Seguramente más de una vez te has divertido en alguna feria entrando a los “carros chocones” y golpeando a diestra y siniestra a tus amigos. ¿Pero te imaginas si en lugar de un pequeño golpe que a lo mucho les hará temblar en su asiento, los chocas a 160km/h?
Para lograrlo, Collin colocó un motor de 100 HP al carrito chocón y al mando de este se ha puesto nada menos que The Stig, quien fue capaz de alcanzar esta gran velocidad incluso en dos ocasiones. En la primera ‘voló’ a 172 km/h mientras que en un segundo intento, con el viento en otra dirección, alcanzó los 160 km/h.
Recordemos que esta no es la primera vez que Collin Furze utiliza sus conocimientos de ingeniería para hacer alguna de estas locuras. En una ocasión anterior convirtió un simple coche de bebé en el más veloz del mundo.