“Pan y Circo”, del latin “panem et circenses” es una frase acuñada entre los siglos I y II de nuestra era por el poeta romano Décimo Junio Juvenal para describir el estilo de vida corrupto del imperio en el que dada su política populista, se creía que la mejor estrategia para mantener a su pueblo callado, era dándole comida y entretenimiento a los pobres.
Diecinueve siglos después, las formas de hacer política no han cambiado y esa frase se mantiene tan vigente como entonces. Así surge “Pan y Circo”, un programa producido, dirigido y conducido por Diego Luna para Prime Video, en el que el mexicano se sienta a la mesa con variopintos invitados, que van desde periodistas, politólogos, activistas, actores o escritores para conversar sobre temas tan relevantes como el acceso a la salud, la discriminación, la migración, entre otros.
El programa debutó en 2020, en medio de la pandemia y con los invitados reunidos a través de una videollamada.
Dos años después, este talkshow, reconocido con dos premios Daytime Emmy, se muda a España para presentar dos especiales entre los que destaca “Discriminar en español”. Con la Conquista como tema principal, esta charla entre Diego junto a la periodista española Maite Rico, el escritor mexicano Jorge Volpi, la abogada salvadoreña Carolina Elías, el periodista boliviano José Andrés Rojo y la escritora peruana Gabriela Wiener, revela que cinco siglos después, este es un tema que aún duele y tiene mucho qué decir.
De la esencia del programa, de este especial en particular y de la importancia de darle voz y saber escuchar a quienes no piensan como uno mismo, hablamos con Diego Luna, vía Zoom.
—Déjame confesarte que no había visto “Pan y Circo” hasta ahora y me parece que es un producto muy necesario y es como realmente sentarse a la mesa a charlar con gente que no tiene porqué opinar igual que tú sobre temas importantes y se siente toda esta onda de la comida recién hecha, del compartir en grupo, del discutir con respeto.
Y de recordarnos de qué somos capaces. Hemos olvidado la capacidad que tenemos de entendernos, de respetarnos en nuestras diferencias pero sobre todo de encontrarnos de una forma más horizontal. Hoy la discusión vive en un nicho de confrontación, de polarización y de descalificación que a mí me parece muy triste. Pareciera que tenemos muchas herramientas pero para encontrarnos, entendernos y contrastar también nuestras posturas no siento que las estemos usando de la mejor forma. Hoy más que nunca creo que “Pan y Circo” es eso. Es un esfuerzo por recordarnos de qué somos capaces porque para mí las cosas más interesantes han pasado en una mesa. Las opiniones más importantes de mi vida las he escuchado en una comida, en una cena, en mi cocina.
—Aunque no opinen igual que uno
Si te sabes capaz de compartir los alimentos, el momento tan importante de alimentarnos, si te sabes capaz de compartir con alguien que no opine igual que tú ese momento en tu vida, pues ya no hay nada que nos separe, me entiendes. Y hoy parece que se alimentara de ese discurso, de ustedes contra nosotros, estos nacionalismos tan peligrosos que viven del radicalismo y de la polarización donde resulta imposible que nos sentemos a la mesa. Y yo digo, me he sentado a la mesa con gente que piensa tan distinto, sin embargo he llegado en general de forma cordial al postre. No necesariamente saliendo de ahí cambiando de opinión pero por lo menos entendiendo que no voy a poder cambiar de opinión. Y eso ya es algo, es un acercamiento y siento que eso es algo que nos lo tenemos que recordar, sobre todo en temas como este. No hay una verdad absoluta, hay distintas perspectivas, hay problemáticas comunes no una solución. No es un problema matemático.
—Y qué importante es también, y tú lo has dicho, profundizar. Vivimos en una realidad en la que todo se maneja de manera tan superficial como un tuit.
Sí y eso creo que es además lo que termina conmoviendo y convenciendo a las invitadas y los invitados, de sentarse a la mesa de Pan y Circo. Aquí te invitamos a que platiques con nosotros tres horas y luego confíes en mí que en edición yo voy a plasmar de lo que entendí sobre lo que dijiste. Esa es la responsabilidad que yo adquiero con los invitados. Yo voy a editar eso, a mí me pasa la cena y luego to me siento a editar y trato de dejar que le quede clarísimo al público lo que yo entendí que tú me dijiste. Entonces, ante esa integridad, el invitado de ir profundo. Generalmente todo el mundo llega con una idea de lo que quiere decir. Y lo más interesante es lo que empieza a pasar cuando ya todos se escucharon y empiezan a reaccionar unos a otros. Ahí es cuando se sale de control la cosa y se festeja pues la profundidad y la reflexión y el contraste pero bien fundamentado.
—Sin embargo, no todos califican para ser invitados
También tenemos la regla de no amplificar las voces tóxicas. A quienes invitamos a la mesa, ya sabemos porqué vienen. Ya te estudiamos, ya leímos lo que has escrito, entonces cuando vienes, nosotros tenemos una idea de qué queremos que digas. Pero lo más bonito es cuando nos sorprenden y eso solo pasa si valoras la profundidad, si valoras la paciencia, cosa que hoy en los medios en difícil encontrar y en las redes sociales, imposible.
—“Pan y Circo” estrena su tercer especial el 24 de junio. ¿Cómo es que llega a ti este proyecto? ¿Cómo surge?
Empezó siendo un bosquejo de una idea.Yo quería conjugar varias cosas: mi admiración profunda por muchísimos periodistas, muchas voces que admiro mucho y además disfruto profundamente. Me encanta comer con periodistas porque aprendo, entiendo, porque rasco, escucho lo que no les cabe en su columna ni en el programa que tienen. Pasa esa cosa deliciosa de escuchar a gente que tiene mucha información pero además un punto de vista. Entonces nace de eso, de que me encanta la cocina, aprender a cocinar y me encanta comer. Y en cómo de pronto para mí es tan importante contar historias como escuchar historias. Y este es un espacio para hacer eso.
—Y se siente esa libertad del invitado al hablar
Es que cuando edito “Pan y Circo”, quito mis opiniones, en la mesa hablo mucho pero generalmente para detonar cosas. A mí lo que me interesa es que escuchen a nuestros invitadas e invitados que están ahí sentados. Mi interés es: a lo mejor tú llegaste aquí porque creías que ibas a aprender de cocina o porque creíste que me ibas a escuchar a mí pero en realidad de quien se trata es de esta voz o de esta persona o de esta perspectiva. Y en ese sentido, me alegra mucho poder seguir dándole espacio a voces que me parecen indispensables.
—He visto un adelanto del nuevo especial de “Pan y Circo” llamado “Discriminar en Español” y ese programa echa chispas. Y es que un tema muy polémico, confuso y que duele mucho aún
Y por eso escogimos Madrid para hablar de ese tema porque tú sales hoy por la ciudad y oyes acentos colombianos, peruanos, venezolanos o conoces a alguien de El Salvador platicando con alguien de Almería y te topas a un mexicano que tiene un restaurante y lo atiende pura gente de Chile, ¿me entiendes? Hoy ya pasa ese intercambio y naturalmente se está dando esa conversación pero sí requiere de un ejercicio de introspección profunda y de confrontación también porque hay mucho que decirnos y no hay identidades. Y eso me gusta mucho del programa, no hay como identidades perfectas o que representen una unidad clara. No podemos hablar de nosotros contra ellos, no podemos hablar de América Latina y España. No podemos hablar de México y España porque ¿de qué México estás hablando? ¿de qué España estás hablando? Es interesantísimo lo que el episodio refleja: que hay que abrir el tema, que hay que tumbar los prejuicios y que hay que empezar a contarnos nuestras historias para eventualmente encontrar ese punto en el que podemos coincidir.
—¿Hay planes de viajar a otros países con “Pan y Circo”?
Sí, bueno, planeado no pero en la lista de prioridades está. Osea, “Pan y Circo” para mí tiene que seguir moviéndose. Después de Madrid tenemos que buscar nuestra siguiente parada pero todavía no la definimos.
—¿Lima podría ser el próximo destino?
Estaría increíble, sí.
-El 24 de junio Prime Video estrena el tercer especial de la segunda temporada de “Pan y Circo”, el programa de conversación producido y conducido por Diego Luna. Esta nueva entrega regresa con dos episodios especiales en los que se retoma el ritual de la comida como espacio para el diálogo sobre distintos puntos de vista.
-Las dos primeras temporadas de "Pan y Circo" están disponibles en Prime Video