La cuarta posición que logró Kimi Raikkonen para partir del Gran Premio de Barcelona fue opacada en la primera curva cuando tuvo un fuerte roce con Max Verstappen, algo que no solo lamentó el equipo de Ferrari, sino también un joven fanático del piloto finlandés.
Y es que las cámaras del Circuito de Cataluña captaron el momento en el que el pequeño Thomas, que había llegado desde Francia, rompía en llanto tras el abandono del ex campeón de Fórmula 1 del 2007.
Para sorpresa del pequeño Thomas, fue llevado hasta la tienda de Ferrari para conocer a su ídolo, quien se tomó fotos con él y le regaló su gorra oficial. Nada mejor para terminar un fin de semana en el que se le escapó la victoria a su compañero de equipo, Sebastian Vettel.
Contenido sugerido
Contenido GEC