Siendo una disciplina que ya lleva sus años asentada entre las más virales de Internet y habiendo desarrollado un grupo selecto de artistas que comandan la élite de esta, ahora seremos testigos de quién será el próximo gran ‘freestyler’ de la nueva generación. “El Heredero”, de Star+, es un reality de competencia que nos invita a ver cómo 20 prometedores batalleros se batirán a duelo para definir quién seguirá con el legado de esta disciplina en Latinoamérica.
El formato de la competencia es el siguiente: 5 mentores de las principales potencias del ‘freestyle’ latino conforman equipos de 4 elementos (competidores). Los mentores son algunos de los principales exponentes de cada país: Aczino (México), Dtoke (Argentina), Skone (España), Kaiser (Chile) y Jaze (Perú). Cómo es natural, cada uno escogió elementos de su mismo país, con excepción de Aczino, que llamó a un competidor guatemalteco. Cabe destacar que, si eres más o menos conocedor de la escena, estarás familiarizado con muchos de los participantes de este programa. Entre ellos hay variedad de perfiles; jóvenes que vienen dando sus primeros pasos, veteranos de la calle que están alejados de la escena mainstream, talentos estancados que buscan la oportunidad de reencaminar su carrera... hay un poco de todo. Lo seguro es que todos son participantes probados en el alto nivel de competencia.
El escenario utilizado es similar al que veíamos en los años de pandemia cuando no podía haber público en las competencias; un estudio de televisión en forma de ‘cypher’, en donde los 5 equipos se ubican en semicírculo mirando hacia la tarima central. Los mentores se ubican en grandes sillones que los distinguen de sus elementos, quienes van sentados en bancas comunes. La competencia se divide en días, en los que veremos a 10 participantes rapear. Cada episodio está dividido en dos partes, en los que al final veremos coronado al mejor competidor de la jornada y al elemento eliminado de la misma. Yendo ya con las batallas, se utiliza un formato de 3 rondas; la primera es de 5 competidores a fuego cruzado con temática. Allí se elige un ganador que es declarado MVP de ese turno, la segunda enfrenta a los otros 4 en llaves de 1 vs. 1 y se salvan a los 2 ganadores. En la última se enfrentan los 2 perdedores en una batalla 4x4 a “sangre”, como diríamos por aquí. El que pierda esta última, se va sentenciado.
¿Es bueno el formato de competencia sin público?
Ante la falta de una grada llena de gente gritando las rimas, el reality sabe compensar estos vacíos creando narrativas interesantes. En primer lugar, tenemos la conexión de los mentores con sus elementos. Los veteranos tienen una actitud paternalista y líder con sus pupilos, los cuales los llevan a aconsejarlos, animarlos y defenderlos. Otro factor interesante aquí es mencionado desde los primeros momentos de la serie, y es la estrategia. Los mentores juegan un rol más allá de capitanear a su equipo, ya que ellos también son los jurados. En efecto, ellos son quienes deciden a los ganadores y perdedores de cada duelo, incluso pueden escoger las llaves de la segunda ronda si tienen al MVP de turno en sus filas. Con la polémica servida, los mentores declaran al principio del primer episodio que se ha hecho un pacto de votar con el corazón antes que con estrategia, pero rápidamente vemos que algunos veredictos crean descontento entre ellos.
Otra cosa a destacar de la serie es el buen ritmo con el que van llevando las cosas. En vez de presentarte a todos los participantes uno por uno, apenas a los 10 minutos de la serie ya estamos viéndolos improvisar. ¿Cómo les dan profundidad a los personajes? Pues con las intervenciones destacadas en la competencia. Hay algunos elementos que llegan a tener participaciones anecdóticas.
Lo último a destacar son las instrumentales que se utilizan. Aquí no vemos las típicas pistas preparadas para batallas agresivas de puro ‘punchline’, sino que se opta por usar piezas más melódicas. Esto hace que incluso los competidores más orientados al formato competitivo tengan que exigirse al momento de adherirse a la base sobre la que están borrando.
A diferencia de otros proyectos, se nota que “El Heredero” está hecho por gente conocedora de este medio, por lo que respeta sus bases y eso se puede ver en detalles como la presencia de una ‘host’ especial para presentar los enfrentamientos. Si a esto le sumamos el entusiasmo que ponen los competidores para celebrar las rimas sin discriminar quién está compitiendo, tenemos una receta que funciona mucho mejor que la mayoría de sus predecesores.
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