Adictivos. Ese es el mejor calificativo para los k-dramas de Netflix. Lo que Corea del Sur ofrece al mundo es tan atractivo que la audiencia quiere ver más cada vez. A falta de “Los juegos del calamar”, otras series coreanas han atraído la atención de los usuarios. “Boys Over Flowers” (2009), “The Glory” (2022), “Queenmaker” (2023) y “Mr. Queen” (2020) son cuatro ejemplos de competidores importantes en la plataforma, no solo para las producciones de Corea en el sitio de streaming, incluso también frente otras ficciones latinoamericanas y estadounidenses.
La curiosidad de la audiencia siempre va más allá de la trama. Por eso y debido a que las series coreanas esconden conceptos orientales muy interesantes, en Saltar Intro, recurrimos a una experta en el tema para saber esos detalles escondidos en las historias. Daisy Saravia, docente del Centro de Estudios Orientales de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), hace una interpretación profunda de las series, desde las supersticiones coreanas hasta el color de los vestidos y su mundo conservador, que se pueden traducir a partir de las escenas que brindan los cuatro k-dramas más populares de Netflix.
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MIRA: La otra cara de las series coreanas en Netflix y Star+: ¿cuáles te pueden atrapar si nunca viste una?
“Boys Over Flowers” | 꽃보다 남자
“Los chicos son mejores que las chicas” |
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Aunque Boys Over Flowers” se estrenó en la televisión coreana en 2009, hoy sigue vigente como un k-drama muy popular. ¿Quién no se acuerda de esta telenovela que le otorgó fama internacional al actor Lee Min-ho en el papel del joven y adinerado Gu Jun Pyo? Netflix adquirió la primera y única temporada de 25 episodios en 2020 y desde entonces ha funcionado muy bien en la plataforma. En 2023, no permaneció mucho tiempo en el Top 10 de los programas más vistos, pero es una de las favoritas de la categoría ‘series coreanas’ en el sitio y, el año pasado, hizo un paseo breve por el tercer puesto del ranking de las series con mayor cantidad de visualizaciones.
“Boys Over Flowers” inicia con Geum Jan Di (Koo Hye-sun), una adolescente de clase media en Corea del Sur que cuenta con un negocio familiar de tintorería. Un día, cuando llevaba un traje limpio a su cliente, descubre a un joven de un prestigioso colegio coreano a punto de caer de un edificio y lo salva de la muerte. Su ayuda heroica provoca la atención de la prensa, algo desfavorable para la imagen de la institución educativa. Por ello, los directivos deciden invitarla a formar parte del colegio y, de inmediato, su familia acepta. Una vez dentro, ella conoce a un grupo de jóvenes millonarios que tenían influencia entre los alumnos. Al principio, Gu Jun Pyo (Lee Min-ho), el líder del popular grupo llamado F4, la ataca y hace su vida imposible, pero, después de muchas agresiones, se enamora de ella de la misma forma que Gu Jun Pyo (Lee Min-ho), otro miembro de la manada de élite. Así surgen los líos románticos.
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Explicación del título de la serie
“‘Hana yori dango’ es un manga en el que se basa la serie. La palabra significa algo así como ‘las flores son mejores que los dangos’”, comenta Daisy Saravia. La frase critica la superficialidad en el ser humano. Las flores representan lo banal; y los dangos, o pastelitos japoneses dulces, aluden a lo sencillo, y por lo mismo tienen un valor especial. Desde luego, hay una referencia a la imagen juvenil coreana, porque son los escolares quienes suelen darse este delicioso gusto en la semana. “En la serie, los chicos tienen esta imagen que enfatiza mucho el aspecto estético, pero es una apariencia detrás de lo vacíos que están por dentro. Por otro lado, las flores se pueden comparar con las chicas, como Jan Di, que son sencillas y no se basan ni en la riqueza ni en la belleza, pero que cumplen esa frase japonesa antigua de que lo mejor siempre va a ser algo que está confeccionado de manera sencilla y algo familiar. Relacionado con los valores de la familia. Es decir, una persona que ha aprendido de la vida, de las cosas más simples de la vida”, agrega la experta.
Los F4 y el número de la mala suerte en Corea
Los llamados F4 (cuatro alumnos populares en la escuela y que tienen mucho dinero) aparecen como ‘celebrities’ por la puerta del colegio. En esta escena, los alumnos son sus fans, que están arrodillándose o pidiéndoles un autógrafo. “La imagen de los F4 puede remitirse a esta idea de lo malo, porque el 4 es un número negativo. De hecho, en Corea, como en Asia en general, representa la mala suerte. En la serie, entiendo que no se trata de la mala suerte de ellos, sino para quienes se topen con ellos (el caso de Jan Di cuando enfrenta a Gu Jun Pyo). Porque quien los enfrente, luego, es burlado totalmente. La serie tomó este concepto de otro manga, ‘Osomatsu-san’, que hablaba de los F6, los seis idols. En este caso, los han llamado ‘F4′ a propósito para referirse a ellos como algo negativo. Es una imagen bastante cruel de los jóvenes; además, refleja también el poder que tenían en su mundo”, explica Daisy Saravia.
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“The Glory” | 더 글로리
“La Gloria” |
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“The Glory” superó las expectativas de Netflix desde su estreno en 2022. Cuenta con dos temporadas de 16 capítulos en total. Este año, se convirtió en la quinta serie de televisión de habla no inglesa más popular de todos los tiempos en el sitio y superó los 436 millones de horas de visualización en la primera temporada. Además, el trabajo de la actriz principal, Song Hye-gyo, fue excepcional y se llevó el premio a Mejor Actriz en los Baeksang Arts Awards.
El drama presenta como temas el buylling y la venganza estratégica de una joven coreana, Moon Dong-eun (Song Hye Kyo), que es atacada por un grupo de alumnos de una escuela de Corea. Ella abandona sus estudios, debido al severo trauma y las lesiones físicas que sufría a causa de sus compañeros, así como el rechazo de su familia y un sistema endeble que jamás estuvo a su favor. En el camino, descubrirá el apoyo de un joven médico, Ju Yep-jeong (Lee Do-hyun), para cumplir con su compromiso de devolver a sus agresores el daño hecho, pero desde donde más les duela, como atropellando su dignidad o manipulando a su familia.
Las flores, una metáfora de Moong Dong-eun y su enemiga
“Usualmente, Dong-eun es un nombre que usan las personas con una filiación cristiana. Pero puede significar muchas cosas, como una persona con capacidad de escribir o que tiene un corazón noble. Representa la bondad”, explica Daisy Saravia. En una de las primeras escenas de este k-drama, se le observa a Moong Dong-eun contemplando unas flores, la trompeta de ángel y la azucena del diablo. “El ángel mira hacia abajo y la del diablo es una flor blanca que está mirando al cielo. Esto es una representación de ella (el personaje) con su enemiga, Park Yeo-jin, la villana en esta historia”.
Aparentemente, nos presentan a Dong-eun como la persona negativa que quiere venganza o alguien que necesita superar circunstancias. Sin embargo, esa construcción inicial de la mujer vengativa se desvanece, porque luego uno se da cuenta que ella sí tiene valores, sabiduría y bondad innata, solo que todavía no ha perdonado a quienes le hicieron daño. Con el tiempo, su venganza se va modificando. Por otro lado, la villana, el ángel de la trompeta, representa a las mujeres coreanas que pertenecen a un grupo poderoso y supuestamente exitoso, pero también muy supersticioso. “La heroína, que es esta azucena del diablo, crece desde abajo, aunque está mirando al cielo. Pues va a crecer espiritualmente frente a este ángel de la trompeta, esta villana, a quien solo le queda la perdida de ese poder y el decrecimiento de su espiritualidad”, agrega Saravia.
El arroz, un modo de reprender en Corea
Park Yeo-jin es la villana realmente negativa de la historia. Ejerce bullying contra sus compañeros con puño y sangre. Ella tiene una madre muy supersticiosa que pertenece a una elite coreana. “Son familias ricas con mucho poder y que invocan al chamanismo para atraer la buena fortuna”, dice Saravia. En una escena del primer episodio, la madre de la joven avienta arroz contra su hija por lo menos tres veces y con mucha fuerza. La señora dice: ¡Aléjate de estas personas (sus compañeros), que te van a traer mala suerte! Este era el consejo de una chamana, que sugirió que evitara relacionarse con personas que tengan la letra O en el nombre. “El arroz que le tira encima es como (una costumbre de) enseñar a alguien que debe aprender cuando le hablan. Que debe tener eso grabado en la cabeza”, explica la docente.
“Queenmaker” | 퀸메이커
Conserva el nombre traducido al inglés |
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La serie “Queenmaker” es una de las más recientes adquisiciones de Netflix en Latinoamérica. Sin embargo, ha pasado cuatro semanas entre los 10 programas de televisión de habla no inglesa con mayor número de visualizaciones en todo el mundo. En su semana de estreno, arrebató el primer puesto del ranking a “The Glory”, que solo una semana antes estaba en esa posición.
En “Queenmaker”, hay más personajes mujeres con poder e influencia que hombres, a menos que uno de ellos sea un agresor sexual. La serie ocurre en la multimillonaria empresa de la familia Eun, donde trabaja Hwang Do-hee (Kim Hee-ae), una asesora de imagen que ha guardado respeto a los dueños de la compañía durante años y encubierto muchos abusos laborales. Durante la temporada más difícil del año, la abogada de derechos humanos Oh Seung-sook (Moon So-ri) lidera la huelga de trabajadores; en tanto, Do-hee decide renunciar por diferencias de opinión con la dueña del Grupo Eunseong. En medio de este conflicto, la estratega política convoca a Seung-sook para proponerle levantar una campaña a la alcaldía de Seúl con ella como próxima alcaldesa. Ambas se unen para un objetivo en común.
El sentido de la obediencia “confuciano” en Corea
Hwang Do Hee es, sin darse cuenta, un trabajador explotado. Por eso, renuncia al Grupo Eunseong. Ella estaba defendiendo a una empresa que burla a los trabajadores y encubre abusos físicos, incluso, violaciones sexuales. Su actitud se relaciona con un sentido de lealtad muy arraigado en la cultura coreana. “Do Hee cree en que un trabajador tiene que darlo todo, cuando lo que está haciendo es llegar a un punto en el cual hasta sus propios valores se vean mermados”, explica Daisy Saravia.
La serie toca el tema del movimiento femenino que se da en el mundo, por ejemplo, a raíz del Mee Too, al presentar mujeres independientes, poderosas y con decisión de mando. Pero la historia también hace referencia a los derechos laborales que van de la mano con esa presencia de la mujer activa, como es la imagen de la activista Seung-sook, quien renuncia precisamente a las ideas tradicionales de ser una persona sumamente obediente a cualquier autoridad, incluso si está corrompida. “En Corea, hay algo que se da en las relaciones de trabajo y que también es muy confusiano (de la filosofía del pensador chino Confusio): la idea de obedecer, tener respeto y lealtad”, comenta Saravia.
Una sociedad conservadora
Una de las escenas del primer capítulo de “Queenmaker” muestra a la protagonista intentando salvar a su empleador, en ese momento, acusada de maltrato a los trabajadores. La única forma de superar el alboroto de la prensa, debido a la noticia de agresión en la empresa, es proyectar la imagen de una mujer angelical. Entonces, Do Hee obliga a la mujer denunciada a fingir que está recolectando leche de su pecho para dársela a sus hijos después.
“La idea es que ella tome un montón de fotografías del momento. Nuestra protagonista es muy buena construyendo un relato en los medios a partir de sus intereses. Y su intensión era suavizar la imagen de su jefa acusada por las autoridades, que en realidad es una tirana, para que Corea la viera como una madre abnegada y así generar una suerte de fragilidad. Curiosamente, esto apela a los estereotipos que se dan usualmente de la mujer coreana. Porque esa sociedad es muy conservadora y todavía se conmueve con las madres”, sostiene Saravia.
“Mr. Queen” | 철인왕후
“Señor reina” |
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En la televisión coreana, los 20 capítulos de “Mr. Queen” duraron diez semanas al aire en tvN, donde el rating creció hasta el techo en 2021. La serie se convirtió en el drama con el quinto índice de audiencia más alto en la historia del canal. En Netflix, llegó este año y no ha dejado de marcar si quiera uno de los puesto de la lista más popular ‘Top 10′ en la plataforma. Es el k-drama que ha permanecido más tiempo en el ranking del sitio, junto a “The Glory”, en este año.
La historia de “Mr. Queen” es increíblemente divertida y hecha para toda la familia. Se sitúa en el periodo Joseon de Corea. El primer capítulo sitúa al chef Jung Bong-hwan (Choi Jin-hyuk), quien por obra de magia tradicional despierta en el cuerpo de la reina consorte Kim So-yong (Shin Hye-sun) 200 años antes de su actualidad. En ese momento, él (o, más bien, ella) toma como objetivo descubrir cómo llegó a esa época y revertir el hechizo con la ayuda del Rey Cheoljong (Kim Jung-hyun). Poco a poco, los corazones de los jóvenes reyes se ven doblegados ante una nueva relación de esposos, mientras viven muchos disparates y enfrentan a los miembros de la Corte y la familia real.
Los colores pasteles en Corea
En una escena del primer capítulo, Jang Bong-hwan aparece como la reina consorte y vestido de color rosado. “Muchos dramas coreanos muestras a la protagonista con un traje hanbok de color rosa o pastel. Uno puede decir que no es usual o es algo pensado para la industria hallyu, que tiene estos colores. Sin embargo, aunque suene un poco extraño, el color rosa no alude tanto a la feminidad, la dulzura o la idea que uno tiene del k-pop, sino que está establecido por la Dinastía Joseon con un signficado de juventud y linaje, de poder”, explica Daysi Saravia.
En este caso, el color de vestido de la reina indica que se trata de una persona joven que aún no se casa y que tiene un linaje real. Además, es una coincidencia que la historia se ambiente en un periodo de mucho poder y, a la vez, sea una historia con un personaje que quiera transmitir ese aire de naturalidad o estética dulce, muy común en el k-drama.
El Yin y el yang en el amor
El primer encuentro entre el Rey Cheoljong y la reina consorte ocurre después de que ella cae a un pozo sin agua y se embarra de tierra el vestido color pastel. “¿Por qué estás vestida así?”, dice el gobernante a su futura reina. Esa pregunta es una línea importante del personaje. “Estar limpios alude mucho a la idea del corazón puro, que no solo significa tener el espíritu inocente en efecto, sino también a un sentido pulcritud. Entonces, el japonés (o asiático) que está sucio es todo lo contrario a los valores buenos”, argumento Daisy Saravia,
“El emperador dice a la reina que debe reflejar pureza e inocencia, y servir como parte del yin y el yang. Es decir, se refiere a la idea de que lo femenino y lo masculino se complementan. Una reina y un rey son uno solo y deben vivir en armonía. Para ello, la reina debe tener determinados valores, como ser bondadosa y leal, así como obedecer sobre todo a la figura masculina, que está representada por el rey”, agrega Saravia.
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