“Misión de rescate 2″: Chris Hemsworth repite la intensidad y aumenta el drama | RESEÑA

El mercenario más noble de Netflix ha vuelto y todo hace pensar que los que están detrás de su historia, Sam Hargrave como director y los hermanos Russo desde la dirección y producción, han preferido mantener casi intacta la esencia en esta secuela de “Misión de rescate” (“Extraction”, como es su título original).

Estrenada en abril del año 2020, la cinta de acción contaba la historia de Tyler Rake (Chris Hemsworth) un agente altamente entrenado al que suelen contratar para tareas que “nadie más puede hacer”. Se trataba, pues, de un portentoso excombatiente de la guerra en Irak que, sin presiones familiares de por medio, tenía tiempo para cumplir complejas misiones a cambio de una alta cifra de dinero.

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En aquella primera entrega, Tyler tuvo la tarea de hallar y rescatar a Ovi (Rudhraksh Jaiswal), el hijo de un millonario indio caído en desgracia (Ovi Mahajan/Pakaj Tripathi). Mientras este último pasaba sus días en prisión, en Bombay se libraba una guerra sin cuartel entre el batallón de sicarios contratados por un enemigo de Mahajan (padre) para matar al menor y el equipo de Rake.

Al descubrir que no le han pagado por cumplir su tarea (nótese el argumento de por sí poco convincente si hablamos de millonarios y mercenarios), Tyler se vio en la encrucijada de dejar abandonado a su suerte al adolescente Ovi. Así pues, incluso con la presión de sus compañeros de fuerzas, el personaje interpretado por Hemsworth priorizó la integridad del menor, con quien además lograría tejer un especial vínculo de amistad.

Conforme avanza “Misión de rescate” notamos un intento ciertamente tibio por acercarse al drama. ¿Cómo? Separando a Tyler de la imagen de ‘Máquina para matar’ y retratándolo como un hombre de carne y hueso, incapaz de superar la dura muerte de su único hijo, y posterior separación de su esposa. En esta línea, como ha pasado con decenas de películas de ‘héroes de acción’, hay un sentimiento de culpa que atormenta a nuestro protagonista. Este último, aunque abordado de forma sumamente endeble, cumple con oxigenar una trama 90% bala y sangre.

Poco más de tres años después del estreno, “Misión de rescate” nos presenta su secuela. La misma comienza intentando conectar improvisadamente con el final de la primera parte. Vemos a Tyler cayendo al río tras ser acribillado en un vetusto puente de Bombay. Sorpresivamente –aunque pensábamos que se había quedado sin equipo—es rescatado y llevado en helicóptero hasta Dubái. Allí, con los mejores cuidados, solo quedará esperar a que despierte algún día.

Conscientes de que estamos frente a una franquicia que podría tener aún mucha tela por cortar, toca contrastar lo que ya tenemos entre manos. En esta ocasión, la acción ya no toma lugar en India sino en Georgia, accidentado y complejo país ubicado en la intersección entre Asia y Europa. Hemos pasado de un villano elegante y que solo da órdenes por teléfono, a los hermanos Davit y Zurab Radiani. Ambos lideran a los Nagazi, una especie de secta fanático-sanguinaria en la que cualquiera parece dispuesto a dar la vida por sus líderes.

Precisamente uno de estos poderosos hermanos, Davit (Tornike Bziava), ha secuestrado a su esposa e hijos en la prisión de Tkachiri. Ketevan Radiani (Tinatin Dalakishvili) decide entonces pedir ayuda a su hermana, Mía (Olga Kurylenko), la esposa de Tyler Rake. Este vínculo afectivo, y la urgencia por recuperar la libertad de Ketevan y sus hijos Sandro (Andro Japaridze) y Nina (Marta Kovziashvili), movilizan a nuestro protagonista y lo sacan del ‘retiro’ para una operación que, según ha advertido el ‘mensajero’ Alcott (un ácidamente divertido Idris Elba, que clama a gritos más espacio en una posible tercera entrega) resulta a todas luces extrema.

Sin detallar mucho los motivos de su decisión (“Me dijiste que descubriera por qué luché por volver. Descubramos eso”), Tyler junta los integrantes de su equipo para llevarlos a la misión. La actriz Golshifteh Farahani ha evolucionado diametralmente entre película y película en su rol de Nik. De una historia en la que era básicamente la estratega y directora de operaciones, a otra en la que levanta las armas y se agarra a puñetes con quien se le ponga al frente. Del otro lado, su hermano Yaz Khan (Adam Bessa), equilibra lo estratégico con lo operativo. Estos hermanos conforman una dupla claramente especial en “Misión de rescate 2″ (chistes sobre TikTok incluidos), y acompañan de forma correcta a un protagonista que parece haberle perdido por completo el miedo a la muerte.

En la primera parte de la saga, fue el adolescente Ovi quien cumplió labores de ‘acompañamiento’ de Tyler, un protagonista abrumado por la culpa de haber dejado a su hijo menor en la fase final de su cáncer. Nuestro protagonista en ningún momento oculta la verdad: se fue a la guerra porque no soportaba estar frente a su ser más querido sin capacidad alguna para ayudarlo. Del otro lado, en esta secuela hay también un menor que cumple un rol trascendental dentro del argumento. Sandro parece inicialmente alguien que aceptará lo que le diga su madre, pero pronto devela su otra cara: se siente llamado a ser un Nagazi y parece dispuesto a todo para lograrlo.

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“Misión de rescate 2″ es una película de acción y bajo esos parámetros podemos decir que el resultado es igual de positivo a como lo fue tres años atrás. La coreografía de los enfrentamientos resulta particularmente llamativa. Destacan, por ejemplo, las peleas en equipo que tuvo Tyler junto a Ketevan dentro del penal de Tkachiri, o el enfrentamiento que sostuvieron Tyler y Zurab (Tornike Gogrichiani) en la cima de un rascacielos. Pero sería sumamente injusto no mencionar otros detalles como la fotografía. Porque peleas a bordo de trenes hemos visto muchas. Lo mismo con hombres disparándole a helicópteros que lanzan ráfagas interminables, pero en la película de Hargrave el resultado es casi impecable. De la misma forma, aunque ya en la primera entrega los movimientos de cámara eran un insumo importante, en esta secuela la apuesta se redobla, dando la sensación al televidente de que no existen pausas.

Queda claro que Chris Hemsworth no es uno de los grandes representantes del género melodramático en Hollywood. No obstante, en sus intentos por mostrarse frágil ante el pasado que lo persigue de distintas formas, el personaje de Tyler ha demostrado cierta evolución. Aunque esta mejoría tampoco debe ocultar varias debilidades de la nueva gran apuesta de Netflix. Desde situaciones que ocurren inexplicablemente rápidas (la casi milagrosa recuperación inicial del mercenario o su inaudita --y fácil-- incursión en la prisión en Georgia), lo poco que transmite un actor como Andro Japaridze (Sandro), o la forma en cómo se desaprovechó la aparición de Mía en la historia. Se trata de elementos que exigen revisión si es que, como todo indica, pronto tendremos una tercera parte.

Misión de rescate 2/ NETFLIX

Director:Sam Hargrave

Elenco: Chris Hemsworth, Golshifteh Farahani, Tornike Gogrichiani, 

Adam Bessa, Idris Elba

Sinopsis: El agente altamente entrenado Tyler Rake regresa del umbral de la muerte con otra peligrosa misión: rescatar a la familia de un mafioso despiadado.