Durante los años ochenta el Audi Quattro revolucionó el mundo con su tracción integral y su alta performance. Hoy, toda esa historia y su evolución pueden sentirse en el RS5, un auto de notables prestaciones que le será útil hasta para ir al supermercado. Bajo el capot hay un muy poderoso motor V8, de 4,2 litros, que produce 450 HP de potencia y un sonido sinfónico. Más allá de haber sido el impulsor original del R8 –aunque con 20 HP más– y de llevar inyección directa y dos vistosos múltiples de admisión de color rojo, no hay gran ciencia en él. Es un V8 como debe ser: puro y duro. La caja de cambios es automática, de doble embrague, de siete velocidades y puede ser operada en modo manual desde levas ubicadas detrás del timón. Pero lo verdaderamente exquisito está en la tracción que, como no podía ser de otra forma para un deportivo de Audi, es integral. Si hacemos un resumen de lo que es el RS5, es más que un coupé en términos de practicidad, es más que un 2 2 en términos de confort interior, es similar a un sedán por capacidad de uso diario y va muy cerca del rendimiento de un superauto.