“Joker: Folie à Deux” llegó con grandes expectativas, no solo por ser la secuela de una de las películas más elogiadas de los últimos años, sino también por contar con la prometedora dupla de Joaquin Phoenix y Lady Gaga. Sin embargo, lo que prometía ser una obra revolucionaria dentro del género de los cómics y el cine musical, resultó ser un intento fallido de mezclar el caos del villano más icónico de DC con los vibrantes tonos de un musical.
En Saltar Intro de El Comercio ya hemos podido ver la secuela de la película de “Joker” de 2019 y esta es nuestra opinión.
El potencial desperdiciado del musical y su mal ‘timing’
Uno de los elementos más controvertidos de “Joker: Folie à Deux” es la inclusión de números musicales. Si bien la idea de transformar una película de esta naturaleza en un musical despertó la curiosidad de muchos, el resultado final deja mucho que desear. El mayor problema no radica en la ejecución de los actores, ya que tanto Phoenix como Gaga brindan actuaciones vocales sólidas, sino en el uso de las canciones en momentos clave de la narrativa.
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Durante escenas de gran tensión, las intervenciones musicales no solo interrumpen la atmósfera oscura y perturbadora que caracteriza al Joker, sino que desvían la atención del espectador de lo que realmente está en juego. Estos cortes musicales rompen con la fluidez de las escenas dramáticas, diluyendo la tensión y haciendo que el espectador pierda la inmersión en la historia. Es un mal manejo del timing que afecta gravemente el tono general de la película, contrastando con la oscuridad bien lograda de la primera entrega.
Arkham Asylum: Un escenario desaprovechado
La película arranca en Arkham Asylum, el icónico hospital psiquiátrico donde Arthur Fleck, ahora plenamente en su identidad de Joker, está recluido. Las primeras escenas son potentes, capturando de manera efectiva la monotonía y el deterioro físico y emocional de Arthur. Joaquin Phoenix ofrece una actuación brillante al retratar la rutina diaria de su personaje, destacando su decadente transformación a través de su postura y expresión física.
Todd Phillips y el director de fotografía Lawrence Sher utilizan tomas largas y pausadas que sumerge al espectador en la sórdida atmósfera del hospital. Sin embargo, a medida que la trama avanza, esta atmósfera claustrofóbica se diluye, especialmente cuando la película cambia de enfoque y se transforma en un drama judicial que no logra aprovechar al máximo el potencial narrativo de Arkham.
El peso de la repetición narrativa
Uno de los aspectos más decepcionantes de “Joker: Folie à Deux” es su insistencia en volver a temas y escenas ya exploradas en la primera película. Mientras que la primera entrega fue una exploración profunda y perturbadora de la psique de Arthur Fleck, esta secuela se siente más como una extensión innecesaria de los eventos pasados. Los personajes secundarios narran eventos que ya conocemos, mientras que la trama gira alrededor de preguntas retóricas sobre la dualidad entre Arthur y Joker, sin ofrecer nuevos insights o desarrollos significativos.
Este reciclaje narrativo resulta en una experiencia repetitiva y carente de originalidad. Para una película que debería ser una expansión del mundo del Joker, “Folie à Deux” se siente curiosamente limitada por su predecesora, incapaz de aportar algo realmente novedoso a la historia del personaje.
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Lady Gaga: Una Harley Quinn fascinante pero contenida
A pesar de los fallos estructurales de la película, uno de los puntos más destacados es la interpretación de Lady Gaga como Harley Quinn. Su personaje, Harleen “Lee” Quinzel, es retratado de una manera única, alejada de las versiones más exageradas de la villana que hemos visto en otros medios. Gaga aporta una intensidad emocional a Quinn, que se siente tanto fascinada como obsesionada por Arthur, y su química con Phoenix es palpable en cada escena compartida.
Lamentablemente, al igual que muchos otros aspectos de la película, el potencial de Harley Quinn queda parcialmente desaprovechado. Los números musicales que deberían haber permitido a Gaga brillar como cantante y actriz se sienten forzados y poco integrados con el resto de la trama. Si bien su interpretación vocal es impresionante, la película nunca le da el espacio suficiente para recorrer toda la gama emocional que su personaje amerita. En lugar de ver a una Harley completamente desatada y peligrosa, nos quedamos con una versión contenida y limitada por el guion.
Harvey Dent y la trama judicial: Una oportunidad perdida
Uno de los aspectos más intrigantes de “Folie à Deux” es la inclusión de Harvey Dent, interpretado por Harry Lawtey, quien eventualmente se convierte en el villano Dos Caras. Antes de todo, sabemos que la película se centra en Arthur pero el contexto de un villano tan icónico fue muy desaprovechado.
Dent actúa como fiscal en el juicio de Arthur, y su presencia añade un toque de familiaridad para los fanáticos de los cómics. Sin embargo, a pesar de su potencial, el personaje de Dent no aporta mucho a la narrativa más allá de ser un adversario legal para Arthur.
Las escenas del juicio prometen caos y un enfrentamiento verbal entre Arthur y Dent, pero nunca alcanzan su máximo potencial. En lugar de ofrecer un análisis profundo sobre la relación entre Joker y Arthur, o sobre la locura y el sistema judicial, estas escenas se sienten largas y desconectadas del resto de la película. El juicio, que debería haber sido un punto culminante en la trama, se convierte en una serie de debates legales sin chispa ni profundidad para conseguir un fin del cual termina siendo su propia perdición.
Un tono visual atrapado en la redundancia
Uno de los grandes aciertos de “Joker” fue su impecable diseño visual, que capturó a la perfección la decadencia y el caos de Gotham City. En “Folie à Deux”, Todd Phillips intenta replicar esta estética, pero con resultados mixtos. Mientras que las primeras escenas en Arkham son visualmente impactantes, con un uso inteligente de la luz y el encuadre, a medida que la película avanza, el estilo visual se vuelve monótono y carente de innovación.
La película intenta incorporar referencias visuales a musicales clásicos, como “Los paraguas de Cherburgo” y “Corazonada” de Coppola, pero estas referencias se sienten más como un intento de homenaje que como una integración orgánica dentro de la narrativa. El expresionismo visual de Phillips, que en teoría debería complementar el carácter del Joker, nunca se desarrolla por completo, dejando a la película en un estado de incompleto a nivel visual y conceptual.
Joaquin Phoenix: La salvación de la película
A pesar de los múltiples fallos de “Folie à Deux”, Joaquin Phoenix sigue siendo la pieza clave que mantiene la película a flote. Su interpretación del Joker es tan perturbadora y magnética como en la primera entrega, y su transformación física y emocional sigue siendo un espectáculo digno de admiración. Phoenix logra capturar las múltiples facetas de Arthur Fleck: desde su vulnerabilidad y dolor hasta su crueldad y locura.
Una de las decisiones más interesantes de Phoenix es cómo utiliza su cuerpo y su voz para diferenciar a Arthur de Joker. Mientras que Arthur es encorvado y torpe, Joker es altivo y seguro de sí mismo. Esta dualidad se refleja también en los cambios de acento de Phoenix, que fluctúa entre británico y sureño, dependiendo de la personalidad que esté asumiendo en ese momento. Sin embargo, aunque su actuación es impresionante, no es suficiente para salvar una película que carece de dirección y cohesión.
Conclusión: “Joker: Folie à Deux”, una secuela que no logra superar a su predecesora
En resumen, “Joker: Folie à Deux” es una secuela que se queda corta en comparación con la primera entrega. Aunque cuenta con actuaciones destacadas de Joaquin Phoenix y Lady Gaga, la película sufre por una narrativa repetitiva, un mal uso de los números musicales y una falta de innovación visual. Si bien ofrece algunos momentos potentes, especialmente en las interacciones entre Joker y Harley Quinn, estos no son suficientes para compensar los errores estructurales y temáticos de la película.
Para los fanáticos de “Joker”, “Folie à Deux” puede resultar una experiencia frustrante, ya que en lugar de expandir el mundo del personaje, la secuela parece estar atrapada en los mismos patrones y temas que ya exploró su predecesora; sin embargo, si eres fan de los musicales, posiblemente le encuentres ese gusto que, en nuestro caso, no conseguimos encontrar y mucho menos, conectar.
EL DATO
“Joker: Folie à Deux” se estrena en todas las salas de cine este jueves 3 de octubre.
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