De aquel millonario acuerdo de producción de contenidos firmado entre Adam Sandler y la mega cadena de streaming Netflix era de esperarse que surjan producciones de todo tipo. En no todas el actor neoyorquino de 56 años es protagonista, aunque sí participa desde distintas posiciones. Un ejemplo de esto último bien podría ser “Unos suegros de armas tomar”, comedia romántica con toques policiales en la que Pierce Brosnan –recordado James Bond de hace un par de décadas-- interpreta a Billy, el futuro suegro de un joven agente bancario que, ad portas de casarse con su prometida, Parker, descubre que los padres de esta son asaltantes de bancos.
Estrenada a mediados de este año, la cinta es un producto más de Happy Madison, la productora que comanda Sandler y que ha tenido tantos altos como bajos, en pantalla grande y en streaming. El más reciente, sin embargo, claramente se diferencia de cualquier otra alternativa que usted recuerde. Hablamos de “¡No estás invitada a mi bat mitzvá!”. Se trata de una comedia netamente familiar que no tiene reparos en develar sus cartas con prontitud: es una historia de chicas camino a convertirse en adultas en tiempos de TikTok.
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Dejando un poco lo general, la cinta dirigida por Sammi Cohen cuenta la historia de Stacy Friedman, una adolescente –interpretada por Sunny, la hija menor de Adam Sandler—que intenta finiquitar los detalles para su ansiado bat mitzvá, celebración en la que los judíos (a sus 13 años, habitualmente) dan el salto a la madurez. Pero Stacy, aunque lo quisiera, no puede aislarse del mundo que la rodea. Su mejor amiga es Lydia Rodríguez (Samantha Lorraine), y además vive con sus padres Bree (Idina Menzel) y Danny (Adam Sandler), y con su hermana mayor, Ronnie (interpretada por la hija mayor de Sandler).
No estamos ante la primera incursión del núcleo Sandler en las producciones que genera Happy Madison, sin embargo, sí es la primera vez que una de las tres mujeres en la vida del comediante toma un rol protagónico. Y lo primero que nos deja la interpretación de Sunny como Stacy es la sospecha, tal vez certeza, de que la adolescente se ha preparado para el trabajo. Su labor en pantalla es convincente, incluso siendo ella la que se pone el mayor peso encima en más de 100 minutos. Gestos, muecas y actitudes muy propios de una persona que cree ahogarse en un vaso de agua, aunque en el fondo solo tiene realmente una obligación: ir a la escuela.
Otro detalle notorio es que, más allá de que la cinta tiene un enfoque juvenil y solo muestra a Adam Sandler como un personaje secundario (padre judío y bonachón que se la pasa gran parte de la historia lanzando bromas sin recibir respuestas a cambio), los realizadores de “¡No estás invitada a mi bat mitzvá!” no han podido desprenderse de uno que otro rasgo característico de la gran mayoría de producciones vinculadas a Happy Madison: situaciones estrambóticas, personajes absurdos, y uno que otro hecho desagradable sirven como break al drama que la adolescente Stacy enfrenta a días de su pase a la madurez.
Volviendo al argumento en sí, la película se sostiene en un drama bastante simple, pero son sus particularidades las que le dan notoria frescura y un toque de encanto. Mientras planifica su bat mitzvá, Stacy intenta –como tal vez hemos hecho todos alguna vez en nuestra vida—controlar todo a su manera. En esa línea, que el chico que le gusta, Andy (Dylan Hoffman), haya besado y ‘tocado las bubbies’ a su mejor amiga Lydia es un remezón que desatará en ella una increíble sed de revancha. Poco importará que muy probablemente tras conocerlo a fondo, ambas se den cuenta de que el pelirrojo adolescente que las separa no tiene nada fuera de lo común. Es más, parece ser un bobo del montón. En el medio de todo esto hay, claro, ‘primeros besos’ a ojos cerrados, vestidos escotados, y estrategias para viralizar mentiras sobre la rival de turno.
Nada termina siendo lo suficientemente grave en este drama adolescente, aunque la propia Stacy (de 13 años) añora “¡cuando tenía seis y vivía sin preocupaciones!”. Sus zapatos de taco (“parecen de una ramera”, según su madre al borde de la “cancelación”) son el objeto más preciado, hasta que un minuto después se los cambia por unas Converse, pues, simplemente no los soporta. Luego, cuando la rabina (Sarah Sherman), (estrafalaria como muchos de los personajes creados por la maquinaria de Happy Madison) descubre a dos chicos besándose en frente de la Torah, todo el escándalo se desinfla entre gritos ridículos de un papá que a ratos pareciera competir por ser otro hijo travieso y respondón en su casa. Finalmente, un batallón de adultos mayores que –dentro del asilo y fuera de él—cambiaron los gruñidos atribuidos a su edad por las bromas y los sabios consejos de amor para las chicas.
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Tal vez desde una perspectiva secundaria, “¡No estás invitada a mi bat mitzvá!” cumple también con retratarnos parcialmente la forma de vida de una minoría como los judíos en Estados Unidos. Más de siete millones de habitantes de origen judío intentan permanentemente adaptarse a un país multi cultural que, tal como presiona y exige lo máximo de ti, también es capaz de otorgar una serie de oportunidades que tal vez en sus lugares de origen les hubiera sido algo más difícil lograr. La cinta de Cohen está lejos de ser una propuesta política, pero sí es capaz de al menos delinear a una comunidad que respeta sus costumbres, pero sobre todo que valora a sus integrantes por igual.
Sin ser la mejor de las producciones de Happy Madison, “¡No estás invitada a mi bat mitzvá!” es una correcta incursión de la productora de Adam Sandler por el género juvenil. En su poco más de hora y media de duración nos encontramos frente a una adolescente con una personalidad tal que le permite tropezar, levantarse y enmendar sus errores casi siempre por sí sola. Y aunque su final es ciertamente previsible, el objetivo de entretenernos mientras vemos a chicos bailando felices al ritmo de un DJ ha sido cumplido.
¡No estás invitada a mi bat mitzvá!/NETFLIX
Sinopsis: Stacy y Lydia son mejores amigas, y cada una está planeando un bat mitzvá inolvidable…, hasta que un chico muy popular y el drama escolar amenazan con arruinarlo todo.
Director: Sammi Cohen
Elenco: Idina Menzel, Adam Sandler, Sunny Sandler, Sadie Sandler, Dylan Hoffman, Samantha Lorraine
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