Dos horas y cuarenta y tres minutos después, “John Wick 4″ ha generado en muchos una idea común: se trata de la mejor entrega de la franquicia dirigida por Chad Stahelski y protagonizada por Keanu Reeves. En la siguiente nota intentaremos explicar el final de la cuarta parte.
A quienes estuvieron atentos, nuestro protagonista finalmente pudo llegar a la Basílica del Sagrado Corazón, lugar donde el Marqués de Gramont (Bill Skarsgård) lo había citado para asumir un duelo ‘a la antigua’ frente a nada menos que Caine (Donnie Yen).
Con Clancy Brown interpretando a una especie de juez de la Alta Mesa, el escenario nos muestra a Wick acompañado de Winston (Ian McShane), el gerente del derrumbado hotel Continental de Nueva York.
En la vereda del frente se encuentran, además del Marqués, Caine y el juez, una especie de espectador de lujo. Hablamos del Rastreador (Shamier Anderson), una especie de caza recompensas muy habilidoso para pelear y manejar armas, pero principalmente dueño de un perro raza pastor belga que hace de las suyas contra el rival que le pongan en frente.
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Ya cara a cara y dispuestos al duelo de caballeros, cada rival, Caine y John Wick, reciben un arma con un solo proyectil en su tambor. El Marqués le recuerda a Caine que su hija está bajo amenaza y este lo manda al diablo.
Luego de recibir las órdenes del juez, Caine y Wick deben alejarse ciertos pasos y disparar. La distancia, el cansancio y lo temprano del día impide que ambos acierten a la primera. Hay dos intentos más y es al tercero cuando el personaje interpretado por Keanu Reeves cae.
Ya en el suelo, cuando Caine debía rematarlo, es el Marqués quien pide el arma, aprovechando su rol de representante de esa parte, y cuando se apresta a rematar a nuestro protagonista, Winston interviene.
“Estúpido, él no disparó”, le dice.
Efectivamente, John Wick guardaba una bala más, la cual dispara directamente al Marqués, eliminándolo en un instante.
Aunque logró su propósito de acabar con la cabeza de la Alta Mesa, John Wick quedó visiblemente lastimado, por lo que minutos después de ‘celebrar’ con Caine y Winston, cae desplomado en un escalón del corazón parisino.
¿Habrá muerto John Wick? Es lo primero que piensan los fanáticos de la saga. La idea toma fuerza cuando luego aparecen el Bowery King (Lawrence Fishburne) y Winston en un cementerio, supuestamente lamentando lo ocurrido ante la tumba de Wick y su esposa Helen al lado.
¿Crees que habrá ido al cielo o al infierno?, pregunta el personaje interpretado por Fishburne.
“¡Quién sabe!”, responde Winston.