Uno de los grandes temores de manejar es que el vehículo se quede varado. Si bien existen incidencias que necesitan de especialistas para ser solucionadas; otros impases, como una llanta pinchada, pueden ser remediados de forma sencilla por el mismo conductor en cinco pasos.
Antes de iniciar el procedimiento, especial para principiantes en el mundo motor, se debe tener en cuenta que es crucial contar con las herramientas adecuadas. Además de otras consideraciones para que la colocación del repuesto sea óptima.
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Se necesita de una gata, de preferencia hidráulica; llaves de cruz y llaves de tuercas de seguridad de los neumáticos. Además, es importante verificar el estado de la llanta de repuesto, aconseja el sitio especializado Car and Driver. Cabe destacar que algunos vehículos tienen incorporados sus ruedas de recambio, en una versión de emergencia, más delgadas.
Estacionar en un lugar seguro
Lo primero es estacionar el vehículo en un lugar con buena visibilidad. Activar las luces de emergencia y colocar el triángulo de emergencia, como indica la normativa. Luego, se verifica y alista las herramientas necesarias para hacer el cambio de llanta.
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Sacar el tapacubos
Lo siguiente es sacar el tapacubos. Normalmente basta con jalar. Así, se dejan descubiertas las tuercas que ajustan la rueda. Con la llave de cruz se empiezan a aflojar, una a una, pero sin sacarlas por completo. Lo ideal es hacerlo en orden en sentido contrario al reloj.
Elevar el automóvil con la gata
Cuando las tuercas estén aflojadas, es hora de elevar el automóvil. Para eso se coloca la gata debajo del vehículo. Todo carro tiene unas marcas que indican dónde se sitúa esta herramienta, normalmente debajo de las puertas de la unidad.
A continuación, se gira la manivela –o se manipula la palanca- hasta que el automóvil se levante del suelo y la rueda a cambiar no roce el piso. Con la llave de cruz se procede a retirar por completo los tornillos para sacar la rueda pinchada.
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Colocar la llanta de repuesto
Se procede a sujetar la llanta de repuesto de forma que coincidan los pernos con los agujeros de la misma. Una vez se coloca la rueda en la posición correcta, recta, se colocan las tuercas en el sentido de las agujas del reloj. Para evitar que se mueva, este paso se hace a mano.
Ajustar los tornillos
Finalmente, se baja el automóvil girando la manivela de la gata o descargándola, de ser hidráulica. Así hasta que el carro toque el suelo para poder sacar la herramienta de debajo del vehículo y, con la llave de cruz, se procede a ajustar los tornillos.
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El sitio especializado Car and Driver recomienda, para evitar pinchazos con las llantas y otras contingencias en perjuicio de estas, a revisar la presión de las ruedas del automóvil. Esto se debe hacer en frío y siempre antes de un trayecto largo.
También se debe vigilar el desgaste de la llanta y ajustar su equilibrio de ser necesario. Además, siempre es importante contar con una llanta de repuesto a bordo, en buen estado y con la presión adecuada.
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