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Test Kia Stinger

El representa un antes y un después para la marca y para la industria, pues pone en serios aprietos a los Gran Turismo, segmento exclusivo de las marcas premium. “El Stinger cambiará para siempre la percepción de toda la marca”, dijeron en su lanzamiento global. Razón no les falta.

Desarrollado en el Centro de Diseño de en Frankfurt, este Gran Turismo sigue la escuela alemana por sus cuatro lados. Por el frente, luce maloso, la parrilla ‘Tiger Nose’ (Nariz de Tigre) va acompañada con unos faros puntiagudos que se extienden hasta los guardafangos.

En el parachoques, en tanto, tenemos dos grandes tomas de aire hacia los lados que sirven para enfriar los frenos, mientras que sobre el capó hay un par de detalles que parecen tomas de aire, pero no lo son. Es solo un adorno, pero que no se ve mal.

Por el lateral, lo de Gran Turismo se acentúa. Encontramos salidas de aire y, acaso lo que más gusta, la caída del techo, de tipo fastback. Por último, al mirar la zaga, los faros tienen un aspecto bastante curioso, pero con una iluminación nocturna preciosa.

CONTROL DE CALIDAD

Puertas adentro, lo primero a resaltar en el Stinger es la calidad de acabados. Empecemos con el olor adictivo del cuero de los confortables asientos que, dicho sea de paso, tienen ajustes eléctricos y en la posición del piloto, incluso, también se regula el soporte lateral.

Seguimos con la buena selección de materiales alrededor del tablero, timón y puertas. La mayoría de estos son suaves al tacto y, sin exagerar, colindan con lo premium. El timón, también de ajuste eléctrico, tiene la base plana para otorgar una conducción más deportiva y el radio inferior lleva el sello “GT”, la versión que probamos.

DIGNO COREANO 

Los coreanos se han caracterizado por ser los reyes del equipamiento y el hace mucha gala de esto. Todo el equipamiento que incluye de serie tiene algunas -muchas- cosas de sus rivales de marcas premium, solo que en el Kia Stinger no pagaremos algunos dólares extra por tener, por ejemplo, un head-up display.

La pantalla central es original, a diferencia de otros productos que trae la marca a nuestro país (gracias Kia). Esta pantalla es táctil, intuitiva y de buena resolución. También tenemos algunas teclas que son accesos directos para ir a las funciones que más usamos.

DIVERSIÓN INCONTROLABLE

La versión que tuvimos del Kia Sintger, la GT, monta un V6 de 3,3 litros biturbo, capaz de otorgar 370 HP y 52,0 kg,m de torque. Este motor va ligado a una caja automática, de convertidor de par, de ocho velocidades. Ambos, tanto motor como caja, fueron desarrollados por Kia. La tracción es a las ruedas posteriores, por ahora no tendremos alguna versión con tracción integral en nuestro país.

Lo primero que hay que destacar aquí es la sobrealimentación. Ambos turbos son algo pequeños, de modo que la carga es casi instantánea, lo cual elimina la sensación de lag (retraso) y hasta nos da la sensación de que tenemos más potencia. Lo segundo es que tenemos cinco modos de conducción capaces de influir en la asistencia de la dirección, la suspensión, el acelerador, la caja de cambios y el control de estabilidad.

Lee la reseña completa del en la edición 644 de Ruedas&Tuercas.

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