La serie “Besos, Kitty” (“XO, Kitty” en su idioma original), ambientada en Seúl, se ha convertido en un éxito de la plataforma Netflix. Esta nueva entrega es un spin-off de “A todos los chicos de los que me enamoré” y ahora la protagonista será la hermana menor Kitty, interpretada por Anna Cathcart.
¿Qué dicen en Corea del Sur?
Esta comedia romántica ha sido bien recibida en Corea del Sur a niveles de cifras de audiencia, pero los espectadores han hecho saber sus opiniones a través de las redes sociales, sobre todo que las representaciones son pocos realistas de la vida en su país.
Mira: Anna Cathcart protagoniza el spin-off de “A todos los chicos de los que me enamoré”
La trama de 10 episodios se enfoca en Kitty Song Covey, una adolescente estadounidense que se muda a Seúl para estudiar en la misma preparatoria donde su difunta madre asistió y estar cerca de su novio a distancia: Dae (Minyeong Choi).
Romance exagerado y la importancia de los estudios
Lo primero que resaltaron varios espectadores es que la mayoría de veces que te aceptan en un lugar por estudios te notifican por correo y no por llamada como pasó con Kitty. Además, que no es habitual pasarse de una escuela extranjera a una coreana, peor en el tercer año porque es el más importante. Por lo que esperaban que la serie se enfocará en la presión que los estudiantes en Corea del Sur pasan por lograr la excelencia, y que Kitty luchará por adecuarse al nivel educativo de sus compañeros más a profundidad de los que se vio en la serie.
Sin embargo, la serie se enfocó más en el romance de los jóvenes de manera muy poco adecuada para los estándares morales de la sociedad surcoreana, como los besos en la biblioteca, el que Kitty esté en un cuarto con sus compañeros masculinos las relaciones homosexuales. Muchos de usuarios comentaron en redes sociales que creían que se mostraría el romance enfocado en los choques culturales.
Recordemos que Corea del Sur es un país muy conservador, por lo que muy difícilmente se ve a jóvenes viviendo la vida loca, pues la mayoría están enfocados en sus estudios más que en su vida amorosa, y, por otro lado, sus padres no dejarían que sus hijos se desborden de su enfoque profesional.
Situaciones que no pasan en Corea del Sur
Una de las incoherencias que se apreció es que la tienda donde Yuri compra en exceso prendas de vestir es Stylenanda y aunque es popular, se considera como una tienda asequible e informal, por lo que para muchos surcoreanos resulto difícil crees que la heredera del hotel Chaebol comprará en ese marca de ropa. Además, que los influencers no son asediados por los paparazis como se ve en el caso de Yuri.
Otro punto es que las escuelas internacionales en Corea del Sur no son como la presentan en la serie de Netflix, aunque sí existen, solo van gente demasiado adinerada.
También, el hecho de que Kitty no aprenda el idioma o al menos interactúe tratando de hablar coreano decepciono a la audiencia. La escena de ella yendo a buscar información del posible hijo de su madre en el hospital y que los enfermeros hablen en inglés les resulto algo poco probable es su país. También que dos personas se enamoren tan rápidamente.
Además, que en Corea del Sur los estudiantes no tienen fiestas, como se aprecia en diferentes películas o series americanas con normalidad, y sobre todo que los menores de edad no beben alcohol para nada porque es considerado un delito. También el hecho que los estudiantes normales no viven en sus escuelas y normalmente toman el bus o el metro para llegar a sus clases temprano. También que los profesores no soy tan empáticos o compresivos como los hacen ver en la serie.
La historia estuvo más “americanizada”
Una gran diferencia con las producciones surcoreanas es que la vestimenta no parecía lo que normalmente usan los coreanos en sus outfits diarios, que se destacan por ser más sobrios y de colores neutrales o pasteles.
Además, adecuaron los nombres para que público internacional se sintiera algo cómodo, pero no para los espectadores surcoreanos, que apenas vieron la producción, se captaron de que el nombre de Dae-hon, el novio de Kitty, fue utilizado en la serie con el término Dae, algo más parecido a Dave. Cabe resaltar, que los nombre en Corea del Sur son de dos sílabas.
Lo que más la atención de los usuarios fue la confusión que hubo del apellido Song Covey, que en la serie fue de excusa para que Kitty sea asignada a un cuarto de hombre, algo raro para los coreanos porque no hay apellidos que sean de algún género en específico.
Si bien el K-pop está en auge, muchos criticaron que en algunas escenas no tendría que ver con la melodía utilizada. Otro apunte de los espectadores es que en el almuerzo nunca pone un cupcake en el lugar donde va normalmente la sopa.
Los usuarios tuvieron reacciones mixtas y a pesar de la crítica, esperan que en otra producción de esa magnitud investiguen un poco más de su cultura y se sintieron desconformes o insultados. Pero, algunos solo tomaron las escenas con gracia y esperan que las costumbres de Corea del Sur siga expandiéndose en el mundo.
Estas son algunas otras reacciones de coreanos sobre la serie “XO Kitty”:
Contenido Sugerido
Contenido GEC