¿Qué hacía Ted antes de conquistar el corazón de John? Descubre su historia “Ted, la serie”, el divertido viaje al pasado del peluche más políticamente incorrecto

Casi una década después del estreno de la segunda parte de su franquicia cinematográfica, “Ted”, la historia del peluche irreverente que intenta tener una vida normal tras hacer realidad el sueño de su dueño, John Bennett, de tomar vida propia, salta al streaming con una ágil precuela que renueva la apuesta por el humor sin corrección política.

Bajo la marca Universal+, “Ted, la serie” entrega una primera temporada con siete episodios en los que retrocedemos hasta 1993 para ver a John adolescente, esta vez interpretado por Max Burkholder. Él, miembro de una familia aparentemente ‘normal’, vive sin grandes problemas junto a su oso de peluche parlante. Hasta que algo cambiará su rutina de videojuegos y series de TV.

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Aquellos que se preguntan cuánto puede cambiar una historia tan singular como esta al incursionar en una precuela, en “Ted” es evidente que hay un claro intento por salvar la esencia. Esto probablemente se debe a que Seth MacFarlane (Connecticut, 1973) , sigue totalmente a cargo del proyecto, más allá de la voz que le da al oso en la versión original.

“Ted, la serie” transcurre en Framingham, ciudad del estado estadounidense de Massachusetts. Allí, en una típica casa clasemediera, habitan John, sus padres Matty (Scott Grimes) y Susan (Allana Ubach) y su prima Blaire (Giorgia Whigham), tal vez el gran contrapeso en el elenco.

Tal como ocurre en las películas de 2012 y 2015, la trama de esta propuesta presenta una dificultad y un propósito para sus protagonistas. En la primera cinta, protagonizada por Mark Wahlberg y Mila Kunis, el primero (John) buscaba darse un espacio del oso con el que había pasado casi toda su vida y así poder ‘enderezarse’ de cara al matrimonio con la segunda.

Tres años después, ya sin Kunis y con el ingreso de Amanda Seyfried al elenco principal, la historia priorizaba un poco más el estatus de Ted, un peluche que, aunque con vida propia y voz, seguía siendo “propiedad de” alguien. Así pues, el objetivo en pantalla fue lograr que las autoridades lo reconozcan como un ciudadano común y corriente para hacer valer todos sus derechos.

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En la serie de Peacock que llega a Latam por Universal+, los problemas son menos trascendentales. Y lo son fundamentalmente porque John es un adolescente sin grandes aspiraciones que tampoco encuentra una exigencia mayor desde sus papás: Matty, un atento, pero anticuado padre blanco promedio y Susan, una comprensiva ama de casa, siempre preocupada en satisfacer a todos los que se sientan a su mesa.

La química que John y Ted (MacFarlane) evidencian en pantalla es a ratos tan natural como la lograda por Wahlberg en las películas de la década pasada, aunque el ritmo resulta ligeramente algo más lento. Sus conversaciones durante el día, pero sobre todo cuando luchan por quedarse dormidos cada uno sobre su cama camarote, denotan un intento por colocar el humor siempre por encima de las reglas morales (doble sentido, gags irreverentes e insultos sin tocar lo grotesco).

El objetivo central en esta ocasión es uno que parece simple, pero implica mucho: el oso no puede pasarse todo el día en casa sin tener la educación de su dueño, pues estará expuesto a convertirse en un simple vago. Aquella ‘obligación’ termina siendo el principio de una gran meta: forzar la (auto)expulsión escolar del peluche a como dé lugar.

“Ted, la serie” presenta una serie de elementos muy bien logrados. En sus dos primeros episodios, tal vez lo más saltante sea el retrato familiar que MacFarlane y los realizadores quieren plantearnos: varias cabezas sobre una misma mesa que, aunque piensan distinto, estarán siempre unidos por un vínculo especial.

En esta línea, como adelantamos líneas arriba, destaca el personaje de Blaire, quien aporta un aire bastante fresco sumando la dosis de racionalidad en una familia a ratos sin radar. Ella es una sobrina que, huyendo de su propia familia problemática, le alquila una habitación a su tío Matty. Para pagar ese cuarto debe, sin embargo, recurrir a una actividad ilícita que va contra el ejemplo que busca inculcarle a su “aún menor de edad primo” John y, por supuesto, al a ratos ingobernable Ted.

No es la primera vez que una serie incluye, en una familia diversa, un personaje digamos ‘racional’ que aporta la sensatez, aunque en el este caso, Blaire va más allá y cuestiona no solo a su tío por ciertas formas retrógradas y hasta autoritarias que practica, sino que, además, inclusive aconseja a la esposa de este para que se defienda y hable cuando se sienta minimizada por sus expresiones. Esto, siempre sin llegar a un nivel dramático lo suficientemente grave como para sacarnos del aura de una comedia de situación.

Así pues, mientras Ted busca que a toda costa lo expulsen de la escuela para volver a ‘hacer nada en casa’, lleva de la mano a su amigo y socio John en un descalabro de valores muy propio de la edad que representa. Aquí es cuando las situaciones más riesgosas ocurren y la ficción rebosa en cuanto a naturalidad. Porque, increíblemente, a veces lograr que te expulsen del cole no es tan fácil.

Y precisamente el colegio -- John Hancock Highschool-- se nos presenta como un refugio de personajes variopintos que conforman lo más cercano a un universo, el cual, felizmente, resulta sutilmente acompañado por escenografía ‘noventera’ acorde, con “Low Rider” como soundtrack de fondo, matones regordetes de secundaria, profesores desinhibidos al borde del divorcio, chicas que fuman drogas sin desparpajo, y hasta directoras sin ningún miedo a las amenazas de un atrevido oso de peluche.

En tiempos donde lo políticamente correcto parece lo usual, “Ted, la serie” refresca la oferta del streaming, y no lo hace recurriendo a lo fácil, sino incidiendo en la noble sociedad de confianza que puede existir entre un adolescente cualquiera y sin malas intenciones con su oso de peluche, el cual, incluso en las situaciones más adversas o complicadas, estará listo para presionarse solo el pecho y soltar un “I Love You”.

TED, LA SERIE/UNIVERSAL PLUS

Director: Seth MacFarlane

Elenco: Max Burkholder, Alanna Ubach, Scott Grimes, Giorgia Whigham, Ara Hollyday

Sinopsis: En esta precuela volvemos a 1993: el momento de fama de Ted (Seth MacFarlane) quedó atrás. Ahora vive de nuevo en su hogar en Massachusetts, con su mejor amigo John Bennett de 16 años (Max Burkholder) y su familia. Sabemos que Ted puede ser una mala influencia, pero al final del día, es un leal amigo que está dispuesto a todo por la amistad.