Hace unos días la directora escocesa Lynne Ramsay confirmó que “Matate, amor” es su próximo proyecto cinematográfico. Comienza así el conteo regresivo para ver en pantalla grande la historia que en 2012 publicara la argentina Ariana Harwicz, y que a la postre le cambiaría la vida.
Pero con la directora de cintas como “Ratcatcher” o “Tenemos que hablar de Kevin” no se acaban los grandes nombres detrás de esta potente novela sobre una madre que lucha contra los personalísimos efectos del posparto con el campo como escenario.
Solo al conocerse que sería llevada al cine se supo (casi todo) sobre este proyecto. La ganadora del Oscar Jennifer Lawrence sería la protagonista de un proyecto que además tiene a Martin Scorsese detrás. Dos nombres que dicen mucho, más allá de los premios recibidos en distintas latitudes.
“¡Es Martin Scorsese! Yo estudié 10 años cine y no sé si he visto absolutamente todas sus películas, pero casi. Es como un ‘padre’, como el aliado, el admirado. Cuando uno crece están siempre los cuadros de quienes te acompañan y él está ahí. Para mí es el gran narrador del cine”, asegura desde Francia, donde vive desde 2007, Harwicz, en diálogo con Saltar Intro.
A su turno, Lawrence (Kentucky, 1990) también está involucrada en esta propuesta a través de Excellent Cadaver, la incipiente productora cinematográfica que tiene junto a su socio Justine Ciarrocchi.
En una entrevista con el New York Times, que el reportero del New York Times Kyle Buchanan se encargó de promocionar en redes sociales, la estadounidense comparó a Harwicz con una grande de las letras americanas: “Se lee como Sylvia Plath, especialmente porque es sobre una mujer sufriendo el posparto y pedaleando hacia la locura”, afirmó.
CADA ADAPTACIÓN TOMA SU TIEMPO
Aunque no corrió la mejor suerte en su última aventura de este tipo, “Los asesinos de la luna”, Scorsese –productor de “Matate, amor”—tiene una historia bastante larga con las adaptaciones. Algunas como “Godfellas” generaron elogios con unanimidad en la crítica. Lo mismo podría decirse de “El lobo de Wall Stret” (2014), inspirada en las memorias que Jordan Belfort publicara en 2007, y con Leonardo DiCaprio como protagonista.
Aunque sin la misma recepción en medios especializados, “Silence” –adaptación de la obra de Shūsaku Endō—tuvo un elenco lleno de estrellas, desde Adam Driver hasta Andrew Garfield, pasando por Liam Neeson, mientras que “El irlandés” –financiada con la billetera de Netflix en el 2019—fue la excusa para ver juntos en el streaming a íconos del cine como De Niro, Pesci y Pacino
Esta especie de ‘hoja de vida’ en cuanto a adaptaciones que ostenta el octogenario hombre de cine, le ha dado a Harwicz la tranquilidad necesaria para enfrentar demoras en un proyecto que ha sido víctima de pandemias y huelgas en Hollywood. A veces lo bueno se hace esperar.
“He firmado todos los contratos en pandemia, y es todo muy lento, pero, bueno, también así descubro y aprendo cómo es la industria, hacer una película, Hollywood, etc. Trato de no pensar mucho en lo que puede venir después, porque no depende de mí. Escribo libros para que todo dependa de mí. Escribo lo que quiero, controlo todo lo que pongo. No me obligan a escribir ni una coma, manejo los tiempos, cuándo empiezo, cuándo termino, y esto (de la adaptación) depende de otros. Hay que esperar, tener paciencia e intentar controlar la ansiedad”, añade la autora.
UNA HISTORIA LLENA DE FUERZA
A “Matate amor” le seguirían otras dos novelas con la misma fortaleza. “La débil mental” llegó en 2014 y “Precoz” un año después. Toda esta “trilogía involuntaria sobre la maternidad y la pasión” –como la promociona Animal de Invierno, su editorial en Perú—fue comprada por Scorsese, aunque lo más probable es que la adaptación sea solo de la primera obra.
“Sé que fue Scorsese quien leyó las novelas, el que las eligió. No sé si las adapten todas. ‘Matate amor’ seguro que sí. Y, bueno, la gran felicidad es que ‘el más grande’ haya dicho ‘quiero este libro’”, asegura la narradora radicada en Francia.
Ahora, ¿qué podría haber visto el diez veces nominado al Oscar como Mejor Director para embarcarse en esta adaptación de “Matate, amor” a la pantalla grande? Para Diego Bardález, editor de la argentina en nuestro país, sí hay vínculos visibles entre escritora y el cineasta.
“Ariana presenta a personajes que, en sus pequeñas realidades, no cumplen con los estándares propios de sus perfiles. Están en los márgenes de lo esperable, recordándonos que la violencia, la pulsión sexual y, en suma, el tanatos, son elementos constitutivos de la naturaleza humana. Como ella, Scorsese ha explorado también esa complejidad, pensaría yo, a partir de situaciones de mayor envergadura (el poder de las mafias, el mundo de las drogas)”, refiere consultado para esta nota.
En síntesis, esta intención por ‘acercar la lupa’ de Scorsese trasladada hoy a lo ‘doméstico’, podría ser la razón que lo llevó a unirse al proyecto que también integran, como dijimos al inicio de esta nota, la directora escocesa Lynne Ramsay.
INFLUENCIAS DEL CINE Y EL PIANO
Más allá del acercamiento que tuvo a la obra de Scorsese a lo largo de su vida, Harwicz se confiesa una fiel admiradora del cine ruso. Tanto como lo es del piano. Lo visual y lo musical son, ciertamente, dos elementos claves en su proceso de formación como escritora.
“El arte me acompañó todo este tiempo. Estudié cine, teatro, arte, filosofía y fotografía. Literatura fue realmente lo último y acá en Francia. Fui pasando por todas las artes y creo que mis libros están hechos de ese paseo, de ese ir por todas las artes. No llegué a la escritura de un libro por la literatura, sino luego de un paseo por varias artes”, añade.
Finalmente, consultada en torno a las películas que la marcaron, la autora no se toma mucho tiempo en develar sus gustos. “Siempre digo las mismas, pero soy muy ‘rusa’ en la elección. Me gusta ‘Ven y mira’ de Elem Klímov, una película bielorrusa de 1985. Y también quiero mencionar toda la obra de Andréi Tarkovski, que tiene siete u ocho películas que me cambiaron la vida. Él y el pianista Glen Gould son como mis dos admirados en el piano y en el cine”, concluyó la argentina.