“Lupin 3″ y por qué el mejor ladrón del mundo no aburre en su enésimo ‘robo del siglo’ | RESEÑA

“Lupin” es la serie basada en el caballero de guante blanco Arsène Lupin que creó el francés Maurice Leblanc para una saga de libros publicados en 1905. En Netflix, la historia ya va por la tercera temporada y hay la posibilidad de una cuarta, si en caso el creador George Kay quiere continuar dándole cuerda al carismático ladrón que, sin importar cuántas veces esté detrás del robo del siglo, siempre tendrá nuestra atención por saber cuál es su plan maestro.

MIRA: Hasta 57% de dscto. en lo mejor del entretenimiento. Conoce todas las promociones aquí

En las dos primeras temporadas de “Lupin”, flashbacks se conectaron con la historia del origen de Assane Diop (Mamadou Haidara de niño y Omar Sy de adulto), un ladrón que se esconde debajo de varios disfraces para robar a personas poderosas sin usar la violencia y cuyo método delictivo se basa en los atracos de Arsène Lupin, un personaje de la ficción literaria. Son sus primeros días en París como un niño migrante de Senegal que sufre el suicidio de su padre, tiene una madre ausente y además es discriminado la mayor parte del tiempo por los franceses. Más adelante, su objetivo es acabar con el villano Hubert Pellegrini, un poderoso empresario y causante del encarcelamiento de su padre.

Alerta de spoilers: no continúes leyendo, si no quieres saber detalles de la trama de la temporada 3.

MIRA: Conciertos, obras de teatro, circos, cine y más con hasta 50% de dscto. Descubre tus promos

El robo del siglo

En la tercera temporada de “Lupin”, la policía ha desenmascarado a Assane Diop como el gran caballero de guantes blancos. Todo esto gracias al agente Guedira (Soufiane Guerrab), tan amante de los libros como el mismo ladrón, quien lo ha comparado con el personaje literario del inspector Ganimard. Es quien descubrió sus estafas y con el paso del tiempo entiende mejor la forma de pensar del pillo. Por eso, en el primer episodio, es el único escéptico sobre el robo de la perla negra, una reliquia del museo francés que algún día selló la paz entre Francia y la isla de Tahití.

Al ritmo de música francesa, la temporada tres de “Lupin” empieza cuando Diop envía una carta a la prensa invitándolos al robo del siglo. Manifestantes en contra de los más poderosos y de la policía francesa se dan cita en el museo. Aunque todo estaba previsto, el ladrón logra asaltar el cuarto de múltiples rayos de seguridad con el resguardo de cinco policías. Después, y como siempre, la serie recapitula cómo hizo el ladrón para robar sin que nadie se diera cuenta.

Primero, envía una carta a los medios de comunicación para invitarlos al robo. La policía entra en alerta y refuerza la seguridad del establecimiento. Después, lo atrapan, escapa, finge un accidente, pero logra apoderarse de la perla negra. Para hacer todo esto, Diop había buscado la ayuda de su amigo de la infancia, Bruno, otro niño sin padres que vivía en un departamento solo con su hermana. Ambos eran protegidos por Gianluca Keller, el dueño de un gimnasio de box que se hacía pasar por su padrino cada que aparecía la asistente social.

Como este robo, se replican muchas otras estafas y hurtos de Diop a lo largo de la serie, pero la primera es el único acto que realiza por decisión propia. Los demás robos los cometerá condicionado, para salvar la vida de su madre, una mujer que desapareció años atrás y ahora está secuestrada por un desconocido. El mayor enemigo del ladrón es esta persona y quien lo obliga a perpetrar más delitos. Igualmente, planea matar a su rehén, pero quiere hacer sufrir al nuevo Lupin.

En tanto, Diop debe permanecer en anonimato y fingir su muerte ante el amor de su vida, Claire (Ludivine Sagnier), y su hijo Raoul (Etan Simon), aunque ellos lo conocen muy bien y todavía lo creen desaparecido.

El pasado de Lupin

Assane vivió toda su infancia en soledad, pero cuando encontró a Bruno y su hermana, su vida dio un giro. Keller se convierte en su mentor de vida, pero en realidad es un hombre de expresiones agresivas con los niños que protege. De esta forma, la serie se va hilando con los momentos de adolescencia y los grandes robos de Diop, en simultáneo con los nuevos personajes que van apareciendo en la trama.

En la tercera temporada, también se descubre la importancia de Claire en la vida de Diop. Ella fue la primera amiga que tuvo tras la muerte de su padre. Ellos se conocieron en el colegio cuando, por razones desconocidas, una persona pagó al niño. Entonces, no solo se convierte en la madre de su hijo, sino también es el soporte emocional más ético y justo en su vida.

La relación de Lupin con su familia

Diop es el fugitivo de mayor riesgo para la policía, por lo mismo su familia debe experimentar el dolor de no tenerlo en casa y aceptar su anonimato. Pero ellos no saben qué tan cerca está, como ser el entrenador de fútbol de su hijo bajo un disfraz. Esta es una de las partes más interesantes de “Lupin”, porque además de ser un personaje que lindan entre el bien y el mal, a veces hace de mago y consigue sus propósitos.

Al inicio, su hijo y Claire están molestos con él. En su ausencia, deben vivir el escrutinio de la prensa y los interrogatorios de la policía. Pero, después, entienden la personalidad estratégica del ladrón inspirado en Arséne Lupin, al punto de visitar la biblioteca para leer parte de la antigua colección de libros de Maurice Leblanc.

Para ellos, la experiencia de descubrir dónde está su padre y esposo es un juego, al igual que para el espectador. Porque el público sabe que, en esta serie, todo es un juego y a Diop jamás le saldrán las cosas mal. Entonces, hay que aceptar sus reglas.

Veredicto

Hay un punto en contra de esta entrega de “Lupin”. Para quienes deseen tener un gran villano al cual temer, no lo encontrarán en estos nuevos episodios. Si bien hay mucha intriga de los casos de robo, como la perla negra, cómo entrar y salir de prisión sin problemas o engañar a la policía incluso con la muerte, también hay una carga decepcionante con el mayor villano de la temporada. Y debe esperar hasta el penúltimo episodio para saber quién es ‘EL malo’. En comparación con Hubert Pellegrini, antagonista de la primera y segunda temporada, era claro a quien odiar y por qué Diop hacía las cosas. Pero, en la tercera entrega, hay más capítulos con explicaciones lentas.

Por otro lado, es importante aceptar que el villano no es el más importante en “Lupin”, porque el atractivo está por el lado del carismático Omar Sy y su interpretación de un moderno Lupin caminando por Marsella y París. En la tercera temporada, el guion pone en aprietos al personaje, pero él logra salir ileso, también comete errores y aprende de ellos.

Algunas partes entretenidas de las serie son las siguientes. En un momento, el personaje hace memoria de su “amiga”, la periodista Fabienne Beriot (Anne Benoît), quien es asesinada en la temporada anterior. Conmovedor.

Después, es demasiado divertido escuchar la explicación de cada robo y ver que por primera vez Assane siente verdadero miedo, cuando le dicen que tienen a su madre. Sorprende. Finalmente, Claire confía en Assane después de mucho tiempo y se emociona por descubrir su juego. Romántico.

En definitiva, es una temporada diferente y tiene el factor de ‘oh, cómo lo hizo’. Esa sensación de que todo es posible en el mundo de Arséne Lupin es como salir del thriller y entrar al mundo de la fantasía. Por eso, “Lupin” puede ser una de las series más adictivas de Netflix. Además, ver las calles de París, escuchar la banda sonora en francés y el lenguaje extranjero es un plus para una experiencia divertida entre semana, mientras el SmartTV está prendido y el espectador está haciendo la cena o se prepara para ir a dormir.

VIDEO RECOMENDADO