de iluminación frontal adaptativa.
En el interior, ofrece una pantalla táctil de 12,3″ (con Apple Carplay y Android Auto), el cual permite conectar sin dificultad el celular y el sistema del carro. También hay un cargador inalámbrico, puertos de carga tipo C y un climatizador dual.
Equipa un espejo retrovisor electrocrómico, el cual ayuda atenuar la luz alta de los vehículos que nos van a sobrepasar y que deberían bajar su luz alta, pero no lo hacen. Esta característica del Tucson es de gran utilidad en la carretera. Otras de las cualidades es que cuenta con freno de mano eléctrico con autohold, sensor de lluvia y paddle shifter.
No se puede dejar de mencionar que los asientos de cuero del copiloto y piloto tienen ajuste eléctrico, además de ajuste lumbar para el piloto. Bajo nuestra consideración es muy necesario, ya que en viajes largos como este no es recomendable mantenerse en una sola posición. A veces hay que relajar la postura y, por ende, cambiar la posición de manejo. En ese sentido, viene muy bien que sea eléctrico, ya que en el caso de que sea manual podría provocar una distracción en el piloto y ser peligroso cuando se conduce a 100 km/h.
La seguridad es un aspecto que Hyundai no descuida, ya que ofrece seis airbags de serie, frenos ABS + EBD, control de crucero, anclajes ISOFIX, y una cámara de 360°. Esta última cuenta con una buena calidad de imágenes con poca o mucha luz, además cuenta con múltiples vistas que sirven cuando estacionamos el vehículo o en una situación ‘apretada’ en el tráfico.
Por último, incluye algunas asistencias a la conducción como el de arranque en pendiente, anticolisión posterior por punto ciego, anticolisión frontal, estabilización de remolque, mantenimiento de carril y un asistente de anticolisión de parqueo.
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