“She-Hulk: defensora de héroes” no pudo mantener la magia de su excelente cuarto episodio, trayéndonos esta semana un capítulo más enfocado en cuestiones legales y con menos risas y acción. En “Verde, alegre y estos jeans me quedan ardientes”, dirigido por Anu Valia y escrito por Dana Schwartz, Jennifer Walters (Tatiana Maslany) debe defender en la corte el nombre de She-Hulk luego de que este fuera tomado como marca registrada por la ‘influencer’ Titania (Jameela Jamil) y utilizado para una vergonzosa línea de cosméticos.
ADVERTENCIA, EN ESTA NOTA DISCUTIREMOS SPOILERS
Siguiendo el formato de sitcom, el capítulo se divide en dos tramas que finalmente se juntan en la conclusión. La trama principal ve a Jen unir sus fuerzas con su colega Mallory Book (Renée Elise Goldsberry) para contrademandar a Titania y recuperar el control del nombre. Esta parte del episodio ve a Jennifer no solo aceptando el nombre de She-Hulk, el cual le fue impuesto por la prensa, sino también peleando por él como parte de su identidad y algo que parcialmente disfruta ser, continuando así su transformación en una superheroína que busca controlar su propia historia.
La trama secundaria en cambio se centra en los personajes de Nikki (Ginger Gonzaga) y Pug (Josh Segarra), ambos criminalmente poco utilizados en los anteriores capítulos. Lo que comienza con una simple compra de un par de zapatillas exclusivas de Iron Man pronto se transforma en la búsqueda de un renombrado diseñador de disfraces de superhéroes llamado Luke (Griffin Matthews), a quien finalmente convencen para diseñar unos trajes para Jennifer que puedan adaptarse a sus dos estaturas.
Al final la victoria en la corte se da gracias a las derrotas en el amor que tuvo Jen en el episodio anterior, con Jen utilizando su vergonzoso perfil en un sitio de citas para demostrar que utilizó el nombre de She-Hulk como identificación personal mucho antes de que Titania lanzara su línea cosmética. La agridulce victoria, que llegó de la mano de mucha humillación personal para nuestra protagonista y una promesa de venganza por parte de Titania, finalmente termina por mejorar la fría relación entre Mallory y Jen, quienes parecen iniciar una amistad.
El episodio culmina con Jennifer probándose sus nuevos trajes, con un disfraz de superhéroe incluido, mientras que Luke reserva otro paquete para aun cliente bastante familiar para los aficionados de Marvel: un casco amarillo con dos distintivos cuernos de diablo.
“Verde, alegre y estos jeans me quedan ardientes” es el primer episodio de “She-Hulk: defensora de héroes” sin los cameos que han caracterizado a la serie desde su inicio, permitiéndole por fin a sus personajes secundarios un poco del desarrollo que se merecían. Mallory y su mordaz lengua tienen algunos de las mejores líneas de esta semana, incluyendo señalar que Jen se viste “como un futbolista que se niega a refutar los cargos por conducir ebrio”, algo que Nicki busca solucionar desesperadamente.
El capítulo también deja de apelar tanto al humor absurdo que caracterizó a la serie en anteriores episodios para enfocarse más en el ‘cringe’ - ¿qué otra forma calificar el desfile de interés amorosos de Jen en la corte?-, y que si bien no es la comedia de mi preferencia, debo admitir que funciona en momentos.
Pero dejando atrás lo que se perfiló como un episodio promedio de la serie, lo más importante del capítulo de esta semana fue la primera referencia a Daredevil, un cameo del personaje interpretado por Charlie Cox que es sin lugar a dudas una de las cuestiones que más anticipación causó el programa y que mantendrá a más de uno esperando porque sea el 22 de septiembre.
CALIFICACIÓN
3 estrellas de 5
Marvel Studios / Disney
Jennifer Walters tiene una vida complicada como abogada soltera de unos 30 años que también se convierte en la superheroína verde, She-Hulk.
Elenco
Tatiana Maslany, Ginger Gonzaga, Jameela Jamil, Josh Segarra, Jon Bass, Renée Elise Goldsberry, Tim Roth