El pasado 7 de julio, Netflix estrenó “Maleficio”, la película taiwanesa de terror que en diez días se ha convertido en una de las películas de su género favoritas de la plataforma.
Antecedida de buenos comentarios por parte de la crítica y una taquilla que pasó los 5,7 millones de dólares estadounidenses, “Maleficio” (Incantation) narra la historia de una mujer llamada Li Ronan que hace seis años violó, junto a sus amigos, un tabú religioso. Los compañeros de la mujer murieron instantáneamente debido a que miraron directamente a la cara de la deidad malévola, mientras que ella, entonces embarazada, y su hija fueron maldecidas debido a que Ronan recitó un encantamiento. Aterrada por lo que ocurre, Li tiene que proteger a su hija de las consecuencias de sus actos.
¿Qué significa el final?
Antes que nada pongamos en contexto, el tramo final de la película: En el pasado, mientras Ronan y sus amigos invocaban la ira de la antigua maldición, la cueva de la Madre Buda se convirtió en una especie de casa de terror, con manos que sobresalían de las paredes, objetos que se desmoronaban y toda la cueva cobraba vida para enfrentarse a los humanos que la perturbaban.
Ya en el presente y con un sentido de culpa por el destino que ha tenido su hija Dodo como consecuencia de la maldición que se originó en el pasado, Ronan intenta romper este con juro para salvar la vida de la pequeña.
“Perdón Dodo, mami ya no te hará más daño”, le dice Ronan a su hija aparentemente muerta, mientras graba un video para la pequeña. “Si logras despertar, prométeme que olvidarás mi nombre... prométele a mamá que al abrir los ojos serás más feliz que los demás...”, agrega la mujer entre lágrimas.
Acto seguido, Ronan, cubierta por la escritura budista que se ve y menciona en los rituales de la película, enseña, mirando a la cámara y dirigiéndose a quien vea ese video, la siguiente frase: “Hou-ho-xiu-yi, si-sei-wu-ma”. La idea es que mientras más gente vea el video y repita la frase, supuestamente serán bendecidos.
“Esta es la traducción completa del monje de Yunnan”, dice la mujer mientras deja escuchar el misterioso ritual. Después de esto, vemos a dos hombres explicando que en realidad el conjuro Hou-ho-xiu-yi no es una bendición en sí.
“Es una maldición de compartir. Significa que la bendición y el infortunio dependen la una de la otra. Recitarlo a modo de mantra significa que quiero compartir esta maldición ofrendando mi nombre y como gran símbolo dejaré que la maldición se esparza entre los extraños. Mientras más gente lleve la maldición, más se conseguirá difundir y entre más sen investigue sobre ella, estarás más maldito. El corazón de esta maldición se encuentra en el rostro de la Madre Buda, es por eso que ha estado cubierto y no podremos mirarlo hasta la eternidad”, dicen ambos.
Después vemos que estos hombres a quienes le hablan es a Ronan en el pasado, cuando estaba embarazada.
Nuevamente en la actualidad, volvemos a Ronan mirando a la cámara: “Perdóname, sé que hay cosas que no se deberían ver nunca. Sin embargo, es la única forma que tengo de salvarla. Tal vez la maldición pueda aligerarse”, dice.
Segundos después, mientras llora y se cubre los ojos pide que ojalá Dodo no fuera su hija porque ha sido una horrenda madre para ella. Tras ello, descubre a la Madre Buda, le pregunta cuál es su nombre y pensando que no le afectará el no mirarla, es hechizada igualmente, por lo que termina golpeándose la cabeza y muriendo en el acto.
Los momentos finales de “Maleficio” muestran a Dodo ya recuperada, aunque sin su madre. La última escena dejó claro que el plan de Ronan funcionó, demostrando que su teoría de la maldición era correcta: mientras más vean el video, la maldición se esparcirá entre todos ellos pero afectará en menor proporción a cada uno, incluida dodo.
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