“¿Quién mató a Sara?”: una explicación desde la psicología a por qué nos gusta tanto la serie

La serie creada por José Ignacio Valenzuela y escrita por David Leche Ruiz “¿Quién mató a Sara?” es un éxito rotundo en Netflix, no solo en Latinoamérica, sino a nivel mundial. La segunda temporada prometía revelar por fin quién fue o quiénes fueron los culpables de la muerte de Sara (Ximena Lamadrid). Con una tercera temporada confirmada, la ficción se proyecta a superar incluso a otros monstruos del servicio de streaming como “La casa de papel”.

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Esta serie dramática y de suspenso, con cuotas telenovelescas ha logrado cautivar al público de Netflix que suele consumir suspense y thrillers. Conversamos con especialistas de psicología y cine, para descifrar por qué el público latinoamericano disfruta tanto de este tipo de ficciones.

¿Thriller o suspenso?

El crítico de cine y docente en la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL) Raúl Ortiz Mory explica que no existen películas ni series que tengan un solo género. “Siempre en algún momento de la película o la serie va saltar a un género u otro con el objetivo de romper un eje narrativo o ponerle tensión dramática”, comenta.

Ortiz Mory argumenta que el suspenso, el thriller y el terror tienen una misma base, y se van a clasificar según la intensidad e intencionalidad. “Si hablamos de una escala. Primero va el suspenso, luego el thriller y al final el terror. En ese orden de manipulación de sentimientos y sensaciones”, afirma.

Según el docente universitario, el consumidor peruano tiene una predisposición por algunos géneros en específico como el terror, el suspenso y la comedia. Además, firma que es porque “nos gusta descubrir lo desconocido” y “buscar soluciones”. “No existe un televidente pasivo cuando se ve una ficción de suspenso o thriller, buscamos ser detectives”, comenta.

Ortiz Mory explica que las películas pueden determinarse si son suspenso o thriller dependiendo de cuánto es el porcentaje de que tiene de cada género, pero que casi no existe una pura. “El suspenso nos genera enigmas, hasta cierta ansiedad por lo que va a suceder, mientras que el Thriller busca estremecer asustar sin caer en el terror”, añade.

Géneros que invitan a jugar

La guionista de la película peruana “El evangelio de la carne” Úrsula Vilca García explica que “el suspenso es el juego que invita a revelar la verdad”. “Está lleno de retos, pistas, acertijos que mantienen enganchado al público dispuesto a seguir el juego hasta el final”, añade.

Por su parte el doctor en psicología Diego Castrillón agrega que una de las cualidades que tiene el género suspenso es que nos permite hacer de investigadores en la comodidad de nuestras casas, no corremos ningún riesgo como los protagonistas a los cuales vemos en pantallas.

“A las personas les encanta ver películas de suspenso desde la sala de su casa, nos encanta ser observadores, nos encanta ver la vida de otros, fisgonear, y más si lo hacemos desde la seguridad de nuestra casa, una seguridad controlada, un lugar donde sabemos que no nos va a pasar nada”, indica.

Explicación psicológica

Castrillón afirma que la predisposición a este tipo de ficciones se debe a que “los seres humanos tenemos sistemas de alarma y de respuesta antes momentos amenazantes”.

“El cerebro manda una alarma al cuerpo y se activan las glándulas suprarrenales. La adrenalina viaja por el cuerpo, sube el Cortisol se convierte en Norepinefrina o Noradrenalina y eso nos hace sentir una sensación de alarma que hace que se disparen otros neurotransmisores como las catecolaminas, serotonina, dopamina y oxitocina; y eso crea una sensación de alarma y placer”, afirma.

El doctor en psicología indica que al ver una película o serie de suspenso se crea una “necesidad de entender la historia y querer saber cuál será su fin o en qué va a terminar”.

“Necesitamos cerrar el círculo, siempre tenemos la necesidad de saber cómo va a terminar. La parte en donde se descubre lo que ocurrirá solo dura unos minutos pero es suficiente. También pasa que algunas ficciones quedan con finales abiertos y mientras los seres humanos entendamos que algo necesita ser cerrado, ahí estamos”, añade.

La guionista en esa misma línea indica que los thrilles son “un juego mental”. “Te mantiene en constante alerta, es pura adrenalina. Activas tu sistema nervioso porque predominan las situaciones de tensión y miedo. Explora el lado más oscuro del ser humano. Cuanto más vulnerables estés, más te afectará porque uno tiene miedo no solo a lo desconocido sino a lo conocido. Dispara por todos lados”, agrega.

La peruana afirma que el público es muy condescendiente con los protagonistas de este género porque lo que quieren es saber la verdad en la que se basa la historia. “Está lleno de personajes que se equivocan constantemente, son humanos, de carne y huevo, y el público está dispuesto a perdonarlos con una única condición: resolver el acertijo. Y cuanto más difícil sea resolverlo, más interesado está el público en seguir las pistas”, añade.

Un buen guion

Para que una buena serie o cinta logre generar todos los estímulos mencionados líneas arriba, es muy importante el guion. El guion es la base de la historia y el origen de todo. Para la guionista peruana la clave para que la audiencia se enganche con la ficción es que “las situaciones que sucedan sean nuevas, y que el o la protagonista sea alguien difícil de descifrar, e inteligente a la hora de tomar decisiones”.

“Que sea un gran reto para el público ponerse en los zapatos del personaje y que el personaje termine haciendo lo que menos se piensa, en otras palabras que sorprenda”, comenta.

“Los conflictos también son importantes. Estos pueden ser externos o internos, pero siempre deben ser situaciones que sirvan para luchar con su angustia existencial. “El público ansía ver el arco de transformación del personaje, y esto sucede cuando los acontecimientos realmente le afectan”, añade.

El crítico de cine Raul Ortiz Mory concuerda y añade que “el guionista es la estrella oculta”. “La dicotomía entre el director y el guionista es fundamental para que la ficción funcione”.

No hay suspenso sin un buen casting

Úrsula Vilca García afirma que “simplemente el suspenso no llegaría al público sin un buen casting porque no creerían nada de lo que ven en pantalla”.

“El público hace un acuerdo en su mente con los autores de la película: yo me meto a tu ficción, si la historia es buena y las actuaciones son impecables. De lo contrario se desconecta y se va para nunca más regresar. Por eso cuesta tanto encontrar al actor o actriz ideal. Los jefes de casting son los encargados de buscar a los actores, y cuando se tratan de películas de suspenso, a veces prefieren rostros, miradas, facciones que guarden cierto misterio con el anhelo de desatarlo en el filme”, concluye Vilca García .

El dato

Úrsula Vilca García ha lanzado un curso para aprender a escribir guiones, entre ellos de suspenso. El curso inicia el 26 de junio. Para más información escribe a: ursulavilcagarcia@gmail.com.

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