La forma de las salidas de escape es ovalada.
Seat León Cupra

Si lo que buscas es un auto práctico, pero que a la vez sea rabioso y tenga un precio alcanzable, detén tu búsqueda en este momento. El León Cupra 290 es un auténtico hot hatch que puede llevarte a hacer las compras y también a un autódromo a demostrar todo su poderío.

Lo que más nos gustó del León Cupra 290 es que su apariencia es inofensiva, no la que debería tener un auténtico hot hatch. Me explico. A primera vista, guarda muchos rasgos del León de serie, con un diseño que, dicho sea de paso, es sobriamente atractivo. Sin embargo, no hay mayores detalles que lo diferencien de la versión de entrada. Detalles que sí podemos encontrar a primera impresión en el Cupra R, por ejemplo, aunque esa es otra historia.

Recién acercándonos al auto encontramos algunos detalles que lo diferencian. Primero, es que el logo de Cupra (antes de que se convierta en una submarca) se encuentra alrededor de la carrocería. Primero lo encontramos en la parrilla, que por cierto aquí tiene tomas de aire más prominentes. Hablando de tomas de aire, en este caso se abren dos más debajo de los neblineros, algo que no encontramos en el León de serie, en el que son cerradas.

Si vamos a la zaga, también veremos el logo Cupra, que va acompañando del número 290, que hace referencia a la potencia que tiene este pequeño auto. En esta zona hay cambios más notorios. Uno de ellos es que el portón de la maletera cambia la inscripción “León” por “Cupra”. Otro detalle son las salidas de escape, que también son dos, aunque una en cada extremo.

Rasgos deportivos

Cuando entramos al auto empezamos a dudar de su inofensiva apariencia. Lo primero son los asientos, unas butacas forradas en cuero y alcántara que tienen estampado el sello Cupra en los respaldares. Asientos que, por cierto, son extremadamente confortables y con una sujeción lateral notable. La posición de manejo también es excepcional, bastante baja, con una orientación muy deportiva.

El timón también nos dice que no estamos en un León cualquiera. La base es plana, tiene un mejor grip y unas terminaciones en cuero perforado. Aquí también está el logo Cupra, al igual que en el velocímetro, alojado en un panel de instrumentos que destaca por su claridad e información, y en la consola central.

Notable desempeño

El León Cupra 290 lleva un motor de 2,0 litros que produce nada más y nada menos que 290 caballos de fuerza. Este propulsor va ligado a una caja automática DSG de doble embrague de seis velocidades.

Al arrancarlo, nos recibió un ligero ronroneo que parecía contenido. Como si tuviera ganas de salir con todas sus fuerzas, pero que se contuvo. La siguiente sensación tuvo que ver con la dirección, que tenía peso incluso estando parados. Sin embargo, esto no sacrificó en absoluto el confort, pues nunca fue un inconveniente maniobrar.

Y hablando de confort, la insonorización y habitabilidad también sobresalen en el León Cupra, sobre todo por su generoso espacio en las plazas posteriores (aunque de acceso algo limitado) y por la capacidad de maletera, que tiene una gran profundidad. Ahora, lo que sí podría pasar factura, si de confort se trata, es la configuración rígida de la suspensión, sobre todo si llevas pasajeros. Esto, sumado a unas llantas de 18 pulgadas de perfil bajo, hace que se perciban más las imperfecciones de las pistas limeñas.

Lee la reseña completa del León Cupra 290 en la de Ruedas&Tuercas.

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