Carlos Solano no imaginó que volvería a interpretar a Félix en la serie de televisión más popular del país. Seis años más tarde de que se se estrenara el que se creía su capítulo final, Gigio Aranda y el resto de la producción de “Al fondo hay sitio” lo convocaron a una reunión por Zoom y el actor aceptó, pensando que lo invitarían a participar en una nueva serie. Pero, cuando recibió la noticia, no pudo creer que estaría de nuevo en la piel del personaje que impulsó su fama tiempo atrás.
Por más de seis años, el actor limeño conquistó a la audiencia de “Al fondo hay sitio” con el personaje de Félix Panduro, un empeñoso y romántico joven natural de la ciudad de Tarapoto, en San Martín. En la serie, el personaje es un serenazgo de la vecindad de Las Lomas y está enamorado de ‘La Teresita’ (Magdyel Ugaz), quien, en la última temporada, va sorprendiendo con síntomas de cariño, aunque no parece tan correspondida por el joven, como en tiempos anteriores.
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En conversación con Saltar Intro de El Comercio, el actor de televisión (”Al fondo hay sitio”, “Misterio”) y cine (”Mariposa Negra”, “Utopía”) habló sin filtros su relación con Magdyel Ugaz, los estereotipos de los personajes de la selva y más:
—¿Qué desafíos te trajo “Al Fondo Hay Sitio”?
Me siento realmente bendecido. Retomar la serie es reencontrarme con un grupo humano que llevo conmigo en el corazón, pero también con el maravilloso cariño del público, algo que definitivamente me cambio la vida. El desafío es mantener viva la chispa, el espíritu alegre. Eso no es tan difícil, porque, en las venas, tengo la rica y sabrosa sangre de la selva.
—¿Con qué ojos ves al personaje de Félix?
No sé ni cómo ni por qué llegué a esto, pero Juélix es el mejor lado de mí como persona, no como actor. Es un personaje que hago con los mejores sentimientos. Mientras contesto esta pregunta, me doy cuenta que la razón es mi madre. Ella es de la selva. Por eso, para mí, todo lo que tiene que ver con esa región, tiene que ver con el amor.
—En la serie, Magdyel Ugaz es el amor de tu vida. ¿Cómo es tu relación con la actriz?
Con Magdyel, que recuerde, hemos tenido una conversación profunda solamente una vez. No lo sé, quizá estamos en frecuencias distintas. En esta nueva etapa de la serie, estaremos más cerca, algo me dice que será así.
- Cuéntame una anécdota con ella.
Tengo una, ahora que recuerdo, pero es vergonzosa. Creo que no te puedo dar detalles, tiene que ver con un beso en una escena. Besé a Magdyel más de la cuenta, pero fue una confusión, un accidente. Ella se dio cuenta de eso y no hubo problema. Quedé riendo por eso y avergonzado a la vez.
—Además, actuar de un personaje durante años es un reto. ¿Qué es lo más difícil de ser Félix por tanto tiempo?
No hay nada difícil. Al menos, no por ahora. Todo es bacán, ‘bacanísimo’, porque el Juélix trasciende y me facilita la vida afuera del escenario. Nadie se resiste al ‘oshe’, al ‘ya vuelta’, a mi instituto o a mi bailecito. Esa es la ‘juirme’.
—He visto que una organización de Juanjui, en San Martín, te envió unos presentes. ¿Cómo es tu relación con el público de la selva?
Cada vez mejor. Me escriben mucho y me dan regalitos que no me daban antes. Me regalaron un hermoso polito y también un pinchudo, una escultura de madera de la cultura Chachapoyas. Agradezco mucho a la gente que me expresa su cariño, pero, en especial, a quienes viven en la selva por prestarme su acento y su alegría.
—Cuando se presentan personajes del interior del Perú, se les suele estereotipar. ¿Cómo haces tú para evitar eso?
Cualquier cosa que sea o pueda parecer un estereotipo, solapa no más, trato de llevarlo por otro lado. El actor tiene, por un costado, al guionista; por el otro, al público. Siempre tiene que intentar encontrar un punto medio de respeto hacia ambos lados.
—Como actor, no estás en la televisión únicamente. Actuaste en las películas “Utopía” y en la última producción de cine independiente, “Mataindios”. ¿Cuál ha sido la producción en la que más te ha gustado participar a lo largo de tu carrera?
Trabajar con Javier Fuentes-León en “Las mejores familias” fue lo mejor. Soy fan a todo nivel de ese señor. Tuve un personaje que apenas hablaba en su película; sin embargo, recibí un trato de primera. Después, obtuve otro papel con mayor importancia en una segunda producción a su cargo, y sentí lo mismo. Ya me toca ser su protagonista para recontra confirmar que él es lo máximo. ¡Shámame, Javier!
—¡Que lo haga! Bueno, me parece que, en los últimos años, has estado más pegado a la política o dando mensajes sobre temas sociales. ¿La razón de esa dirección que tomas tiene que ver con romper estereotipos?
¡La política, ay, la política! Siempre he vivido al margen, porque es demasiado para mí. Los políticos en su mayoría no son políticos, sino estafadores de alta gama. Me acerqué un tiempo a esos temas, pero otra vez ya me aparté. Me sobrepasa. Ya habrá momento de acercarse otra vez.
—De hecho, el personaje que tuviste en “Las mejores familias” está en la órbita de la historia de clases sociales, que también es el tema de “Al fondo hay sitio”. El clasismo y la desigualdad es un tópico recurrente en el cine y la televisión peruana. ¿Ante esto, los actores se ven encasillados en ciertos personajes?
¡Hay tanto para decir al respecto! Claro que hay encasillamiento, es inevitable. Pero eso cambiará pronto, porque seré productor y me contrataré a mí mismo para ser el galán. A partir de eso, cambiará todo, créeme.
"Las mejores familias” está disponible en Prime Video, mientras que la cinta “Utopía” se encuentra en Netflix. Por su parte, “Al fondo hay sitio” se puede ver por la señal en streaming de Movistar TV, y por el catálogo de América tvGO. Una próxima producción de Carlos Solano en streaming será "Contigo capitán", la serie sobre el caso Paolo Guerrero que se estrenará el 5 de octubre.
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